Óscar Navarrete: «Éramos poetas de la imagen»

*El destacado fotorreportero habla de su vida y de las dificultades de hacer este tipo de trabajo en Nicaragua.

Nayira Valenzuela

Óscar Navarrete, el fotoperiodista que ha dado cobertura a los momentos más duros e icónicos por los que ha pasado Nicaragua, lo crudo de la guerra de la década de los años 80, las asonadas de los 90, la rebelión de abril del 2018 y la actual pandemia del Covid-19.

Este fotoperiodista de 51 años es sobreviviente de combates, una guerra y de la caída de un helicóptero donde viajaba, pero el momento en el que casi pierde su vida fue en una de las marchas azul y blanco convocada en los semáforos del Autolote El Chele, donde partidarios del gobierno sandinista llegaron a hostigar. Un simpatizante, que iba en la tina de una camioneta, forcejeó con un manifestante opositor al gobierno para quitarle una bandera. En eso, el conductor de la camioneta le apuntó a su cabeza con una pistola 9 milímetros.

Esos fueron los segundos más largos de su vida; su única reacción fue lanzarse al piso, la camioneta casi le pasa por encima de sus pies.

Óscar se considera «un viejo romántico». Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

Cuando trató de alejarse del oficio de fotógrafo, hizo de todo: fue «coyote» cambia dólares, viajaba a Choluteca, Honduras,  llevando  y  trayendo mercadería, pero la fotografía nunca lo quiso dejar y él tampoco. 

Hoy en día está consciente de que gracias a su vida dedicada al fotoperiodismo, pudo sacar adelante a su familia con 7  hijos.

Hablar de Navarrete es sinónimo de «dicharachos» y enseñanzas; ha sido maestro de la mayoría de la camada de fotógrafos jóvenes en Nicaragua. Es un libro abierto de historia que ha vivido los cambios que marcaron al país.

En entrevista con IP Nicaragua, Navarrete narra   sus inicios en el mundo de la fotografía, sus pasiones y cómo ha documentado la historia de este país, que «se escribió y aún se sigue escribiendo con sangre», según sus palabras.

 ¿CÓMO RECUERDA SU INFANCIA?

Mi infancia la recuerdo en mi pueblito natal, Ticuantepe, ir a pasar la Semana Santa a Ticuantepe para mí era otro mundo; era un pueblito olvidado, polvoriento, pero muy lindo. Ahí era la ciudad de mis abuelos paternales y maternales, también de mi niñez un poco marcada por las cosas que pasaron en Nicaragua; el terremoto de 1972, a pesar de que tenía cuatro años de edad, recuerdo perfectamente la Managua vieja, donde me crié una buena parte. Y lo que viví en la guerra insurreccional del 78-79, la ofensiva final, todo eso lo tengo bien grabado en mi mente como si fuera ayer.  Son cosas que desde niño te marcan; ya viví una guerra siendo niño sin saber que más adelante iba a participar en dos y de forma directa.

 SI NO FUERAS FOTÓGRAFO, ¿QUÉ ESTARÍA HACIENDO AHORA?

Siempre quise estudiar medicina. Quién sabe qué tipo de médico hubiera sido,  ja, ja, ja. No sé, pero siempre he tenido una gran pasión por la medicina, dos de mis hijos son médicos y la verdad es que me gusta mucho leer de medicina. Sé bastante, soy el médico de mi mamá, que tiene enfermedades crónicas.

Inició profesionalmente en la fotografía en 1984. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

 ¿CUÁNDO Y CÓMO FUE LA PRIMERA VEZ QUE TUVO UNA CÁMARA EN SUS MANOS?

La primera vez que tuve una cámara en mis manos fue cuando era niño. Mis padres eran muy aficionados a la fotografía, compraban de esas cámaras pequeñas, porque antes la fotografía trataban de hacerla fácil para todos. Eran cámaras sencillas de Kodak, estoy hablando de los inicios de los 70.

Ya profesionalmente, fue en 1984. Mi primer encuentro con la fotografía fue con el laboratorio fotográfico, luego con la cámara fotográfica y recuerdo que cuando llegué a Barricada había un periodista que lo recuerdo con mucho cariño; me apoyó y siempre confió en mí, siempre me prestaba su cámara, era el veterano periodista Pablo Emilio Barreto.

