Organizaciones piden poner fin a cualquier práctica de tortura en Nicaragua

En el marco de la conmemoración del día Internacional en Apoyo de las Víctimas de Tortura, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más recordó que el régimen de Daniel Ortega ha aplicado 40 formas de tortura a los presos políticos.

Desde el 2019 a la actualidad, la organización documentó 40 tipos de torturas, mediante 158 testimonios de víctimas de torturas y malos tratos, incluyendo 28 mujeres, una mujer transexual y 130 hombres de Nicaragua.

En este día, un total de siete organizaciones junto al colectivo expresaron su más profunda «preocupación ante la continuidad de las graves violaciones de derechos humanos en Nicaragua».

El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Civicus Alliance, la Fundación para el Debido Proceso (DPLF), la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), la Red Internacional por los Derechos Humanos (RIDH), el Servicio Judío Americano Mundial (AJWS) y Washington Office on Latinoamerica (WOLA) llamaron a la comunidad internacional a seguir «investigando y realizando todo tipo de esfuerzos para promover el fin de cualquier práctica de tortura y/o malos tratos hacia la población nicaragüense».

«Nuestro total rechazo a las acciones de represión empleadas por el Estado de Nicaragua, especialmente aquellos actos de tortura o malos tratos que implican una ofensa a la dignidad de las personas», señalaron las organizaciones en un comunicado.

EE.UU. reitera su compromiso de poner fin a la tortura

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que su Gobierno «condena el uso de la tortura por cualquier motivo, especialmente como herramienta de represión permanente» y sostiene que el «compromiso de eliminar la tortura y apoyar a las víctimas en su recuperación es inquebrantable».

En un comunicado divulgado este lunes 26 de junio, el Departamento de Estado manifestó que «Estados Unidos reafirma nuestra condena de la tortura donde y cuando ocurra y se solidariza con las víctimas y sobrevivientes de la tortura en todo el mundo».

Asimismo destacó que «la prohibición absoluta de la tortura es un derecho humano consagrado en las leyes estadounidenses e internacionales. Reconocemos la valentía, la humanidad y la dignidad de los sobrevivientes de la tortura en todo el mundo».

Estados Unidos plantea que a pesar de la condena casi universal, «seguimos viendo gobiernos que utilizan la tortura y el trato inhumano como herramientas de represión contra opositores políticos, miembros de poblaciones marginadas, prisioneros de guerra y otros detenidos, defensores de los derechos humanos y quienes expresan opiniones con las que estos gobiernos no están de acuerdo».

«Nuestra búsqueda de rendición de cuentas, así como nuestro apoyo a los sobrevivientes, continúa mientras existan víctimas de tortura. Como el mayor contribuyente al Fondo Voluntario de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura, apoyamos los programas de rehabilitación y justicia para ayudar a las víctimas de todo el mundo a recuperarse, e instamos a otros países a que también los apoyen», agregan.

Nuevas prácticas de tortura en Nicaragua

Como forma de tortura en prácticas iniciales, el Colectivo identifica las amenazas por participar las protestas antigubernamentales de 2018. Además, detenciones violentas sin garantías procesales, torturas diversas, procesos sin garantías judiciales, entre otras.

En cuanto a las nuevas prácticas de tortura identifican las acciones para destruir la voluntad y el espíritu, tortura psicológica, confinamiento prolongado en condiciones inhumanas y falta de atención médica.

Los mecanismos de tortura, según el organismo son: detenciones arbitrarias, criminalización y judicialización.

«Todo dentro de un discurso oficialista de ‘golpe de estado’ aplicando una ‘política de terror’ contra opositores», así como «un régimen sistemático y generalizados».

A finales de abril, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más presentó su octavo informe del Observatorio Nicaragüense contra la Tortura, en el que analizan 158 casos de víctimas de tortura, tratos crueles e inhumanos, por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en el contexto del inicio de las protestas en abril de 2018.