La campesina Elea Valle, a quien el Ejército de Nicaragua, le asesinó a dos de sus hijos y su esposo, en noviembre de 2017, en la comunidad de San Pablo, en la Cruz de Río Grande, de la Costa Caribe Sur, solicitó mediante un audio ayuda económica y atención médica.
«En estos momentos no tengo nada de dinero, no tengo nada de comida, pero yo les digo a mis hijos Dios proveerá», expresó Valle, en un audio divulgado en redes sociales.
La madre y viuda, que aún demanda justicia al Estado de Nicaragua por el atroz crimen, quedó sola con sus tres hijos menores después de la masacre.
Elea Valle vive refugiada en Costa Rica
El hijo menor de Valle es discapacitado y su situación económica ha empeorado tras el asesinato de sus familiares.
La campesina tuvo que dejar su casa en la Costa Caribe Sur, por miedo a represalias y durante los últimos años ha alquilado en distintos lugares, incluido Managua. Actualmente se encuentra refugiada en Costa Rica.
«A mí me asesinaron a mi niña de 16 años, a mi niño de 12, en Nicaragua los criminales asesinos. Todo eso ha venido causando muchas complicaciones en mi salud, me cayó depresión de todo eso que le hicieron a mi familia», declaró Valle este martes al diario La Prensa.
Además expuso que «económicamente estoy mal, usted sabe lo que se gana en una casa, alquiler, comida».
Valle que cuida a sus hijos menores, y en especial al niño con discapacidad, no tiene trabajo fijo, pero se gana la vida limpiando y planchando ajeno, aunque no le es suficiente para cubrir los gastos primarios.
«A veces me salen cositas, pero no me ajusta y por eso he dejado la vergüenza y he pedido ayuda a aquellas personas que quieran colaborar y tengan ese buen corazón», agregó.