Redacción Billete / IP Nicaragua
En Nicaragua no se sabe cuánto han caído los ingresos en concepto de remesas familiares debido al covid-19, porque desde hace un año desaparecieron las estadísticas del Banco Central de Nicaragua, pero en otros países, como Honduras, El Salvador y Guatemala ya se reportan grandes reducciones en los meses de marzo, abril y mayo pasados.
Según el Banco Central de El Salvador, solo en mayo último las remesas familiares experimentaron una reducción de 18 por ciento. Pero, en abril ya habían sufrido una caída del 40 por ciento.
En mayo de este año, según la entidad gubernamental de El Salvador, el ingreso de remesas fue de 414.3 millones de dólares, pero el año pasado en el mismo mes recibieron 505.5 millones. Es decir, 91.2 millones de dólares menos.
En abril, los salvadoreños solo registraron 287.3 millones de dólares, 191.7 millones menos, comparado con los 479 millones de dólares de abril de 2019.
Entre enero y mayo de 2020, las remesas familiares recibidas por El Salvador totalizaron 2,015.1 millones de dólares, 264.5 millones menos, equivalentes a una disminución de 11.6% con respecto al mismo período de 2019.
En Guatemala, las cifras del Banco Central indican que los flujos de remesas comenzaron a sufrir desde marzo último.
Entre marzo y mayo último, de este 2020, los guatemaltecos han dejado de recibir alrededor de 392 millones de dólares, con respecto al mismo período de 2019.
En ese país, en marzo los montos por remesas familiares sufrieron una caída de 9.7 por ciento; en abril, de 20.2 por ciento; y en mayo, de 14.1 por ciento.
Guatemala es el país de Centroamérica que más ingresos recibe desde el exterior en concepto de remesas. Entre enero y mayo de 2019, esa nación recibió 4,045 millones de dólares, pero en este año sólo ha recibido 3,917 millones en ese mismo lapso de tiempo. Es decir que en lo que va del año han perdido 128 millones de dólares. Esto porque, las pérdidas de los últimos tres meses se compensan con el crecimiento que habían registrado en los tres primeros meses del año.
Según Forbes, en Honduras las remesas sufrieron una disminución de 230 millones de dólares, entre el 13 de marzo al 17 de abril del 2020.
“Del 13 de marzo al 17 de abril del 2019, Honduras recibió en remesas 540 millones de dólares, pero, en esa misma fecha del 2020 bajaron a 310 millones de dólares, un 43 por ciento menos que se han dejado de percibir traducidos en alrededor de 230 millones de dólares en 34 días”, explicó Forbes, citando al presidente del Banco Central de Honduras, Wilfredo Cerrato.
Nicaragua, un país sin estadística
Los montos recibidos en concepto de remesas en Nicaragua eran actualizados puntualmente todos los meses por el Banco Central del país, pese a que otras estadísticas ya habían desaparecido del sitio web de la entidad.
El turno de las remesas llegó en julio del año pasado. En ese mes, el BCN ya no dio a conocer cuánto había llegado al país, como producto del trabajo que hacen los nicaragüenses en otros países como Estados Unidos, Costa Rica y España.
En ese momento no existía la crisis del coronavirus, sino los rezagos de la crisis sociopolítica que empezó en el país en el 2018.
A la fecha no se sabe cuánto han disminuido los ingresos por remesas al país.
Según el centro de pensamiento Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), la recesión de la economía internacional hará que las remesas enviadas a Nicaragua sufran una contracción de entre 5.1 y 18 por ciento en 2020.
El Banco Mundial (BM) alertó recientemente que los flujos de remesas a la región latinoamericana se reducirán probablemente en un 19.3%.
El BM indicó que “la caída proyectada, que será la más abrupta de la historia reciente, se debe en gran parte al desplome de los salarios y el empleo de los trabajadores migrantes, que suelen ser más vulnerables a la pérdida de puestos de trabajo y de salarios durante las crisis económicas de los países que los albergan”.
“Considerando que en abril la economía estadounidense se convirtió en el centro de la pandemia por covid-19, es en ese mes cuando se experimentaron los mayores efectos por la paralización de las actividades económicas y un mayor nivel de desempleo incluso que el observado en la crisis de 2008-2009”, aseveró en una nota el Banco Central de Reservas de El Salvador.