Pinita Gurdián: «Ana Margarita sueña y trabaja por una Nicaragua en libertad y con justicia»

La audiencia de Vijil fue calificada como “una nueva sesión de tortura”, por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos

Pinita Gurdián madre de Ana Margarita Vijil, quien fue declarada culpable por supuesta «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional», señaló que la activista es inocente y que lo único que ha buscado es trabajar por la paz de Nicaragua.

«Se realizó un juicio ilegal e ilegítimo en contra de mi hija Ana Margarita Vijil en el cual se le condenó por delitos que no ha cometido y se le imputan. El régimen la declaró culpable por su labor de defensa de derechos humanos, por soñar y trabajar para una Nicaragua en libertad y con justicia» publicó Gurdián en su cuenta de Facebook.

Cabe destacar que la familia de Ana Margarita Vijil estuvo presente en el juicio horas después que comenzó.

La audiencia de Vijil fue calificada como “una nueva sesión de tortura”, por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), que denunció que las abogadas defensoras de la líder opositora permanecieron incomunicadas, despojadas de sus teléfonos.

En horas del mediodía el Centro nicaragüense de derechos humanos, CENIDH, informó que no se le cumplió ayer 235 días de encierro, en los que ha sufrido pérdida de peso.

Desde la acera política, la abogada y feminista asumió la causa de reclamar la salida del régimen, porque sueña con una Nicaragua libre para vivir.

Sobre los juicios contra opositores en Nicaragua, los defensores de derechos humanos han criticado el secretismo y la prontitud con el que se llevan a cab.

Uriel Pineda, consultor en temas de derechos humanos, explicó que el gobierno de Nicaragua no actúa de acuerdo a la Constitución Política ni a las normativas internacionales de derechos elementales suscritas por el país.

«Hay detenciones ilegales, hay un encarcelamiento prolongado, estas detenciones duran alrededor de 10 meses en muchos casos, otros exceden en ese término y no han sido sometidos a un proceso. Tenemos que tener claridad que el Ministerio Público tiene la obligación de ceñirse a sus principios de objetividad y eso implica que el ejercicio de la acción penal solo se va a realizar siempre que haya conviccción de la comisión de un delito», dijo Pineda.

La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Vilma Núñez de Escorcia, calificó los procesos contra los detenidos como una «farsa judicial».

«Es un anuncio anticipado de uno de los represores más grandes que existe actualmente en el país como es la fiscalía. Prácticamente la Fiscalía General de la República y todos sus fiscales no tienen ninguna credibilidad, son precisamente instrumentos de una represión sin límites en el país», dijo Núñez.

«El accionar criminal de la policía y el ejército lo han trasladado a los juzgados», agregó.

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