“Libertad y democracia”, el ideal que une a los estudiantes de la generación del 23 de julio con la nacida en el 2018

*La anterior generación que luchó contra Somoza sostiene que se debe formar un frente común para derrocar a los Ortega-Murillo.

Redacción IP Nicaragua

Los estudiantes de la rebelión cívica de abril de 2018 y los de la generación del 23 de julio de 1959 salieron a las calles en diferentes épocas de la historia de Nicaragua para enfrentarse a una dictadura y exigir “libertad y democracia”.

Hace 61 años, los estudiantes de la generación del 23 de julio salieron a recorrer las calles de León en actitud de protesta cívica y reclamo de libertad y democracia. Luchaban contra una dictadura; la de Somoza.

Paradójicamente, hace dos años precisamente los estudiantes universitarios volvieron a tomarse las calles para enfrentarse a otra dictadura; la de Ortega y Murillo.

Los jóvenes iniciaron las protestas en abril 2018. Foto: Orlando Valenzuela / IP Nicaragua.

Los sobrevivientes de la autodenominada «generación del 23 de julio» emitieron un comunicado de cara a la celebración del día nacional del estudiante, en el que reinvidican la lucha de 2018 y afirman que la “historia de Nicaragua sigue repitiéndose”.

“Ha continuado la entronización en el poder de una sola persona y su familia; las violaciones flagrantes a la Constitución Política, la sujeción de los poderes públicos a la voluntad de esa familia; los fraudes electorales, los pactos para repartirse cuotas de poder y de curules, y los actos de corrupción”, refirieron en un comunicado los estudiantes.

El escritor y exvicepresidente, Sergio Ramírez Mercado; la defensora de derechos humanos, Vilma Núñez de Escorcia y Carlos Tünnermann Bernheim, actual coordinador de la Alianza Cívica por la Justica y la Democracia (ACJD), firmaron el comunicado.

El catedrático Alejandro Serrano Caldera, Irela Prado Hernández, Luis Rocha Urtecho, Leticia Saavedra, Joaquín Solís Piura, Arnoldo Toruño Toruño, Ricardo Zambrana Díaz, Humberto Lacayo Dubón y  Julio López Miranda, se sumaron a esa proclama.

Represión policial en 2018. Foto: Melvin Vargas.

“La rebelión cívica iniciada en abril de 2018, encabezada por una juventud valiente, decidida y plena de ideales patrióticos, demostró que la llama del 23 de julio de 1959 nunca se apagó, aunque esta vez la cuota de jóvenes indefensos sacrificados multiplicó por 100 a la de aquel entonces, con una carga mayor de heridos, prisioneros políticos y perseguidos”, afirma la generación del 23 de julio.

Los miembros de la generación del 23 de julio sostienen que “fieles al legado” de sus compañeros caídos, respaldan todas las acciones que sean necesarias para formar un solo “frente común y plural de lucha” contra la familia Ortega, que “ha sucedido a la dictadura familiar de Somoza”.

Grito de la juventud

Mientras tanto, los universitarios que conforman los diferentes movimientos estudiantiles, que nacieron en abril de 2018, sostienen que luchar contra los Ortega-Murillo y derrotarlos, les plantea el “reto histórico” de construir una nueva y verdadera opción política.

“El 18 de abril del año 2018 estalló el grupo de la juventud y el estudiantado nicaragüense, con la valentía y los sueños por un país mejor y con mejores oportunidades nos manifestamos por los grandes cambios y retos que este país todavía demanda”, señalaron cuatro organizaciones estudiantiles que firmaron un comunicado.

Hace 61 años, la dictadura de Somoza envió a la Guardia Nacional a disparar contra una manifestación de estudiantes. Uno de los “actos más cobardes” –recuerda la generación del 23 de julio- donde Erick Ramírez, Mauricio Martínez, José Rubí y Sergio Saldaña, resultaron asesinados y más de 60 quedarían heridos.

Hace dos años, al menos 328 nicaragüenses fueron asesinados por la represión policial y de paramilitares que también dejó más de 2 mil heridos, según informes de organizaciones de derechos humanos.

“Como jóvenes y estudiantes seguimos comprometidos con el corazón de abril, que significa sacar a la dictadura Ortega-Murillo y darle a los nicaragüenses, justicia, libertad y democracia que abra paso a un país mejor para todos”, afirman las organizaciones que nacieron en abril.

Tanto la generación del 23 de julio como la de abril de 2018 coinciden en que es necesario luchar por una nueva Nicaragua, basado en el “imperio de la Constitución y las leyes, y en el pleno respeto a los derechos humanos, a la libertad y a la dignidad de los nicaragüenses”.

Foto portada: Orlando Valenzuela / IP Nicaragua.