La propagación de este caracol puede salirse de control y ocasionar desequilibrios en el ecosistema local, y está generando bastante temor entre los productores locales en Ticuantepe, pues esta especie come todo tipo de plantas, incluso las cultivables.
Logra devastar plantaciones como café, granos almacenados, bananos, papaya, cítricos, maní, huertas domésticas y jardines, según se ha visto en otros países donde se ha detectado su presencia. Su rápida reproducción implica un peligro potencial para los cultivos de alimentos.
Una habitante de la comarca de Dírita, del municipio de Ticuantepe, quien se identificó como Virginia, afirmó que en pocos días, la plaga de esta especie de caracoles terrestres conocidos también como Achatina Fulica, se extendieron desde el kilómetro 16 hasta el 17.5 de la carretera a Masaya.
La ciudadana expresó su temor por la rapidez con que el caracol africano amenaza con propagarse por la zona ya que especialistas advierten que este caracol es una de las 100 especies exóticas invasoras más importantes del mundo y que podría generar graves consecuencias a la agricultura, el medioambiente y la salud pública.
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“Ese caracol africano ya sobrepasó la zona en donde fue hallado el pasado viernes. Ahora se desplaza por el restaurante Mi Ranchito, en el kilómetro 17.5 de la carretera a Masaya, en un cauce que está por ahí cerca”, señaló Virginia.
El Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) declaro cuarentena en esta zona de Ticuantepe.
El caracol gigante africano en otros países
Algunos productores de piña de la zona también sienten temor por la posible propagación de esta plaga y están claros que el gobierno debe evitar que se propague.
Chile y Ecuador son los dos países más afectados por la plaga del caracol gigante, en particular esta plaga afectó la industria de la piña en Ecuador. Las autoridades de gobierno intervinieron para crear una estrategia fitosanitaria para controlar estos vectores, que amenaza con dejar a un gran porcentaje de los productores en la quiebra, si no se controla.
Desde hace tres años, las autoridades chilenas comenzaron a devolver algunos envíos de la fruta cuando los caracoles fueron detectados en ellos. El año pasado 27 contenedores fueron rechazados.
En junio de este año, en Ecuador, la cifra ya llegó a 23, pero la industria está trabajando en una solución. Según afirma Roberto Castillo, presidente de la Asociación de Productores de Piña del Ecuador (ASOPIÑA), ya están trabajando con las instituciones estatales para conformar los planes y con respaldo de la industria para hacer frente a este invasor.