David Aruquipa y Guido Montaño relataron los obstáculos que tuvieron que atravesar para llegar a formalizar legalmente su matrimonio, debido a que Bolivia no contaba con una legislación que los respaldara.
Voz de América
Se conocieron en 2009, se casaron en el 2018, pero recién este año su unión civil fue legal. David Aruquipa y Guido Montaño celebraron este 11 de diciembre, después de una larga lucha, el reconocimiento tan anhelado en Bolivia.
Apenas se conoció la resolución, los medios de comunicación nacionales e internacionales amplificaron la noticia y los mensajes de cariño, apoyo y celebración llegaron de todas partes, pero también algunos comentarios negativos, prueba de que el camino aún no es fácil.
Guido prefiere enfocarse en lo positivo porque además ve que una mayoría de la población levanta su voz para defenderlos y eso significa, desde su perspectiva, que “la sociedad ha cambiado y está dispuesta a defender los derechos humanos”.
“Recibimos muchas felicitaciones de todo el mundo, pero también mensajes contrarios, desalentadores, homofóbicos que promocionan el odio, aunque ha sido muy mínimo por suerte y nosotros no hemos tenido que hacer nada puesto que la gente misma ha reaccionado ante estos mensajes”, dice Montaño.
Unos 30 países reconocen actualmente el matrimonio homosexual, siguiendo el camino abierto por los Países Bajos en 2001. Las Naciones Unidas y otros organismos internacionales felicitaron a Bolivia por una decisión considerada “histórica”.
Sin embargo, para lograr este paso, la pareja tuvo que atravesar muchos obstáculos a nivel jurídico debido a que la legislación boliviana no reconocía su unión. En muchas ocasiones ellos pensaron en ir a vivir a otro país como Argentina o México para poder legalizar su matrimonio, pero siempre llegaban a la conclusión de que lograrlo en Bolivia sería un avance para toda la comunidad.
“Dos años y medio con la tortura de hacer este trámite, pero queríamos hacerlo, queríamos demostrar en la práctica que cuando manejas los derechos humanos puedes hacer justicia con tu vida”, asegura emocionado David.
En el camino el apoyo legal fue importante, representado en el compromiso del colectivo de abogados “Derechos en acción” que celebró la decisión en el país.
Este paso, también es un llamado para que haya mayor compromiso de las autoridades, asegura Raysa Torriani, activista y directora de Mesa de Trabajo Nacional, una organización que vela por las poblaciones vulnerables en Bolivia.
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“La lucha sigue teniendo grandes conquistas y se hace desde las calles, esta decisión es un gran avance porque es una lucha de muchos sectores que han ido incidiendo en la política hasta lograrlo, y ahora es tiempo de que el gobierno nacional y los gobiernos regionales asuman acciones viendo otros temas como la adopción que es un derecho de las personas LGBTI y también el aborto”, enfatiza Torriani.
David Aruquipa, un administrador de empresas de 48 años, y Guido Montaño, un abogado de 45, están convencidos de que este es solo el inicio porque aún quedan muchas más batallas que ganar en el reconocimiento de los derechos humanos porque aún hay espacios de discriminación.
Ambos activistas y fanáticos de los viajes ven con optimismo su futuro y compartieron con la Voz de América sus próximos planes.
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Lo que nos queda como pareja es “seguir amándonos obviamente en este proyecto de vida juntos”, dice David. Guido adelanta que tienen pensando, el próximo año, “hacer una fiesta con bombos y platillos y festejar en grande este acontecimiento”.
El logro de la pareja pone a Bolivia en el mapa de los países que reconocen este derecho y da esperanza a la comunidad LGBTI que tiene otras historias de amor como la de David y Guido.