Arturo Cruz, el político y catedrático preso, que promovió el debate en Nicaragua

Juicios contra opositores: Arturo Cruz es llevado al banquillo de los acusados

Redacción / IP Nicaragua

Arturo Cruz se perfiló como el precandidato que defendió el debate como una práctica urgente en la sociedad nicaragüense.

Después de desarrollar una modesta precampaña que duraría dos meses, Cruz fue sorprendido en el Aeropuerto de Managua el 5 de junio de 2021 tras retornar de Estados Unidos, donde fue detenido por la Policía Nacional.

Inmediatamente las autoridades emitieron un comunicado indicando que era acusado de traición a la patria.

¿Quién es Arturo Cruz?

Cruz marcado por 25 años de ser catedrático del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) y profesionalmente es economista y asesor del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), partido con el que siempre aseguró sentirse cómodo.

El 26 de abril inscribió su precandidatura en ese bloque opositor integrado por el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD); pero el 6 de agosto, el Consejo Supremo Electoral (CSE) anunció la suspensión de la personería jurídica de la Ciudadanos por la Libertad (CxL), en virtud de lo establecido a la Ley 1055 de Soberanía, la Ley de Agentes Extranjeros y la Ley de Seguridad Soberana.

Arturo Cruz, aun es recordado como el embajador de Nicaragua en Estados Unidos que sorprendió con su aspiración de competir en unas elecciones presidenciales.

“Lo que estamos proponiendo es que todas las fuerzas de oposición en unión insistan en lo que tenemos derechos a insistir, en tener elecciones competitivas, en tener elecciones creíbles, en tener elecciones sin el sufrimiento de los presos, sin el sufrimiento de la gente”, destacó muchas veces.

«El debate es consustancial a la democracia. Solo el autócrata no debate, dicta porque no necesita persuadir, solo imponer, por eso usa la fuerza. Los demócratas estamos obligados a convencer, a debatir nuestras propuestas, a defenderlas frente a otros precandidatos», señaló en sus redes sociales.

También realizó consultas ciudadanas en la que incentivaban a los usuarios a hacerles preguntas sobre su visión de país.

“¿Creen que los precandidatos deben someterse a debates públicos televisados para exponer sus propuestas, y que la gente pueda evaluar su desempeño?”, preguntó a sus seguidores el profesor Cruz.

Arturo Cruz fue el precandidato saltó a la opinión pública con un discurso que invitaba al debate público, a la apertura con los medios de comunicación.

Una vez respondió a Fabio Gadea Mantilla, director radial de mucha trayectoria y respeto entre la comunidad de medios de comunicación de Nicaragua.

El intercambio inició porque Gadea Mantilla dijo que Cruz garantizaría un «Orteguismo sin Ortega».

Cruz fue criticado porque llamaba a la inclusión de todas las facciones políticas, incluso, decía que su plan involucraba a los sandinistas que mantenían lineamientos con el Gobierno actual.

Según Cid Gallup, el crecimiento de Cruz quedó patentado en la opinión pública con una valoración favorable entre los nicaragüenses de apenas el 25% en enero de 2021, cerrando la encuesta con una aceptación favorable del 52% en septiembre de 2021, después de su encarcelación. Ahí inició un nuevo capítulo para el catedrático.

Con 67 años de edad, Cruz se caracteriza por tener una carrera académica de alto nivel, tiene un doctorado en Historia por la Universidad de Oxford en Inglaterra. Es máster en relaciones internacionales por la Universidad de Johns Hopkins en su sede de Washington, ciudad donde también cursó sus estudios de licenciatura en Ciencia Política en la Universidad Americana.

Fue Embajador de Nicaragua en Washington en los dos primeros años de la administración de Daniel Ortega. Ha sido criticado por haber formado parte de la comisión que se enrumbó a China, como parte de los empresarios para conocer del proyecto del Gran Canal Interoceánico.

Cuando le preguntaban sobre su trabajo de embajador en el gobierno de Ortega respondía que fue a solicitud del ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter.

«Carter miraba la situación de Nicaragua muy inserta con la administración de Ortega. Había un gran temor que regresáramos a la época de los 80%. Yo asumí el puesto de embajador pensando en el interés nacional. Lo hice durante dos años y cuando las elecciones de Managua no estuvieron a la altura creíbles y justas, yo dejé el cargo», concluía.

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