Nicaragüense exiliada en España recibe el Premio de Derechos Humanos 2021 en representación de Vilma Núñez

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Redacción / IP Nicaragua

La nicaragüense exiliada Helen Arauz recibió este 10 de diciembre en representación de la directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez de Escorcia, el Premio Derechos Humanos 2021, otorgado por la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDH).

La APDH otorga sus reconocimientos anuales que desde 1976 distinguen a defensoras y defensores nacionales e internacionales de los Derechos Humanos,

La entrega del premio se hace cada 10 de diciembre cuando se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Núñez quien participó en la premiación vía zoom, no pudo recibir el premio por los riesgos que implica para ella tratar de salir del país, pero nombró como su representante a Arauz, una víctima del régimen que fue agredida por turbas sandinistas cuando  participaba de la última marcha de 2018 y a quien ella acompañó al hospital.

Arauz posteriormente tuvo que huir junto a su hija a España, donde trabaja como empleada en un hogar en Barcelona.

Su trayectoria en la defensa de los derechos humanos

Núñez de 83 años lleva toda una vida comprometida con la causa de los de los derechos humanos, desde sus primeros años en la facultad de Derecho de la ciudad de León.

Primero, bajo la dictadura Somocista y poco antes del triunfo de la revolución sandinista fue encarcelada y torturada por varios meses. Más tarde en medio de la revolución sandinista.

Núñez fue vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia y ahora se enfrenta a un nuevo régimen dictatorial del exrevolucionario y mandatario de Nicaragua Daniel Ortega.

Doña Vilma como es llamada popularmente en Nicaragua es una de las defensoras de derechos humanos que más ha hecho eco en denunciar los crímenes y la violencia que se han incrementado desde la represión que emprendió el régimen contra las protestas civiles que empezaron en abril de 2018.

La crisis sociopolítica dejó un saldo de 355 muertos, cientos de presos políticos y unos 108,000 exiliados, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Desde los años noventa preside el Cenidh con un equipo que sigue trabajando bajo muchas presiones y restricciones, sin oficina y sin personería jurídica, arrebatadas por el régimen de Ortega desde diciembre de 2018.

Siguen cumpliendo con su labor

De forma virtual, la directora del Cenidh agradeció el reconocimiento a su trayectoria.

“Agradezco que se hayan fijado en nuestra labor en medio de un mundo lleno de problemas gravísimos”, dijo Níñez.

“Me encuentro en mi casa, pero no me siento libre. Estamos trabajando desde aquí porque nos quitaron la oficina del Cenidh, además de la personería jurídica. Por las presiones y amenazas recibidas tenemos que trabajar así y adaptarnos. No me encuentro cómoda defendiendo los derechos humanos desde un escritorio. Estoy acostumbrada a acompañar a las víctimas y hablar con las autoridades en su defensa, pero esta es la situación y seguiremos haciendo lo que podamos”, expresó Núñez este viernes a un medio internacional.

Las antiguas oficinas del Cenidh fueron tomadas por el régimen de Daniel Ortega.

A la vez destacó que “tenemos un equipo que hace una magnífica labor pese a todas las limitaciones impuestas por la represión del régimen y también por pandemia de la covid-19. Aunque seguimos documentando e investigando casos de violaciones de derechos fundamentales, me siento disminuida en la tarea de ayudar a la gente que nos necesita”.

 

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