El Cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, dijo que la Iglesia Católica de Nicaragua reforzará la jornada de oración para tratar el contexto de asedio que sufre Monseñor Rolando Álvarez y destacó que la Iglesia Católica no es una institución de confrontación.
Las declaraciones de Brenes se dieron ante la consulta del medio local, Artículo 66. Brenes dijo que la Iglesia sigue acompañando a los religiosos que sufren supuesto asedio policial.
«Nosotros seguimos acompañando al padre Harving Padilla en oración. Seguimos acompañando a Monseñor Rolando Álvarez. Hagamos un ejército rezando el santo Rosario porque la oración es nuestra fuerza. La Iglesia no es una institución de confrontación, sino es una institución de diálogo buscando y trabajando siempre por el bien común de las personas», señaló Brenes.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) expresó su solidaridad este domingo con el Obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez Lagos tras denunciar que sufre asedio policial.
Los obispos de Nicaragua dijeron que monseñor Álvarez “siente zozobra por su seguridad personal y la posibilidad de ejercer su a derecho a vivir y celebrar su fe y cumplir su misión pastoral en un ambiente de paz”.
Álvarez mantiene una jornada de ayuno y oración para pedir el cese de la persecución en contra de la Iglesia Católica que se ha generado en los últimos días.
«Lo que pienso es que no solo de mí, sino que en general de los pastores de la iglesia», lo que el Gobierno quiere «es una iglesia muda, que no anuncie la esperanza del pueblo (…) y la denuncia del pecado personal y de las estructuras de injusticia», anotó el obispo Álvarez en una conferencia de prensa improvisada desde la parroquia Santo Cristo de Esquipulas, ubicada en las afueras de Managua.
«Si la Iglesia callara, las piedras gritarían», agregó el jerarca ante un reducido grupo de medios de comunicación, entre ellos la Agencia Efe, que logró ingresar a la parroquia antes de que fuera sitiada por decenas de agentes policiales.
Por su parte, los obispos de Nicaragua, señalaron que “como iglesia fiel a nuestra misión cristiana, siempre estaremos dispuestos a aportar al bien común, la reconciliación y fraternidad de los nicaragüenses”.
Los obispos manifestaron que su misión es “anunciar la verdad del evangelio”, aun en un contexto difícil.
Álvarez explicó que, si bien es vigilado desde que empezó a denunciar supuestos abusos del Gobierno, tras el estallido social de abril de 2018 que dejó cientos de muertos, fue hasta ayer jueves que sufrió «una real, verdadera y auténtica persecución» policial.
Aseguró que «dos patrullas de la Policía, totalmente llenas de policías, (más) cuatro policías en dos motocicletas», lo persiguieron «durante todo el día» en todos sus movimientos, por lo que, por su seguridad y la de su familia, optó por viajar de la ciudad de Matagalpa hacia Managua y comenzar el ayuno indefinido, oración y exorcismo.