Óscar Sánchez: El fotorreportero que lucha su propia batalla contra la Covid-19

El carismático fotorreportero está internado en la sala de pacientes con covid-19 en el hospital regional de Jinotepe, Carazo. Conozca su historia.

Harold Briceño Tórrez

@BriceoHarold

“Don Óscar”, “risita”, “Oscarito”, “Doctor” o simplemente Óscar. En la sala de redacción del extinto El Nuevo Diario un mismo personaje respondía a todo ese juego de palabras. Su nombre es Óscar Sánchez, tiene 56 años y más de 20 de ellos los pasó con su cámara capturando grandes momentos del acontecer nacional como fotorreportero de El Nuevo Diario, un periódico cuyo cierre Óscar aún no logra entender, aunque ya ha pasado un año.

“Fue algo muy triste, un cierre que se dio de la noche a la mañana. Uno considera que eso no es posible, tratándose de un medio nacional con gran prestigio y trayectoria. Se cerró el diario y nadie dijo nada, nos dieron lo que tenían que darnos y se acabó”, cuenta Sánchez, quien empezó a trabajar en el ahora desaparecido periódico entre 1992 y 1993. “En la sala de redacción de El Nuevo Diario pasé gran parte de mi vida. En muchas ocasiones hasta amanecí en ese lugar. Sn lugar a dudas, lo mejor que me ha pasado es haber trabajado en El Nuevo Diario”, agrega quien era todo un personaje entre los trabajadores del rotativo.

“Cuando cerraron el diario hasta lloré. De pronto me parece tan increíble que lo hayan cerrado, que hasta me pregunto si es que estoy de vacaciones. Pero de inmediato vuelvo a la realidad: El Nuevo Diario ya no está. Algunas veces, cuando estoy en mi casa me pongo a recordar todo lo que viví en aquella sala de redacción de la que ahora solo quedan las memorias. Aún no asimilo el cierre y me pregunto cómo fue posible que de un instante a otro hayan puesto fin a una historia de 40 años. A veces creo que lo cerraron para mientras”, expresa el veterano fotorreportero, con un tono tan nostálgico que es capaz de tocar hasta al más insensible.

Según cuenta el “Doctor”, después del cierre del periódico las cosas no le han salido del todo bien. “Durante este año la he pasado mal, muy mal. Es como si me hubieran pegado una puñalada y un año después la herida sigue abierta, sangrando”, dice, antes de soltar una declaración que bien refleja la realidad de un país seriamente golpeado por la crisis: “a un año del cierre del periódico sigo sin trabajo. He golpeado puertas y no se abren, me dicen que no hay plazas por la situación económica y hasta por el coronavirus. Estoy en una crisis salvaje”.

A pesar de todo no pierde la esperanza y cree que “algún día será de día”. “No es la primera vez que me pasa esto”, asegura “Oscarito”, quien antes de trabajar en El Nuevo Diario ya había pasado por varios medios importantes del país.

Oscar desde muy joven se apasionó por la fotografía. Foto: Cortesía. / IP Nicaragua.

Un hombre de gran trayectoria

La historia de Óscar Sánchez con la fotografía empezó en el diario Barricada, donde trabajó como laboratorista y según expresa aprendió mucho sobre  fotografía de hombres como Carlos Durán, Carlos Chavarría y Óscar Cantarero. Luego trabajó en la Agencia Nueva Nicaragua, de donde pasó a laborar en la Unidad de Medios Audiovisuales del Ejército. “Anduve como corresponsal de guerra. Para entonces mi cámara era mi fusil. Andaba tomando fotografías en medio de la lluvia de balas. Uno no sabía de dónde venían los disparos, lo que importaba era conseguir una buena foto”, expresa quien se describe como un fotorreportero al que le gusta “estar en el ojo del huracán, porque es ahí donde salen las fotografías que luego son por siempre recordadas”.

Estuvo dos años en Cuba y cuando regresó a Nicaragua en 1991 siguió trabajando al servicio del ejército. Luego pidió su baja y se le abrieron las puertas de Konifoto, un estudio fotográfico. De ahí paso a trabajar en el Diario La Noticia (rotativo liberal), a donde le llevó Xavier Reyes, quien había sido subdirector del Diario Barricada. Posteriormente consiguió trabajo en Trinchera de la Noticia. “Ahí propuse una paginita que se llamaba En la mira, era con fotografías de todo lo que se hacía en la Asamblea Nacional.  Yo tomaba fotos de cada movimiento de los diputados, hasta de los que se dormían y de los que estaban todo el tiempo con celulares. Recuerdo que la gente de la Asamblea se preguntaba quién era “risita”, porque así firmaba yo esa página. Todavía conservo entre mis recuerdos recortes de esa página que hacía”, recuerda Óscar.

