Redacción/ IP Nicaragua
En ocasión al Día Internacional de la Niña, los medios de comunicación independientes y oficialistas deberían estar presentando un programa especial nacional para visibilizar las diferentes problemáticas que enfrentan las niñas en el país y acciones para prevenir todas las situaciones, sin embargo, sus líneas editoriales están enfocadas en el contexto electoral y la pandemia, lamentó la sicóloga Maricé Mejía, enlace de la Red de Mujeres Contra la Violencia (RMCV).
Y no es que dichos temas y contexto carezcan de importancia, sino es que en Nicaragua existen otros tipos de problemas históricos y sociales que debería tratarse con la misma intensidad con las que se tratan las cuestiones políticas, por ejemplo la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres, aclaró Mejía.
“Definitivamente son pocos los medios que hablan de este tema (la violencia hacia las mujeres), están más enfocados en el contexto electoral, las cuestiones partidarias, políticas, en el cuido de la pandemia. Sin embargo, tenemos otros problemas que son históricos, sociales y que también son urgentes”, señaló la especialista.
Entre ellos mencionó “la violencia contra las mujeres, los femicidios, la salud sexual y reproductiva de las niñas adolescentes, los embarazos forzados, o sea un sinnúmero de problemáticas que toda la vida han existido y que nunca se les ha atendido, ni antes, ni ahora y ha como vamos no creo que haya como tema prioritario atender las problemáticas de las niñas adolescentes”.
Más de 1500 niñas embarazadas al año
Mejía detalló también que anualmente en Nicaragua de 1500 a 2000 niñas quedan embarazadas por violencia sexual. “Y no hemos visto por ningún lado acciones para reducir semejante registro de niñas o mucho menos sobre las uniones forzadas que están normalizadas porque se cree dentro de este patriarcado y este machismo de que las mujeres solo nacieron para ser madres o esposas a temprana edad”, denunció.
Respecto a la violencia machista en Nicaragua, al menos 58 niñas y mujeres han sido asesinadas brutalmente en lo que va del año, según datos recopilados por la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
Mientras que la cantidad de mujeres que fueron víctimas de femicidio en grado de frustración, es decir que la víctima sobrevivió al ataque de su agresor, ascendió a 97, entre enero y los primero 11 días de octubre, divulgó este lunes Martha Flores, coordinadora de CDD.
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Además los informes del organismo, sin incluir de momento octubre indican que 68 niños han quedado huérfanos.
Los principales problemas de las niñas y las mujeres
Los grandes problemas que enfrentan las niñas y las mujeres en el país, coinciden las especialistas son la violencia sexual, deficiencia educativa, falta de acceso a la justicia y embarazos forzados.
“Los problemas a los que se enfrentan las niñas y las mujeres es a la violencia, todas las expresiones de violencia, principalmente la violencia sexual, puesto que son cantidad de niñas a diario y a cada hora, violentadas de manera preocupante y extrema, a su cuerpo, a sus genitales y a sus emociones”, dijo Mejía.
Agregó que “la violencia sexual es un flagelo que en muchos hogares sigue siendo tapado, encubriendo a los agresores, viéndolo como un tabú, incluso culpabilizando a las niñas”.
Sobre la deficiencia que hay a nivel educativo, comentó que existen tanto en la familia como a nivel de instituciones, “porque a las niñas no se les protege, a las niñas cuesta visibilizarlas en cuanto a sus derechos y que nos encontramos con instituciones deficientes para atender problemáticas que son enfocadas a las niñas. Principalmente el acceso a la justicia, a que las atiendan de una forma, digamos especial cuando necesitan apoyo; en las escuelas, en las comunidades están expuestas a miles de riesgos y vulnerabilidades”.
Muchas niñas en Nicaragua y a nivel mundial están saliendo embarazadas por violencia sexual de manera forzada, porque no se les atendió a temprana edad, valoró Mejía.
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“Y eso desencadena embarazos forzados, uniones forzadas, ITS (Infecciones de Transmisión Sexual), abortos también que no los buscaban donde está en riesgo la vida, las muertes maternas, un sinnúmero de cosas que a las niñas y adolescentes las atañen, y que están en completa vulnerabilidad, completamente en desventaja en comparación a los niños, adolescentes y a los hombres jóvenes”, añadió.
Pandemia evidenció los riesgos
Para Flores, los cierres de algunas escuelas y trabajos, tras la pandemia evidenció los riesgos a los que están expuestas las niñas y las mujeres en sus hogares, ya que se encuentran en múltiples situaciones de abusos, como la violencia intrafamiliar y sexual.
Además de la violencia sexual en las zonas rurales las niñas se tienen que hacer cargos de sus hermanitos, atender tareas domésticas reproductivas que no les corresponden a ellas, agregó Mejía. “Incluso asumir con la mamá tareas que son súper pesadas, como el ir a traer agua, lavar, cocinar, o sea, están cargadas a temprana edad con un sinnúmero de tareas que no les corresponden”.
Recomendaciones para la sociedad y el Estado
Mejía llamó a la sociedad “principalmente atender a las necesidades de las niñas y adolescentes, enfocarnos en una educación igualitaria donde las niñas y los niños tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades”.
Al Estado recomendó que “atiendan las problemáticas que están sufriendo muchas niñas adolescentes y que en estos momentos de multicrisis estamos viendo un alarmante incremento en la violencia contra las niñas y las mujeres y que es urgente atenderlas desde todas las instituciones para prevenir, para atender, puesto que a esas problemáticas ahí están y cada día son más visibles y con más consecuencias alarmantes en la vida y la salud principalmente”.
A la familia “seguir educando, seguir previniendo, seguir hablando en la familias temas importantes como es la sexualidad, como es las emociones de las niñas y adolescentes, puesto que en la familia se empieza a formar a las mujeres y hombres del futuro, si queremos niñas empoderadas, si queremos niñas que estudien y trabajen de manera independiente y autónoma, hay que educarlas en derecho y atender sus necesidades básicas”.