Redacción / IP Nicaragua
El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, denunció el inicio de una estrategia de persecución y asedio en su contra por parte de la «policía sandinista».
«He sido perseguido durante todo el día por la policía sandinista, desde la mañana hasta esta hora de la noche, en todo momento durante todos mis movimientos del día», señaló Monseñor Álvarez.
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El asedio policial que vivió el obispo ocurrió durante todo el día de este 19 de mayo, dijo en un video transmitido por la página de Facebook de la Diócesis de Matagalpa.
«Al final de la tarde, encontrándome en la casa de mi sobrina, he ido directamente a preguntarles a los oficiales de la Policía por qué me persiguen, y me han informado que ellos obedecen órdenes», denunció.
Monseñor Álvarez: Policías invaden su círculo familiar
En un corto vídeo de cinco minutos, monseñor Álvarez, relató que los agentes entraron a su «círculo de privacidad familiar».
«Llegaron a mi casa privada familiar, paternal y maternal, poniendo en riesgo la seguridad de mi familia», dijo.
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El obispo exhortó a los agentes para que «se comunicaran con el primer comisionado, para informarle que ya por hoy era suficiente esta persecución».
«Ya sabemos que la inseguridad de este país es precisamente la Policía, es decir, los que nos hacen sentirnos inseguros son ustedes hermanos policías», señaló.
Ante tanta inseguridad decidió resguardarse en la Parroquia de Santo Cristo de Esquipulas, en Las Colinas, donde monseñor Carlos Avilés lo acogió como huésped.
Régimen intensifica asedio contra sacerdotes
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde la semana pasada intensificó la estrategia de persecución y asedio en contra de los sacerdotes.
El sacerdote Harving Padilla, párroco de la iglesia San Juan Bautista, de Masaya, sufrió asedio policial desde la tarde del sábado, 14 de mayo, hasta el miércoles, 18 de mayo.
Un informe de la Comisión de Justicia y Asuntos Jurídicos de la Asamblea Nacional señala que el régimen apunta a la persecución de los «religiosos».