Turbas sandinistas atacando a opositores. Foto: Oscar Sánchez.

Según Sánchez, en Trinchera de la Noticia hubo una crisis y lo despidieron. “Entonces me fui a buscar trabajo en La Prensa y en El Nuevo Diario, en este último encontré a un colega que me conocía y empecé a trabajar entre 1992 y 1993 hasta el día de su inesperado cierre. Me pasaron muchas cosas buenas en ese diario y terminé de pulirme como reportero gráfico”, señala tras una larga cabalgata por sus recuerdos.

Entre anécdotas

A lo largo de más de dos décadas al servicio de El Nuevo Diario, Óscar Sánchez le dio cobertura a una larga serie de eventos, los cuales  van desde toma de posesiones, inundaciones, protestas, además de un sinnúmero de eventos deportivos y de farándula. Entre una y otra cobertura, al conocido “risita” le ocurrieron tantas cosas, entre ellas unas que lo hacen reír, otras que le ayudaron a crecer como fotorreportero y las que lo hicieron sentirse orgulloso de cada trabajo con su cámara.

“Una vez, mientras cubría las protestas de los estudiantes en el contexto de la lucha por el 6%, me desmayé a causa de los gases lacrimógenos. De pronto me derrumbé y estando inconsciente me llevaron a un hospital. Mi susto fue cuando abro los ojos y estoy en una sala sin saber lo que había pasado, hasta que una persona que estaba ahí me lo explicó todo”, cuenta entre risas.

Según recuerda, fue en El Nuevo Diario donde aprendió a escribir pie de fotos con ayuda del doctor Danilo Aguirre. “Al principio yo le llevaba las fotos y él me hacía preguntas como quién era el personaje principal de la fotografía, dónde había sido el evento y qué era lo que estaba ocurriendo. Así me fue enseñando que yo no era solo alguien que tomaba fotos, sino un reportero gráfico”, recuerda el popular “risita”.

De todas las memorias que guarda de su largo recorrido en El Nuevo Diario, hay una que rememora con especial aprecio. “Recuerdo que estando de editor Roberto Collado, yo estaba de turno. Era de noche y estaba lloviendo. Yo andaba en una cobertura por la Centroamérica cuando Collado me llama y me pide que me traslade al barrio “18 de mayo”, donde un muro perimetral había caído encima de unas casas y varias personas habían muerto. Entonces de inmediato le pregunto por el periodista y me responde que me vaya solo. Recuerdo que al llegar al lugar veo que era un caserío que estaba sobre un cauce, en el que me fui y gracias a Dios habían muchos bomberos y de inmediato me sacaron”, relata, como quien imaginariamente vuelve al sitio donde un hecho marcó su vida.

Protestas en la catderal de Managua. Foto: Oscar Sánchez.

“Así golpeado y todo lleno de lodo busqué como hacer las fotos. En primera instancia iba a quedarme en un sector en el que los bomberos estaban luchando por rescatar a una niña que estaba viva debajo de los escombros, pero alguien me gritó que en otro lugar estaban sacando a los muertos, entonces me fui. Los bomberos empezaron a sacar los cadáveres, entre ellos es de un señor aplastado, que recuerdo parecía una página. Solo pensé en que esa era la foto de mi portada”, continúa Óscar con su relato.

“Esa noche yo andaba una grabadora pequeña y conseguí  algunas declaraciones y los nombres de los fallecidos. Llegué a la redacción todo lodoso y el editor me dice: ya tenemos las fotos, ahora andá escribí lo que miraste. Lo hice como me pidió y mi mayor satisfacción fue haber visto al día siguiente en la portada del periódico la foto que yo tomé y el texto que yo escribí”.

Las fotos de esa noche y otras de los miles de eventos a los que les dio cobertura a la largo de su carrera, forman parte “de un gran banco de fotos” que Óscar Sánchez guarda con mucho cariño. “Mi anhelo es hacer un libro que cuente mi experiencia a través de mis fotos”, dice “Don Óscar”.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Email