Monseñor Rolando Álvarez: “Trabajemos juntos por la nación que anhelamos»

El obispo de Matagalpa dijo que hay que destacar a personas que han trabajado por Nicaragua «sin protagonismos ni vanidades, siempre en posiciones discretas, sin adjudicarse ni apropiarse el éxito de sus labores»

Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis Estelí, habló sobre la importancia de construir un país que tenga sus bases en instituciones sólidas.

«Nicaragua debe edificarse con base a Instituciones que permitan el buen funcionamiento de la sociedad. Algo así como un soporte esencial para vida de los ciudadanos», dijo.

En su mensaje dominical señaló que los nicaragüenses necesitan desarrollarse en un Estado que respete los derechos humanos.

«Se podría decir que, para que estado de derecho exista, debe conocer los derechos humanos. Para que los derechos humanos se respeten, es fundamental la existencia de un Estado de Derecho que sujete el poder a las leyes y evitar los vaivenes y tizonazos de las tentaciones que genera el poder», señaló el obispo.

También habló de la importancia de trabajar en una sociedad que no excluya a nadie, al contrario, que junte los valores de cada persona en pro del bien común.

Parafraseando a Darío dijo «Juntemos tantos vigores e inteligencias dispersas».

«Construyamos juntos sin exclusión y sin exclusividad, un deseo común de vivir en dignidad. No dudo que haya muchos hombres que amen a su país para edificar la oportunidad de construir una nueva nación», destacó.

Abordó la fuga de talentos y la migración masiva, pidiendo construir un país que permita desarrollar la dignidad de los nacionales.

«Para que el nicaragüense pueda desarrollar su proyecto de vida en su propio país. Para que pueda sentir que su dignidad es respetada y valorada y no pueda migrar a otro país, frustrado porque en el propio no encuentra las oportunidades necesarias para evitar que haya más Rubén Daríos que se marchen», destacó.

Álvarez recordó a Mauricio Herdocia Sacasa, quien falleció el 21 de enero del 2021 y le colocó como un modelo de edificador de una nueva nación, por su defensa al territorio nicaragüense en conflictos limítrofes.

«Con su legado nos enseñó la vital necesidad de forjar una nación a partir de cimientos de convivencia y de respeto entre el Estado y la persona y entre estás. Sin protagonismos ni vanidades, siempre en posiciones discretas, sin adjudicarse ni apropiarse de los éxitos de su labor, dio su existencia para un país mejor», destacó.

Dijo que «Así como Mauricio, tenemos que reconocer que hay tantos en el anonimato y en el silencio, que trabajan arduamente, con fe y con esperanza, por la construcción de una gran nación llamada Nicaragua. Trabajaremos todos juntos, por esta nueva nación que necesitamos y anhelamos».

Las homilías de Monseñor Álvarez tienen un eco importante en la sociedad nicaragüense porque aborda temas políticos y sociales, además, su mensaje se replica en diferentes medios de comunicación.

En general, la Iglesia Católica es una de las instituciones que mayor grado de confianza genera entre los nicaragüenses, según destaca el informe Latinobarómetro 2021.

Su nivel de confianza en Nicaragua es del 65%, seguido por el presidente (35%) y el Gobierno (35%).

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