Mujer aprovechó necesidad económica de adolescente para explotarla sexualmente

La mayoría de los casos en Nicaragua son de delincuentes que venden su material pornográfico a organizaciones extranjeras.

Redacción / IP Nicaragua 

La falta de alimento en su hogar y la necesidad de tener un par de zapatos para ir a la escuela hizo más vulnerable a la adolescente de iniciales G.T.H. de 15 años de edad, para caer en las garras de una explotadora sexual.

La niña habitualmente visitaba un parque de la capital, lugar que también era frecuentado por la explotadora sexual. La mujer normalmente saludaba a la menor, y un día aprovechándose que estaba sola y con un rostro que expresaba preocupación, se le acercó y le ofreció su apoyo.

Entre tanta platica la pequeña le confesó que no tenían alimentos en su hogar y le faltaban los zapatos para el colegio.

La mujer para ganarse su confianza le prometió a la adolescente que trataría de buscarle unos zapatos de su hija y se los regalaría citándola en el parque nuevamente para hacerle la entrega.

El encuentro

El día de la cita la mujer no realizó entrega de lo prometido, sino que le ofreció ganar 200 córdobas por dejarse tomar unas fotografías a lo que la menor accedió.

Las fotos se realizaban en casa de la victimaria. Tras finalizar varias sesiones la amenazó con decirle a su mamá sobre sus fotos, sino accedía a tener relaciones sexuales con hombres que ella buscaba y así la mantuvo durante tres meses hasta que una vecina de la mujer la denunció, pues observaba cuando llegaban diferentes vehículos a traer a la niña.

El día que la mujer fue detenida las autoridades encontraron en su poder una cantidad de fotos las cuales vendía por internet, principalmente a personas extranjeras.

La detenida pertenecía a una banda delincuencial que operaba en la capital, junto a ella trabajaban al menos cuatro personas más entre ella otra mujer que también se encargaba de buscar menores de edad para explotarlas sexualmente.

Madre desconocía situación

IP Nicaragua conversó con la madre de la víctima, quien expresó que tenía desconocimiento del caso y fue hasta que las autoridades iniciaron las investigaciones que ella supo.

«Nunca imaginé que hacían eso con mi hija, yo me iba a echar tortillas y regresaba hasta en la tarde, algunas veces andaba dinero y me decía que una vecina le había pagado porque le ayudaba a limpiar la casa», dijo la madre de la menor.

Agregó que la Policía solo le dijo que era una red internacional. “Me advirtieron que hasta se podían llevar a mi hija del país para hacerla una esclava sexual”, enfatizó.

Explotadores siempre están al acecho

De acuerdo con la socióloga Celia Vega se entiende como explotación sexual cuando una o varias personas somete u obliga a niños, niñas, adolescentes o mujeres a realizar actos sexuales para la satisfacción propia o de otras personas.

“Todo es con el objetivo de tener algún beneficio ya sea económico, favores o regalías, el beneficio lo obtienen los explotadores, no la víctima, esta es una grave violación de los derechos humanos, claramente estamos hablando que las victimas están en situación de desventaja y vulnerables, es decir que quienes las someten tienen poder y control sobre ellas”, apuntó Vega.

La experta dijo que existen muchas modalidades de explotación sexual. “Tenemos actos sexuales con promesa de remuneración, utilización de la imagen de las víctimas para pornografía, acoso sexual, matrimonios forzados para obtener beneficio económico, y prostitución de menores, pienso que la mayoría se dan aquí en Nicaragua, pero predomina es la prostitución de menores y se da más en las ciudades o lugares turísticos”, dijo la socióloga.

Vega manifestó que muchas niñas caen en estas redes de explotación y son prostituidas, asimismo, “con la crisis humanitaria que existe actualmente se está dando mucho los casos que jóvenes son contactadas para «trabajos» en el extranjero y con engaños se van del país y terminan siendo víctimas de estas redes”.

Los explotadores sexuales siempre están acechando y las redes sociales es una de las principales vías para que estos lleguen a sus víctimas, advirtió la socióloga.

“Hoy en día sabemos que muchos menores de edad tienen acceso a internet y hacen uso de las redes sociales bajo ningún tipo de supervisión, y eso los hace muy vulnerables y precisamente es lo que aprovechan los explotadores, también la situación de pobreza es un factor determinante para caer en estas redes de explotación”, mencionó Vega.

La socióloga reveló que la crianza de los menores influye mucho, pues la familia, es decir los padres o tutores, son los referentes, y si no existe una relación cercana de comunicación familiar y confianza, difícilmente se abordan temas como la explotación sexual que aun en nuestra sociedad es un tema tabú del que cuesta hablar.

“Si no hablamos de estos temas, nuestros hijos e hijas no tendrán las herramientas necesarias para identificar si están siendo víctimas de redes de explotación sexual”, insiste.

Vega recomendó que para evitar ser víctimas de explotación sexual, primero que se esté informado sobre el tema, “y que se hable con nuestros hijos e hijas y les demos esta información, padres y madres ser prudentes en la edad que permiten que sus hijos e hijas hagan uso de redes sociales, y si usan, deben supervisarlos frecuentemente”, enfatiza.

Crear vínculos de confianza, y hacerles saber a los menores que pueden expresarse, además que la familia los protege y los apoya.
“Como comunidad debemos estar alertas y lo que podemos hacer es compartir información, si sabemos de casos de explotación sexual, hay que denunciarlo ante las autoridades correspondiente, no debemos callar, si está en nuestras manos apoyar a las víctimas, hagámoslo, cada uno de nosotros podemos hacer la diferencia y erradicar la explotación sexual y todo tipo de violencia”, recalca.

Pena a explotadores

El abogado Víctor Canda, especialista en casos de violencia de género explicó que Nicaragua cuenta desde hace seis años con una Ley contra la trata de personas, la cual encierra varios delitos como la explotación sexual, proxenetismo, y el reclutamiento de personas mediante engaños con fines de explotación sexual, laboral u otro tipo de índole delictiva.

Según el abogado, los proxenetas se enfrentan a una pena de cárcel que va desde los 8 a 10 años, mientras que el delito de explotación sexual tiene una pena máxima de 18 años de prisión.

“La Ley considera como explotación sexual todo acto  que  organice, financie, dirija, promueva, publicite, gestione, induzca, facilite o ejecute la captación directa o indirecta, invite, reclute, contrate, transporte, traslade, vigile, entregue, reciba, retenga, oculte, acoja o aloje a alguna persona con cualquiera de los fines de prostitución, explotación sexual, proxenetismo, pornografía infantil, dentro o fuera del territorio nacional”, dijo Canda. .

El jurista resaltó que en Nicaragua los casos más frecuentes que se ventilan en los tribunales es el proxenetismo, actividad delictiva que se da mucho en ciudades con visitas de turistas, o la venta de material pornográfico de menores de edad.

“La mayoría de los casos en Nicaragua son delincuentes que vende su material pornográfico a organizaciones extranjeras, cada vez que se realiza las investigaciones y se encuentra algún dispositivo tiene conexión con servidores cifrados con otros países lo que hace más difícil desarticular la organización”, mencionó Canda.

Las mujeres migrantes suelen caer en las redes de bandas delincuenciales que se aprovechan del estatus migratorio para someterlas a explotaciones laborales o sexuales, advirtió Canda.

“Con respecto a este punto, es deber del Estado tutelar el derecho de las nicaragüenses que son rescatadas en otros países, las autoridades deben tramitar su estatus legal y ser repatriada a Nicaragua o bien gestionarle una visa para lo que tarde el proceso de investigación o bien para que obtenga su residencia”, puntualizó el abogado.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Email