¿Qué le espera a Twitter en manos de Elon Musk?

El magnate adquirió la red social este jueves por un acuerdo valorado en 44.000 millones de dólares. Inmediatamente después de su llegada, despidió a altos oficiales de la empresa.

Una nueva era para la red social Twitter llegó después de varios meses de batalla legal protagonizados por su ahora dueño, Elon Musk.

Sin embargo, continúa la incertidumbre sobre qué hará el hombre más rico del mundo con la plataforma que sirve a más de 300 millones de usuarios.

A pocas horas de su entrada a las oficinas de Twitter en San Francisco, California, Musk despidió a altos funcionarios incluyendo al director general, Parag Agrawal; al director financiero, Ned Sagal, y a la abogada general, Vijaya Gadde.

Musk los había acusado a los tres de engañarlo a él y a los inversionistas de Twitter sobre el número de cuentas falsas o robóticas en la plataforma de redes sociales.

Michael Gartenberg, analista de tecnología y exejecutivo sénior de marketing de Apple, aseguró a la Voz de América que “dada la notoriedad de Musk por la hipérbole y las falsedades, lo que sucederá a continuación (con Twitter) es una incógnita, excepto, estoy seguro, que cualquier estrategia que establezca será reemplazada casi de inmediato por otra”.

La Bolsa de Valores de Nueva York inició el proceso este viernes para eliminar a Twitter. Eso significa que los inversores habituales ya no podrán comprar ni vender acciones de la empresa y ya no se requerirá que Twitter revele públicamente los detalles de su desempeño financiero trimestral o anual con los reguladores de EEUU.

Mike Butcher, editor general de TechCrunch, comentó que había «un verdadero signo de interrogación sobre si Twitter podría mantener su independencia y neutralidad», al convertirse en una empresa privada en la que los inversores cotidianos ya no podrán comprar acciones.

Documentos revelados inicialmente por el Washington Post indican que Musk informó a inversionistas de la empresa que entre su plan estaba despedir a 75 % de los trabajadores de Twitter, reduciendo la nómina a 2.000 empleados. Expertos aseguraron al diario que los recortes propuestos por Musk pondrían a los usuarios de Twitter en riesgo ante ‘hackers’ y exposición a material ofensivo como la pornografía infantil.

“No creo que los usuarios deban preocuparse por los riesgos de seguridad cibernética ahora más de lo que podrían haberlo estado en el pasado”, apuntó Gartenberg.

Por otro lado, se podría esperar transformaciones a la experiencia de usuario. En un tuit publicado en mayo, Musk aseguró que aunque “Twitter siempre será gratis para usuarios casuales”, debería existir un “costo” o cargo para uso comercial y de gobiernos. El magnate también buscaría reducir el número de cuentas fantasmas, cambiar el algoritmo del contenido y agregar un botón de “editar”.

Musk ha dicho que quiere “derrotar” a los robots de spam en Twitter, hacer que los algoritmos que determinen cómo se presenta el contenido sean de conocimiento público e impedir que la plataforma se convierta en un foro para el odio y la división, incluso limitando la censura.

Sin embargo, el grupo de investigación de The Conversation, organización sin fines de lucro en Massachusetts, detalla que “se requiere una moderación más fuerte, no más débil, del ecosistema de información para combatir la desinformación dañina (…) las políticas de moderación más débiles dañarían irónicamente la libertad de expresión: las voces de los usuarios reales serían ahogadas por usuarios maliciosos que manipulan Twitter”.

Jake Denton, investigador asociado en tecnología del Heritage Foundation, una organización conservadora con sede en Washington DC, dijo a VOA que “Twitter utiliza varios métodos para frenar la propagación de ‘información errónea’, como mostrar ventanas emergentes con etiquetas de advertencia cuando se intenta dar me gusta o retuitear contenido”, lo que disminuye el alcance de dicha información.

“Las definiciones arbitrarias y vagas de las reglas de contenido de Twitter no solo impiden que el usuario comprenda lo que se clasifica como un discurso aceptable, sino que también otorga amplia autoridad a los bots y revisores manuales para usar su discreción sobre cuándo se deben tomar medidas contra el contenido. Desde personas influyentes hasta funcionarios electos, se ha demostrado que las reglas de moderación de contenido se aplican de manera selectiva. Esto ha resultado directamente en un entorno en el que el discurso conservador es vigilado por inteligencia artificial y aplicado por unos empleados de Silicon Valley”, agregó Denton.

Gartenberg, en cambio, cree que “una de las partes más importantes de Twitter es el contenido moderado, porque los anunciantes dudarán mucho en dejar de lado sus marcas. Esto al referise a temas que pudieran ser racistas, antisemitas, etc”, agregó.

Usuarios y anunciantes buscan ver si dará la bienvenida a varias figuras influyentes prohibidas por violar las reglas de Twitter, entre ellos el rapero Kanye West y el expresidente Donald Trump, quien publicó el viernes temprano en su red social Truth Social que está “muy feliz de que Twitter esté en manos sanas, y no sea dirigido por los lunáticos y maniáticos de la izquierda radical que odian nuestro país”.

Musk, por su parte, dijo que está comprando la plataforma para ayudar a la humanidad.“La razón por la que adquirí Twitter es porque es importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública digital común, donde se pueda debatir una amplia gama de creencias de manera saludable, sin recurrir a la violencia”.

La revista Forbes reveló que es posible que Musk necesite vender hasta 10.000 millones de dólares adicionales en acciones de Tesla, su compañía de automóviles eléctricos, para financiar el acuerdo. Las acciones de dicha empresa han bajado más del 40% desde el 4 de abril.

“Musk pagó en exceso por Twitter por un amplio margen. Era mejor para él simplemente seguir adelante con el trato que pasar por la humillación de perder en la corte. El modelo de negocios de Twitter siempre ha sido cuestionable, y ese es uno de los desafíos que la empresa tendrá en el futuro”, concluyó Gartenber.

Musk había acordado la compra de Twitter en abril, sin embargo, semanas después, trató de retractarse del acuerdo asegurando estar preocupado por la presencia de “bots” en la plataforma. Sin embargo, la compañía lo demandó para seguir adelante con la adquisición. El caso llegó a su fin luego de que una jueza de Delaware amenazara con con programar un juicio en caso de que no se concretara el pacto de compra para este viernes 28 de octubre.

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