Eva Inestroza
La Policía Nacional cometió tres delitos está mañana en la detención forzada de una testigo del incendio de la capilla de la Catedral de Managua, afirmó el asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas.
Según el especialista, los delitos cometidos son: allanamiento ilegal, detención ilegal y abuso de autoridad y funciones.
Eso podría convertir la investigación del suceso de la catedral en una situación ilegítima, explicó Cuevas.
La testigo, que se identifica como Alba Ramírez, describió este viernes ante los medios de comunicación al supuesto hombre que lanzó una bomba molotov dentro de la capilla de la Catedral de Managua, que destruyó la imagen de la Sangre de Cristo y parte del local.
Un vídeo que circula en redes, muestra la manera violenta en que la Policía sacó a Ramírez, quien se encontraba en Catedral en horas de la mañana de este sábado. Lo oficiales la toman a la fuerza y casi la arrastran. Ante este hecho, el padre Said Ali, vicario de Catedral, sostiene a la testigo del brazo derecho y la acompaña, aparentemente hasta el lugar al que la trasladaron.
Acción nula
Todo lo que se produzca o resulte después de esa detención “ilegal”, la consecuencia de la acción será nula, si el objetivo de la Policía es ofrecerla como testigo, explicó el asesor legal de la CPDH.
“Supongamos que a ella la traten de ofrecer como testigo, por todos los procedimientos que hizo la Policía es una obtención ilegítima de prueba”, afirmó Cuevas.
El activista también recordó que, a raíz de la crisis sociopolítica, de abril de 2018, en Nicaragua se ha sido testigo del cambio de testimonio en diferentes casos, por lo que esta vez no sería la excepción.
«Supongamos que salga una confesión nueva, que ellos (la Policía) quieren que diga, diferente a la que la testigo (Ramírez) brindó ayer, entonces, eso es nulo. Todo eso está pervertido por una acción ilegítima de las autoridades», sentenció el activista defensor de derechos humanos.
Procedimiento incorrecto e ilegal
De acuerdo con Cuevas, lo que ocurrió este sábado en la Catedral es un abuso muy característico de las autoridades nicaragüenses.
Indicó que lo que debió haber sucedido en este caso, si es que las autoridades tenían un verdadero interés investigativo era enviar una cita a la testigo, dónde se le indicara el objetivo de la cita, o bien, los oficiales también pudieron haber llegado de manera amable y pedirle que los acompañará para brindar su testimonio formalmente.
«La trataron peor que a un criminal, porque si no se debe tratar así a un delincuente, mucho menos a una testigo», comentó.
El objetivo es amedrentar
La actitud de los oficiales de la Policía Nacional, según Cuevas, se interpreta como si quisieran tratar de inculpar a Ramírez por lo ocurrido en la Catedral ayer.
«O sea, que van a tratar de formularle algún tipo de cargo o por lo menos amedrentarla para que no siga divulgando el testimonio que dio».
También lo califica como parte de un mensaje para sembrar el terror en quienes presenciaron los hechos, en todo aquel que haya visto y que con sus testimonios se pueda llegar a la verdad.
«Quieren amedrentar a todo aquel que quiera dar un testimonio verídico de lo que ellos pudieron ver. Lógicamente ahora, van a ponerse nerviosos y no van a decir las cosas tal y como las vieron”, aseveró.
Incluso, «hemos visto en otros casos que los testigos han tenido que huir, esconderse por temor a que les pase lo mismo», añadió.