La Arquidiócesis de Managua pidió a las autoridades a «deponer actividades innecesarias» contra religiosos.
«Expresamos nuestra solidaridad y cercanía a los fieles y sacerdotes de la Parroquia Santo Cristo de las Colinas en Managua, en donde su excelencia Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí se encuentra recluido en oración y ayuno», cita el comunicado publicado por la Arquidiócesis de Managua.
Comunicado de la Arquidiócesis de Managua (21/5/22). pic.twitter.com/nvmvw38TDW
— Silvio José Báez (@silviojbaez) May 21, 2022
La Arquidiócesis de Managua se mostró solidaria con los religiosos que «viven un ambiente de zozobra por su seguridad personal y la imposibilidad de ejercer su derecho a vivir y celebrar su fe en un ambiente de paz y libertad», citó en su comunicado, en referencia a la persecución y asedio que viven los religiosos».
La Iglesia señaló que la crisis «ha estancado a nuestra sociedad en un ambiente de inseguridad, polarización e intransigencia desencadenando una dinámica de división y antagonismos que impiden superar esta crítica situación nacional».
También la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) expresó su solidaridad este domingo con el Obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez Lagos tras denunciar que sufre asedio policial.
Los obispos de Nicaragua dijeron que monseñor Álvarez “siente zozobra por su seguridad personal y la posibilidad de ejercer su a derecho a vivir y celebrar su fe y cumplir su misión pastoral en un ambiente de paz”.
Álvarez mantiene una jornada de ayuno y oración para pedir el cese de la persecución en contra de la Iglesia Católica que se ha generado en los últimos días.
«Lo que pienso es que no solo de mí, sino que en general de los pastores de la iglesia», lo que el Gobierno quiere «es una iglesia muda, que no anuncie la esperanza del pueblo (…) y la denuncia del pecado personal y de las estructuras de injusticia», anotó el obispo Álvarez en una conferencia de prensa improvisada desde la parroquia Santo Cristo de Esquipulas, ubicada en las afueras de Managua.
«Si la Iglesia callara, las piedras gritarían», agregó el jerarca ante un reducido grupo de medios de comunicación, entre ellos la Agencia Efe, que logró ingresar a la parroquia antes de que fuera sitiada por decenas de agentes policiales.
Por su parte, los obispos de Nicaragua, señalaron que “como iglesia fiel a nuestra misión cristiana, siempre estaremos dispuestos a aportar al bien común, la reconciliación y fraternidad de los nicaragüenses”.
Los obispos manifestaron que su misión es “anunciar la verdad del evangelio”, aun en un contexto difícil.