La ruta del vigorón en Granada: una tradición culinaria para compartir en familia

Redacción / IP Nicaragua 

En uno de los cuatro quioscos del parque central de Granada se encuentra Yelba Auxiliadora Urbina, mejor conocida en la ciudad colonial como «La Gata”, una tradicional vendedora de vigorón.

Urbina se ganó el sobrenombre de «La Gata» debido a sus brillantes ojos de tonalidad azul con su piel blanca y como toda vendedora de vigorón lleva puesto su delantal.

A sus  66 años recuerda que desde que era una  adolescente salía de clases a ayudar a su abuela Hilda María y  su  mamá Amparo Urbina a vender vigorón en  un tramo improvisado frente al Club Social de Granada, pero luego decidieron trasladarse frente al portón del mercado municipal.

“Yo decidí mantener la tradición de mi familia y espero que cuando parta de este mundo mis  dos hijos sigan mis pasos, porque gracias a este trabajo he sabido mantener mi hogar”, señaló Urbina.

En su quiosco, ubicado ahora en el parque, asegura atender con amabilidad a las personas que buscan probar un delicioso vigorón con una yuca suave, un chicharrón carnudo y una ensalada de repollo con mimbro, tomate, vinagre de banano y un toque de picante.

Clientes famosos

Dentro de sus comensales se llena de orgullo el haber atendido al expresidente de Costa Rica, José María Figueres en la década de 1970 y al connotado político liberal y arquitecto nicaragüense Lorenzo Guerrero, quien llegaba frecuentemente con sus amistades.

En el Parque Central de Granada muchas vendedoras llevan años ofertando el vigorón.

Urbina cursó hasta tercer año de secundaria, pero no  tuvo el impulso de estudiar una carrera porque sostiene que gracias a la venta  de vigorón alcanzó una independencia económica para mantener su hogar.

“Venir a Granada y no degustar el  vigorón es como viajar a México y no visitar el santuario de la Virgen de Guadalupe, porque esta comida nos identifica a los granadinos», mencionó Urbina.

Como toda emprendedora brinda trabajo a dos jóvenes que se encargan de ayudar y servir este platillo tradicional a la clientela que llega a su quiosco de diferentes partes del país y turistas internacionales.

«En  muchos departamentos del país se elabora este alimento, pero aquí el sabor es único por su toque en la  ensalada, lo suave del chicharrón y la yuca que hace que los clientes hasta los dedos se chupan por lo delicioso que es este platillo”, manifestó Urbina.

El mercado, otro rincón del vigorón

En el mercado central se encuentran tres reconocidos puestos de venta de vigorón que están a cargo de  mujeres descendientes de la familia Sevilla.

Los Sevilla es una de las familias reconocidas tradicionalistas de la venta de este plato típico de origen granadino.

En uno de los rústicos tramos que ocupan una mesa con techo de lámina de zinc y unas  bancas de madera, se ubica doña Aura María Sevilla, de 68 años, quien desde la edad de 13 años  acompañaba a su abuelita en su negocio.

En el parque central las familias aprovechan para degustar un vigorón.

“Mi abuela heredó este tramo a mi madre y ella luego me lo entregó, para seguir vendiendo vigorón en el mercado, donde muchas veces las autoridades intentaron desalojarnos, porque decían que obstaculizábamos la calle, pero hoy está abarrotada de comerciantes”, recordó Sevilla.

Su jornada inicia a las cinco de la mañana con el cocimiento de la yuca y la preparación de la ensalada de repollo con mimbro y tomate, también elabora  los refrescos.

Este  trabajo lo viene realizando desde hace más de cuarenta años, a veces dice sentirse agotada, pero cuando no va al mercado y decide quedarse en su casa se siente triste, porque considera que está faltando al legado familiar.

“Yo quisiera que mi única hija que también es comerciante siga manteniendo este pequeño tramo, porque sería la cuarta generación de la familia Sevilla en mantener la tradición de la venta de vigorón que gracias a las ganancias nos permite llevar el sustento a nuestras casas”, sostuvo Sevilla.

Precios del platillo

En el parque central el precio del vigorón ronda los 100 córdobas, pero en los puestos del mercado las vivanderas dicen ajustarse al bolsillo del cliente y llegan a vender hasta 50 córdobas sin incluir el tradicional refresco de cacao, tiste y grama que acompaña este tradicional platillo.

Granada ofrece una serie de atractivos turísticos, desde sus casas coloniales con amplios corredores y jardines, su catedral,  sus iglesias, su imponente vista al volcán Mombacho, el paseo en sus calles en  los tradicionales coches  y las refrescantes aguas del Gran Lago de Nicaragua, así como el recorrido en lanchas por las más de 360 isletas, pero el platillo del vigorón no puede faltar en el itinerario del visitante.

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