Nicaragua se encamina a un cuarto año de recesión económica, según The Economist

* En 2020, la economía del país se contraerá en 8.2 por ciento, y en el 2021, en dos por ciento.

Redacción Billete / IP Nicaragua

Si las proyecciones de The Economist Intelligence Unit se cumplieran, en 2021 el Producto Interno Bruto de Nicaragua descendería a 11,200 millones de dólares, es decir, 2,500 millones menos que el PIB que el país alcanzó en el 2017.

En su más reciente informe sobre Nicaragua que dio a conocer The Economist dijo que la recesión económica, que comenzó en este país en 2018, a raíz de la crisis sociopolítica, se profundizará drásticamente en 2020, debido a que no se ha puesto fin a este conflicto y al impacto de la pandemia del covid-19.

El PIB del país, según la publicación británica, se contraerá hasta en un 8.2 por ciento en 2020.

En el 2017, el último año de crecimiento económico de Nicaragua, el PIB ascendió a 13,786 millones de dólares, según The Economist. Luego surgió la crisis sociopolítica, desde abril de 2018 hasta la actualidad, provocando un descenso en la actividad económica del país.

Nicaragua llegará a su cuarto año consecutivo de recesión económica

Cuando parecía que la crisis económica se estaba superando, apareció el nuevo coronavirus y el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo decidió no obedecer las recomendaciones de los organismos especializados de la salud y hacer una mala gestión para frenar el contagio de la enfermedad.

Esa decisión provocará, de acuerdo con The Economist, que la maltrecha economía nicaragüense sufra un año más de recesión, en el 2021.

Impacto externo
La economía nicaragüense, no aislada del mundo, sufrirá este año la fuerte recesión global que han pronosticado todos los organismos internacionales.

El informe hace mención de la caída de los precios de las exportaciones de productos nicaragüenses, lo que reduce las divisas que entran del exterior; de una oleada de permisos y despidos en las zonas franca del país, a medida que la demanda externa se ha derrumbado; la paralización del turismo; y una disminución rápidamente de las remesas familiares, “que brindan un apoyo vital al consumo para muchos hogares”.

Por otra parte, señala que, a pesar de la ausencia de una cuarentena obligatoria en el país por el coronavirus, hay indicios de que la actividad económica interna también ha disminuido significativamente.

“Por ejemplo, las encuestas de opinión y los informes de movilidad de una empresa de tecnología de Estados Unidos, Google, sugieren que los viajes a lugares de trabajo, áreas recreativas y estaciones de tránsito se han reducido en dos dígitos en las últimas semanas”, refiere The Economist.

La publicación británica considera que la gestión de la crisis de salud pública del Gobierno de Nicaragua ha sido la más mala de América Latina y pasará factura al país en los próximos años.

El informe también pone en duda las cifras sobre el covid-19 del Gobierno. Dijo que, aunque al 17 de junio las autoridades del país habían confirmado solo 1,823 casos del virus localmente y solo 64 muertes, es probable que el número de casos no reportados sea exponencialmente mayor, dado que el país ha realizado pruebas mínimas. Además, refirió que un observatorio ciudadano independiente pone el número de casos sospechosos en 5,957 y el número de muertes sospechosas en 1,688, en esa misma fecha.

Es poco probable que el consumo y la inversión se recuperen significativamente hasta que el covid-19 se haya terminado.

En ese contexto, y aunque haya una mejora en el entorno externo, según The Economist, el PIB del país se contraerá en un 2% en 2021.

“Esperamos que se materialice una recuperación en 2022, con un crecimiento del PIB del 4% en ese año. El crecimiento se debilitará continuamente durante el período de pronóstico, convergiendo a una tasa de crecimiento de tendencia del 1.5 por ciento en 2024”.

Las previsiones económicas de The Economist para Nicaragua, a mediano plazo, se ve obstaculizada por la ausencia de una solución real al conflicto político de Nicaragua, que mantendrá la confianza de los negocios en el futuro previsible. “Por lo tanto, no esperamos que el PIB real regrese a su nivel de 2017, incluso al final de nuestro período de pronóstico”, concluye el informe.

La crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018 ha puesto a tambalear la economía de los nicaragüenses.

Según documentos oficiales, la economía de Nicaragua había experimentado un crecimiento de 5.1 por ciento, promedio, entre 2010 y 2017.
Si las proyecciones de la publicación británica se cumplieran, en el 2021 el PIB del país descendería hasta los niveles de entre 2013 y 2014, es decir alrededor de ocho años de retroceso.

De acuerdo con The Economist, la pandemia del covid-19 amenaza con empujar a Nicaragua a su depresión económica más profunda desde la década de 1980.

Foto de portada: El Nuevo Diario