Damnificados en Waspam claman por ayuda, mientras autoridades rechazan que les brinden apoyo

En río Coco Abajo, unos 11 mil pobladores que fueron evacuados de las riberas del Wanky por la alcaldía municipal, se encuentran en albergues, iglesias y edificios disponibles en las comunidades de Koom y Wasla.

*Alcaldías mantienen a damnificados encerrados en albergues, vigilados por policías y miembros del Ejército, denuncian un cominitario y una concejal indígena.

Orlando Valenzuela

Más de 15 mil pobladores de las riberas del río Coco afectados por el huracán ETA, se encuentran hacinados en centros de refugio distribuidos en Waspam y las comunidades de Koom y Wasla a la espera de ayuda, donde no existe ninguna medida de prevención contra la pandemia del covid-19.

Los damnificados están padeciendo enfermedades de la piel por dormir en el piso de cemento, y muchos se quejan de solo recibir dos tiempos de comida, que por lo general es solo arroz y frijoles, según denuncias hechas por líderes indígenas de la zona.

Además de haber perdido sus cosechas por el reciente paso del huracán ETA, los damnificados, que ya tienen más de 10 días de haber sido evacuados de sus comunidades, ahora enfrentan las consecuencias del huracán Iota, que según los meteorólogos, dejará más destrucción que su antecesor.

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El comunitario Eliézer Padilla Cardona, desde Waspam señaló que en esta ciudad ribereña del río Coco hay más de 5 mil personas evacuadas de varias comunidades, los que se encuentran ubicados en colegios públicos, el Instituto Nacional Tecnológico (Inatec) e iglesias de todas las denominaciones religiosas y que solo el sábado fueron trasladadas 270 familias de una comunidad cercana a esta ciudad.

Padilla Cardona mostró su molestia porque funcionarios de la alcaldía municipal, con el apoyo de la Policía y el Ejército no permiten que nadie se acerque a los albergues a llevarles alimentos y otro tipo de ayuda a los damnificados.

“Cuando queremos llevar algo de alimento, una ayudita a la gente que está en los albergues, no nos dan pasada. A esa gente la tienen encerrada, no tienen salida; si alguien les quiere llevar algún apoyo no lo dejan pasar, allí están los de la alcaldía con la Policía alrededor impidiendo que les den apoyo a la gente necesitada”, denunció el comunitario.

Añadió que los políticos de la alcaldía también obstruyeron la entrega de alimentos y otros víveres que pretendían entregar organizaciones de derechos humanos, la iglesia morava y movimientos sociales, aduciendo que ellos solo llegan a hacer campaña y a hablar mal del gobierno.

Aseguró que hace cuatro días un grupo solidario fue a entregar ayuda a una comunidad cercana a Waspam, pero en medio camino se toparon con un tranque puesto por la Policía, que junto con sujetos de la alcaldía les impidieron llegar a entregar la ayuda.

“Nos detuvieron, nos registraron todo, nos bajaron los productos; comida, ropa, agua, bebidas naturales, nos detuvieron cuatro horas, hasta que después no dieron pasada, pero cuando llegamos al centro de albergue, no nos dejaron entrar, la gente estaba enllavada y no la dejaban salir», relató.

Dijo que la gente estaba gritando para que les entregaran la ayuda, pero los políticos y las autoridades policiales no les dieron chance de entregar nada.

“Ellos reciben la comida donada, la almacenan y hasta hacen política en los centros de albergue. Después les dan la comida a la gente y les dicen: ‘esto viene del buen gobierno en coordinación con la alcaldía municipal’, todo lo tienen politizado, la gente se siente mal con esto”, refirió Padilla Cardona.

Sin medidas para el covid-19

A pesar de la amenaza de la pandemia del covid-19, el comunitario refirió que en los albergues no se toman medidas de prevención contra el virus.

“Ahorita la gente está como cuando llevan ganado en lo camiones; pegaditos, sin medidas contra el covid, sin mascarillas, sin alcohol, nada les dan”, añadió Padilla Cardona.

Mientras, en río Coco Abajo, unos 11 mil pobladores que fueron evacuados de las riberas del Wanky por la alcaldía municipal, se encuentran en albergues, iglesias y edificios disponibles en las comunidades de Koom y Wasla.

La líder misquita y miembro del Concejo Regional, Adolfina Angas Zamora, dijo que son más de 11 mil los damnificados que se encuentran refugiados en 12 albergues distribuidos en las dos comunidades antes mencionadas.

La concejal también denunció el mismo patrón de funcionamiento de los albergues a cargo de las alcaldías, donde existe un estricto control sobre estos centros de refugio.

“Allí todo lo tienen politizado, la población quiere llevarles alimentos a los damnificados, pero la gente del gobierno, de la alcaldía con la Policía y el Ejército, no permiten que se les lleven nada y rechazan a las personas que llevan ayuda”, denunció la funcionaria.

La representante de los misquitos se mostró preocupada por la salud de las personas aglomeradas en los refugios.

“Ahorita los niños están con malaria y como duermen en el piso de cemento, entonces les da calentura y se enferman. Llevaron unos colchones, pero no se los dieron, la gente sigue durmiendo en el piso, todavía tienen guardados los colchones,  no sé para qué, pero la gente los necesita, la gente está sufriendo”, lamentó Zamora.

La funcionaria cuestionó el hermetismo con que se manejan los centros de refugio y la política de rechazo de ayuda de la población a los damnificados.

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