Publican las memorias del Camino Neocatecumenal en Nicaragua

Compilan en una remembranza, la historia del Camino Neocatecumenal en Nicaragua donde se narran los 44 años (1974-2018) del inicio de las comunidades en una Managua que intentaba despertar del ocaso del terremoto de 1972

El equipo fundador del Camino Neocatecumenal en Managua publicó en España la primera edición de las Memorias titulada «¿Por qué Nicaragua?» donde narra de forma vivencial la génesis de la evangelización y la formación de las comunidades en el país.

El Camino Neocatecumenal con 20 mil comunidades en más de 5 mil 500 parroquias en 120 países del mundo, en 2009 cumplió 40 años de fundación, donde el Papa Francisco dio las gracias por el generoso servicio que ofrece a la evangelización por todo el mundo. En ese contexto, muchos catequistas han despertado el deseo de recopilar las memorias de la realidad Neocatecumenal en todos los países.

En Nicaragua, la historia del Camino Neocatecumenal fue compilada en una obra ilustrada que narra los 44 años (1974-2018) de las comunidades en una Managua que intentaba despertar del ocaso del terremoto de 1972, y en un momento en el que el «itinerario de formación católica», como fue llamado por el Papa Juan Pablo II, apenas se extendía por Europa.

La obra describió las primeras conversaciones en Madrid entre el equipo fundador de catequistas y el padre Miguel del Palacio, párroco de la Iglesia del Divino Redentor en Managua, quien había expresado su deseo de traer a Nicaragua las catequesis del Camino Neocatecumenal.

Hay fotografías y testimonios del equipo formado por el padre Pino Pronzato, Pilo Antelo y José Ángel Castillo, quienes dieron formación catequética en la gestación de las primeras comunidades en Managua.

La obra presenta el testimonio del padre José Ángel Castillo, responsable del equipo fundador, en una narración que despierta el inicio de una de las realidades católicas con mucha presencia en toda Nicaragua.

En la primera parte, la obra abordó la primera intercesión eclesial del cardenal Miguel Obando y Bravo, que casi de inmediato pidió la presencia del Camino en la Arquidiócesis de Managua, en un año en el que el Camino Neocatecumenal apenas se estaba extendiendo en España y en algunos países de Europa.

Las memorias van narrando la remembranza de las primeras catequesis, vocaciones, las primeras comunidades y la primera Vigilia Pascual larga en las parroquias del Divino Redentor, de la Santísima Trinidad (Waspán) y en la parroquia del Carmen, en la capital de Managua.

También describe la relación con los sacerdotes carmelitas y jesuitas ante el anuncio de las catequesis de iniciación cristiana en una Nicaragua que vivía un momento de crisis, mientras iba avanzando las catequesis en las parroquias Las Palma, Santa Ana y San Francisco Xavier, Inmaculada Concepción, San Judas y Ciudad Sandino.

La obra presenta documentos, fotografías y cartas que describen las primeras impresiones del equipo fundador que se movía entre Honduras y Nicaragua, quienes tenía comunicación epistolar con Kiko Argüello y el equipo internacional, mientras iba avanzando a países como Guatemala y El Salvador.

 

Luego explica el trabajo de equipos de itinerantes, vocaciones y el crecimiento del Camino Neocatecumenal en Managua, que en 1991 ya registraba presencia en 44 parroquias en Managua, León, Jinotega, Estelí, Granada y Chontales.

La primera parte de la obra cierra con confesiones inéditas del arzobispo de Managua Miguel Obando y Bravo y su trabajo en el inicio del Camino Neocatecumenal, a quienes el equipo fundador describen como una figura importante, que acogió el «itinerario de formación católica» en su génesis.
Para 1975, había comunidades en la parroquia Monte Tabor y en Altagracia.

En la segunda parte de las memorias se narra el trabajo de Rosario Mena y el padre José Oriol Castells en la evangelización fuera de Managua que continúo en Masatepe, Rivas, Granada, Ometepe, Cuapa, Chontales, León, Chinandega, Matagalpa y Mateare.

Para 1985 el camino Neocatecumenal nombró un equipo itinerante para las Diócesis en Nicaragua formado por Rosario Mena, Padre José Oriol y Esther Saravia.

En esa parte de las memorias, se describe el trabajo que se realizó en Estelí, Matagalpa, Ciudad Darío, San Rafael del Norte, Acoyapa y el inicio de las catequesis en las cárceles.

La remembranza dedica una parte a describir el desarrollo de las celebraciones y la realidad del Camino Neocatecumenal en los años ochenta, las dos visitas del papa Juan Pablo II y la relación con Santa Teresa de Calcuta.

En la siguiente parte se dedica un memorial biográfico que compartió el vidente Bernardo Martínez, responsable de la primera comunidad de Cuapa y luego continúa un acápite del trabajo del Camino Neocatecumenal en la defensa de la familia, en el contexto de la publicación de la Encíclica Evangelium Vitae publicada el 25 de marzo de 1995, por Juan Pablo II.

Las memorias describen todo el trabajo detrás de la construcción del Seminario Redemtoris Mater que tiene su génesis en febrero de 1997.Muestra la carta histórica firmada por el Cardenal Miguel Obando y Bravo donde hace la solicitud del proyecto, así como las fotos históricas de las conversaciones con la comisión de construcción el arquitecto y los primeros encuentros con Kiko Arguello para mediar los detalles de la construcción.

Es una de las partes más reveladoras de las memorias, donde se muestran fotografías y documentos sobre la pintura de la Corona Mistérica, que es una de la estética más representativa del seminario, los primeros egresados, entre otros temas.

Las memorias llegan a un punto en que se describe el trabajo del encuentro vocacional centroamericano de 2017 y el envío de la primera comunidad de El Redentor, en su primer viaje a Filipinas, donde fueron enviados a evangelizar, así como la importancia de las Jornadas Mundiales de la Juventud, en la que el camino ha dado mucha importancia por el semillero vocacional.

Por último, las memorias del Camino Neocatecumenal describen la historia de los catequistas José Angel Castillo, Lucía Napolitani, Juan Buignes, padre Fermín Muro, Maribel Solano y Nico Scura.

Leé Monseñor Carlos Enrique Herrera funge como presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua

Sin duda las memorias del Camino Neocatecumenal en Nicaragua guardan una historia profunda, inédita, personal, en la historia de la Iglesia Católica en el país.

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