Yo me inicié en el Diario Barricada, después me fui al servicio militar y estando ahí me fui a la unidad de medios audiovisuales del Ejército Popular Sandinista. Después que salí de allí, me fui a fundar el diario La Tribuna con otro grupo de periodistas. La Tribuna fue el primer periódico digital de Nicaragua, con toda la tecnología de primer orden y Tiempos del Mundo era como la consagración.

Luego me invitaron a formar parte también de un nuevo proyecto que era el Periódico Hoy. En los medios internacionales trabajé de «stringer» con Reuters, trabajé bastante con Reuters, France Press, con AP, fui fotógrafo de la agencia Notimex y de la agencia EFE y fundador también de la agencia suiza Latinphoto. Actualmente trabajo en el diario La Prensa, como editor gráfico de la Revista Magazine.

Fue parte de la unidad de medios audiovisuales del Ejército Popular Sandinista. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

 EN SUS AÑOS DE EXPERIENCIA ¿CUÁLES FUERON LOS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS DE NICARAGUA QUE MÁS RELEVANCIA PUDO CAPTURAR EN FOTOGRAFÍAS?

Creo que desgraciadamente la historia de Nicaragua está escrita con sangre y no se deja de escribir; es una tormenta, salimos de una y nos metemos a otra.  La guerra de los 80 fue dura y difícil, poca gente habla de eso, poca gente lo recuerda, la memoria histórica del nicaragüense se va y se apaga rápido.

En la lucha del 6 por ciento murieron muchos jóvenes estudiantes, entonces yo creo que aparte de la guerra de los 80, también fueron las asonadas de los años 90.

 ¿CÓMO PUEDE DESCRIBIR LA HISTORIA DE NICARAGUA?

Desgraciadamente Nicaragua ha sido marcada por la política, es un país tan lindo y maravilloso, pero sus gobernantes la han destrozado, la han llenado de luto y de sangre, sobre todo los señores que están en el poder, eso ya fue cerrar con broche de oro. Lo nefasto que hubo con la rebelión de abril del 2018, que continúa hasta acá en el año 2020 y nos viene una pandemia, entonces estamos doblemente reprimidos por la naturaleza y reprimidos por una dictadura, porque la represión siempre está, el hostigamiento siempre está.

 ¿QUÉ SIMILITUD HAY ENTRE LA CRISIS DE LOS AÑOS 80 CON LA DEL 2018-2019?

El problema, creo que la guerra de los 80 fue desgastante, fueron 10 años de guerra, 10 años te desgastan como no tenés idea y mi participación fue todavía en los años más duros de la guerra, que fue en los años del 86 al 88. La guerra terminó hasta en los 90, pero esos tres años fueron los más difíciles, los más duros y fue triste, devastador, horrible, creo que fue más fuerte la guerra de los años 80, hubo muchos más muertos, había hambre, había escasez, vivíamos en un estado de sitio, aquí ser joven era un delito. No hay ninguna guerra que sea bonita, la guerra te deshumaniza, yo pasé ese proceso de deshumanización, la guerra nos convierte en perros, nos quita el alma, la guerra es cruel, no hay ninguna guerra que digan que es buena ni hay tampoco vencedores ni perdedores; perdemos todos.

Óscar vivió los estragos de la guerra. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

¿CÓMO ERA SER FOTÓGRAFO EN LA DÉCADA DE LOS 80? ¿QUÉ EDAD TENÍA EN ESE TIEMPO?

Yo empecé chavalo, me gustaba lo que hacía, éramos como todo chavalo, todo joven y de repente empezamos a agarrarle amor a la revolución y a creer en los cantos de sirena. Nos convertimos en poetas, nos gustaba la poesía, éramos poetas de la imagen y eso es lo que se trató de reflejar con nuestro trabajo.

Tratabas de enfocar a través del lente y buscar la parte más sensible y humana, darle rostro a la guerra, no se trabajaba de forma sensacionalista ni tampoco propagandística, esa era la forma, eran tiempos difíciles, tiempos duros, querer ser fotógrafo en los 80, me robaron mi juventud.

