Los Caciques del Diriangén vengaron la derrota sufrida ante el mismo Managua FCen la final del año pasado.
Harold Briceño Tórez
Diez meses después de perder la final de la Copa Nicaragua ante el Managua FC, los Caciques del Diriangén consumaron su venganza la noche de este miércoles en el Estadio Nacional, donde respaldados por centenares de aficionados diriambinos doblegaron 1-0 al mismo club capitalino que los venció en el 2019, para consagrarse campeones de Copa por novena vez en su historia.
A cuatro minutos para que el árbitro pitara el final del encuentro, el uruguayo Bernardo Laureiro cobró un tiro libre y trazó un centro impecable hacia el poste izquierdo de la cabaña del Managua FC, donde apareció Alexis Ramos para con un cabezazo monumental marcar el 1-0 y vestirse de héroe. Poco tiempo después sonó el silbatazo final y Diriamba entera explotó de júbilo. Diriangén volvió al trono.
Primer tiempo del Managua
La primera parte del encuentro no fue tan agradable para el conjunto de uniforme blanco y negro, pues el Managua FC empezó con ímpetu y tomó las riendas del partido. Tanto que en el minuto seis, el portero Justo Lorente tuvo que exigirse al máximo para retener un balón cabeceado consecutivamente dentro del área por Kevin Serapio y Brayan Castillo tras un centro del español Pablo Gállego.
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Fue hasta después de 15 minutos que los diriambinos empezaron a encontrarse en el partido, gracias a los disparos de larga distancia de Bernardo Laureiro y a las escapadas de Erick Mendoza por la banda derecha. Sin embargo, la opción más clara de gol en la primera mitad fue para los capitalinos. Danilo Zuñiga disparó con potencia y precisión al ángulo superior derecho de la portería de Lorente, quien realizó un vuelo magistral para sacar el balón y mantener el 0-0 en la pizarra.
Diriangén mejora versión
Para la segunda parte, el técnico Flavio da Silva decidió ingresar a Abner Acuña y a Luis Fernando Coronel, quien le dio dinamismo al juego del equipo. De pronto, como si en el descanso hubiera ocurrido algo que les cambio la mentalidad, los Caciques empezaron a fabricar opciones de peligro, tantas que el gol pareció inminente. Diriangén dominaba el balón, mientras el Managua lucía aturdido. Así el tiempo corría y todos en el Estadio Nacional se preparaban para el tiempo extra, hasta que apareció el invitado especial por medio de una jugada a balón parado.
Bernardo Laureiro cobró un tiro libre y le dio con tanta elegancia al esférico, que este trazó un viaje perfecto hasta el poste izquierdo de la portería defendida por Lesther Acevedo, donde apareció sin marcación alguna Alexis Ramos, quien se elevó cuan alto le fue posible y cambió la trayectoria del balón hacia la portería para el 1-0 definitivo.
Intentó el Managua FC conseguir el empate, pero fue demasiado tarde. Ya nadie podía detener la fiesta que en Diriamba hacía olvidar la irregular temporada de los Caciques en Liga Primera.
Foto portada: El gol de la victoria llegó hasta el minuto 86 del partido. Cortesía Twitter Caciques del Diriangén.