Nicaragua: Violencia contra las mujeres incrementó en los últimos cuatro años, según el Cetcam

El estallido de la crisis sociopolítica en 2018 y los efectos de la pandemia de covid-19 dinamizaron las formas de violencia contra la mujeres, revela el informe “Quebrar el cuerpo, quebrar el alma. La reconfiguración de las violencias hacia las mujeres en Nicaragua. 2018-2021”, presentado por el Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam).

Elvira Cuadra, autora de la investigación y directora de Cetcam, explicó que «la motivación para la investigación viene de ver cómo hay una violencia política dirigida hacia las mujeres que se acentúa a partir de 2018 en contra de defensoras, líderes políticas y periodistas».

«Eso existía desde antes de 2018, pero a raíz de 2018 se acentúa y en el contexto de la pandemia la combinación entre crisis sociopolítica y pandemia comienza a dinamizar otras formas de violencia contra las mujeres, como por ejemplo los femicidios, la violencia sexual, violencia psicológica y diferentes formas de violencia», sostuvo Cuadra.

Incremento de femicidios en Nicaragua

El informe expone las formas de violencia contra las mujeres que se venían mostrando, como los informes del Instituto de Medicina Legal y del Poder Judicial que muestran cómo las violaciones en niñas menores de 14 años se incrementaron entre 2019 y 2020, y lo mismo sucedió con la violencia psicológica en esos mismos años.

Asimismo los datos de Católicas por el Derecho a Decidir revelan un incremento de femicidios, pero particularmente de los femicidios frustrados.

«Eso tiene un crecimiento mucho más alto que el aumento de los femicidios, lo que quiere decir que esas mujeres están vivas de pura casualidad, porque la intención tiene que ver con eliminar a la mujer, matarla», señaló Cuadra.

Mujeres desprotegidas

La investigación muestra que en términos de políticas de gobierno realmente ha habido una «voluntad de dejar a las mujeres desprotegidas», algo que comenzó antes de 2018, pero se ha incrementado a lo largo de este período.

El estudio detalla que las formas de violencia y su incremento ocurren en medio de una profunda desprotección hacia las mujeres, debido al desmantelamiento de mecanismos e instrumentos institucionales para la protección de sus vidas e integridad, tales como la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres (Ley 779) y las Comisarías de la Mujer y la Niñez que fueron desactivadas por el Gobierno desde antes de 2018 y reabiertas nuevamente pero con un enfoque diferente.

En ese enfoque en realidad no brinda una atención integral a la mujer y lo que hace es forzarlas para que medien con sus agresores y que estos queden en la impunidad, denuncian.

«El otro tema importante tiene que ver con la Ley 779 de prevención de violencia contra las mujeres y todas las reformas que se han hecho y cómo con las reformas que se han hecho quedan a un lado porque no hay cómo aplicarlas porque las autoridades de administración de justicia, los tribunales de justicia, realmente no toman en consideración estos elementos a la hora de consideración para las mujeres», agregó Cuadra.

Factores aceleradores de violencia contra las mujeres

Cetcam menciona como factores que aceleraron la violencia contra las mujeres la crisis sociopolítica, la pandemia de Covid-19, el cierre de organizaciones no gubernamentales y hasta fenómenos naturales como los huracanes.

En el caso de la Costa Caribe, los efectos de la pandemia se combinaron con la devastación provocada por los huracanes Eta y Iota que impactaron la región a finales de 2020.

Las comunidades indígenas, y particularmente las mujeres, fueron las más afectadas por la destrucción de sus bienes, la escasez de alimentos, la falta de acceso a servicios médicos y medicamentos, entre otras cosas.

«El cierre masivo ha sido en 2022, pero efectivamente eso significa y va a significar más adelante que realmente las mujeres queden en un estado de desprotección, porque frente a una institucionalidad estatal que no las atiende, que no las protege, que no les ofrece justicia, un recurso eran las organizaciones de mujeres defensoras y que atendían víctimas de violencia y ahora eso no existe», añadió Cuadra.

Principales hallazgos

Uno de los principales hallazgos que revela el informe tienen que ver con la convergencia de crisis sociopolítica, pandemia y crisis económica en Nicaragua, lo que ha significado que la violencia contra las mujeres asuma múltiples formas y en diferentes ámbitos se han dinamizado, porque se han incrementado y han cambiado en la manera en que ocurren.

«Hay más saña, tanto en las violaciones como en los femicidios y en algún otro tipo de violencia directa y agresiones físicas hacia las mujeres», señaló Cuadra.

A la vez agregó que «la otra cosa que tenemos es que en este período se ha incrementado la violencia política contra las mujeres y no solo se ha incrementado sino que ha adquirido formas o una racionalidad específica que tiene la intención de subordinar, de controlar, de contener la participación política de las mujeres».

Violencia en Nicaragua contra mujeres presas políticas

También menciona el tipo de tratamiento que se les ha dado a las mujeres presas políticas en Nicaragua y a las mujeres familiares de personas presas políticas porque hay una intención expresa de causar daño.

«Por eso la investigación se llama quebrar el cuerpo, quebrar el alma, porque lo que intentan es a través de las agresiones físicas, de toda esa tortura y ese tratamiento inhumano a las prisioneras políticas, convertirlas en mujeres subordinadas y no en mujeres que desafían al sistema y al poder, que en este caso es representado por el gobierno de los Ortega Murillo», afirmó Cuadra.

Nicaragua

Menciona además entre las formas de violencia el exilio y el desplazamiento forzado, disfrazado de migración.

“En el ámbito político es el Estado quien está agrediendo a las mujeres, eso tiene como efecto que los otros hombres se ven reflejados en eso, alentados por el Estado para cometer violencia contra las mujeres y no recibir ningún castigo”, manifestó Cuadra.