Redacción / IP Nicaragua
Los familiares de los presos políticos que permanecen en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Chipote» advirtieron que la vida de sus parientes sigue estando en riesgo y piden que se detenga la política de “tortura y exterminio”.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo autorizó visitas a los familiares de los presos políticos, encarcelados en el nuevo Chipote, entre el 10 y 12 de junio, luego de 43 días de incomunicación.
Esta es la octava visitan que realizan en un año que llevan presos arbitrariamente, afirman.
El comunicado leído este martes por Victoria Cárdenas, esposa de Juan Sebastián Chamorro, indica que todos han perdido peso, pero no saben cuánto porque no se les ha dicho.
“Persiste la falta de atención médica oportuna y esperan hasta último momento para atenderlos, cuando las personas están muy mal”, indicó.
Cárdenas sostuvo en voz de todos los familiares de los presos políticos de la DAJ “se mantienen las celdas a oscuras, las pocas horas o carentes horas de luz solar.
Después de la octava visita, los familiares demandan detener el confinamiento; que se les permita recibir paquetería semanal que incluya alimentación; que se permita intercambio de cartas; que se les permita Biblia y material de lectura y escritura; que reciban atención medica con tratamientos adecuados.
“Un grito desesperado”
Cárdenas expresó que este comunicado es un “grito desesperado” por la liberación de los presos políticos por las condiciones en las que se encuentran, porque son inocentes y porque su salud está en riesgo.
Por su parte, Berta Valle, esposa de Félix Maradiaga, añadió que ya no están entregando reporte de peso de los presos políticos.
“No hemos tenido atención médica, no hemos tenido atención médica especializada. Ya ha pasado de ser política, esto es otra cosa. No hay exámenes, no hay atención médica y los abogados no están al tanto. Te llevan a la clínica y nunca los entregan”, afirmó Ulises Rivas, exreopolítico en el exilio.
Los familiares del cronista deportivo Miguel Mendoza, dijeron que las visitas médicas no son recurrentes, no son programadas y en el caso del comunicador requiere atención médica por sus padecimientos. “Está más delgado, su piel está más amarilla”, señalaron.
Precisamente por los padecimientos de algunos presos políticos es que los familiares enfatizaron la importancia de que los reos reciban paquetería.
En el caso de Suyén Barahona, quien se encuentra en una celda de aislamiento, comentaron que la incomunicación no es solo para ella, sino para todo los presos políticos a quienes no les permiten ni siquiera materiales de lectura. “Ni una nota de un familiar, un dibujo de su hijo, una carta, absolutamente nada”, confirmaron.
Presos políticos de otros sistemas penitencias
Cárdenas agregó que además se han dado “golpizas” en algunos sistemas penitenciarios.
Este fin de semana, la plataforma Monitoreo Azul y Blanco, denunció a través de sus redes sociales que el preso político Jerling Uriel Cruz Ortiz, de 20 años, fue golpeado por funcionarios del Sistema Penitenciario Regional de Waswalí, Matagalpa, donde está encarcelado desde hace dos años.
En mayo pasado, también los presos políticos Emiliano Zeledón, y los hermanos Dorling y Oliver Montenegro fueron víctimas de golpizas propinadas por los funcionarios de ese mismo penal, por participar en huelga de hambre.
Los familiares indicaron que en el Sistema Penitenciario, Jorge Navarro, de Tipitapa, conocido como La Modelo, también los tratos son crueles y “la palabra de Dios se ha convertido en un delito”, porque tampoco se les permite acceso a materiales de lectura como la Biblia.
Los familiares y algunos expresos políticos hicieron un llamado a la unión para lograr la libertad de los presos de conciencia.