Elaboración de las sartas de flores en Monimbó, una tradición de muchos años

Redacción / IP Nicaragua

Al acercarse la Semana Santa, los monimboseños se destacan por elaborar sartas de flores como parte de una promesa que mantienen y que se resiste a desaparecer.

Entre los dedos de doña Rosa Pérez, se van formando anillos de flores que luego darán como resultado una sarta.

A su alrededor también están otras mujeres trabajando entre un cúmulo de pascuas, rosas, mi flor y chivitos, una planta silvestre.

Las mujeres devotas durante la elaboración de las sartas de flores.

En la cocina se escucha el sonido de las pailas donde se elabora arroz a la valenciana pues se va acercando el mediodía y es una costumbre poder repartirlo como una forma de agasajo.

Así transcurre todos los tiempos de la Cuaresma en el barrio indígena de Monimbó, cuyas flores son puestas para adornar el Santo Sepulcro y la imagen del Jesús Nazareno del Calvarito de Monimbó.

«Patrona de las flores»

Recibir las flores, hacer las sartas y repartir comida es parte de una promesa que tiene doña Miría Cristina Vásquez Gaitán, quien es la “Patrona de las Flores” en Monimbó.

Por milagros recibido de Jesús Nazareno la labor es parte de “una deuda” que conserva desde hace muchos años.

“Estas mujeres son las ‘alguacilas’ que hacen la labor de amarrar las sartas y las otras elaboran las rosas. Esta es una tradición que se mantiene en Monimbó desde hace décadas», explicó Vásquez Gaitán.

El día comienza desde la seis de la mañana cuando llegan las ‘alguacilas’ a dejar las flores aquí donde la patrona, luego a las tres de la tarde de cada jueves, «vamos los promesantes en recorrido hacia El Calvarito de Monimbó a dejar las sartas y las rosas”, dijo.

Yolanda López, quien también era parte del grupo de mujeres amarradoras, comentó que ellas apoyan en su promesa a doña María Cristina Vásquez.

“Aquí se divide en un grupo que hace los anillos de flores para las sartas y las que adornan con rosas que son otras muchachas porque hacen más fino el moñito. Nosotros tenemos bastante tiempo de estar en esta tradición ”, agregó.

Rosa Pérez es una fiel devota del Jesús Nazareno y afirma que esta labor la hace con mucho amor y devoción para lograr una bendición del Creador.

“Esperamos que esta tradición no se pierda, que las nuevas generaciones continúen con ésto, porque nosotros dejamos este legado y los jóvenes tienen que seguir cumpliendo para que el Señor nos bendiga”, finalizó.

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