PARA ÓSCAR NAVARRETE ¿QUÉ ES EL FOTOPERIODISMO?

Lo es todo, el fotoperiodismo me ha dado todo, con él he sacado adelante a mi familia, a mis hijos sobre todo. El fotoperiodismo para mi es poesía, es amor, es ciencia, es pasión, creo que ya lo traía en la sangre, creo que era fotoperiodista desde que era un espermatozoide,  ja, ja, ja.

 ¿QUÉ SIGNIFICA SER FOTOPERIODISTA EN NICARAGUA EN ESTOS TIEMPOS?

Hacer fotoperiodismo en Nicaragua es muy difícil. Ahora con lo de la pandemia estamos viviendo doble represión; primero porque no te podés exponer mucho por la pandemia, te agarra el coronavirus y te puede partir la vida y segundo,  porque también está ahí la represión, todavía te reprimen,  te pueden partir la vida, es difícil hacer fotoperiodismo en Nicaragua. Vivimos bajo esos dos sistemas que te reprimen, pero no te impiden el trabajo porque como fotoperiodista siempre te la vas a ingeniar, siempre vas a estar ahí, ando cubriendo lo del Covid, salgo casi todos los días.

Ha sido profesor en varias universidades de Nicaragua. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

 ¿QUÉ ES LO QUE HACE ÚNICO EL TRABAJO DE ÓSCAR NAVARRETE AL DE LOS DEMÁS?

No soy quién para distinguirme de la manada, respeto el trabajo de todos  mis colegas, es más, les he ayudado,  he sido profesor, he sido catedrático en la UAM, en la UCA  he formado chavalos que ahí están, siempre he apoyado, soy muy perfeccionista y eso quizás ha ayudado a exigirme mucho;  me exijo, creo que tengo mucha  vergüenza profesional y creo que esa es una de  las cosas que me han dicho, es que soy purista, soy fachado a la antigua, la vieja escuela.

 ¿QUÉ MOMENTO EN LAS PROTESTAS DEL 2018-2019 FUE EL QUE MÁS LO IMPACTÓ?

Sinceramente todavía veo videos y fotografías, cuando me toca estar editando, de la rebelión de abril y se me salen las lágrimas. Lo que más me dolió es ver llorar a las madres, eso me partió el alma, porque me llevó a la guerra de los 80, con el poco de madres sufriendo, madres como la mía, que hacía el montón de sacrificios para irme a ver a donde estaba pasando el curso militar, un poco de madres que murieron víctimas de emboscadas, igual a la madre patria Nicaragua, las madres de este país han sufrido constantemente.

 ¿COMO ES LA DINÁMICA DE TRABAJO EN TIEMPOS DE COVID- 19?

Nosotros estamos prácticamente en teletrabajo, eso es lo que estamos haciendo desde el diario La Prensa. Hay un protocolo de seguridad que tratamos de manejarlo de manera individual, de forma colectiva. Todos vamos cubiertos con mascarillas, lentes, caretas, guantes; yo trato de usar siempre sudadera o camisas manga larga, uso un gorro sin brisera, como el del peterete, que me cubre toda la cabeza, para cubrirme el cabello -lo poco que me queda- y siempre andamos alcohol.

Tiene un protocolo de seguridad, ante la pandemia del Covid-19. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

 ¿CÓMO SE DEFINE ÓSCAR NAVARRETE EN TRES PALABRAS?

Soy muy jodedor; me río hasta de mis desgracias, bondadoso, la mejor forma de demostrar que soy un buen cristiano no es ir a una iglesia a rasgarme las vestiduras ni golpearme el pecho, sino ayudar al prójimo, inclusive a salvarle la vida y no ando publicando; eso me llena de alegría, de satisfacción.

Romántico, soy un viejo romántico, ya el romanticismo no existe, pero creo que sí, a mí me gusta, soy de los que suelo mandar flores todavía, me encanta el romanticismo, el amor, vivirlo en esencia, en plenitud, disfrutar de ello. Soy muy enamoradizo, actualmente me llevo muy bien con mi compañera, con mi pareja nos llevamos súper bien, estamos en planes de casarnos, Dios mediante pase todo esto, es una relación sólida, vamos a cumplir cuatro años y creo que sí he madurado.