Las películas de pandemia en tiempos del covid-19

* Algunas de las ficciones cinematográficas pueden convertirse en realidad.

Orlando Valenzuela

Desde antes de la aparición de la pandemia del coronavirus, la industria del entretenimiento, especialmente el cine, ha producido decenas de películas en las que hipotéticamente, presagiando un futuro apocalíptico, recrean situaciones de máximo peligro para la humanidad, en las que siempre aparece como protagonista un virus mortal y contagioso.

Revisando las producciones de los últimos años, encontramos decenas de títulos sugerentes sobre pandemias, películas que suponen una amenaza mundial, en las que un empresario farmacéutico o algún gobierno que está experimentando nuevas armas biológicas, por algún motivo o “accidente”, se le escapa uno de estos microorganismos, contagia a uno de los científicos y éste, al trasladarse a su casa, va contagiando a muchas personas.

Hay situaciones en las que se plantea que el experimento se realiza en un laboratorio de alta seguridad de un ejército x, donde ocurre un  accidente y el virus en cuestión infesta a miembros del personal militar y se aplican medidas  drásticas para  eliminar la cadena de contagio, procurando que la amenaza no salga más allá del recinto.

Varias de las películas pueden convertirse en realidad. Foto: Pixabay.

En otros casos se sugiere que el virus es  intencionalmente liberado en un pequeño poblado para conocer los efectos y probar una vacuna que también se está desarrollando paralelamente.

La imaginación llega más allá y hay algunas producciones en las que se expone la tesis de la llegada de malignos alienígenas del espacio y que es muy difícil combatirlos. En cambio, en otras películas el guion nos lleva a grandes ciudades que son víctimas del avance de una desconocida toxina que infestó el sistema de agua potable.

En otros casos el peligroso virus cae en manos de terroristas y estos quieren aprovecharlo para chantajear a los gobiernos exigiendo no solamente dinero, sino también cuotas de poder o territorios.

Así, con ese bombardeo de historias aterradoras preparado de antemano, la llegada del nuevo coronavirus, que “casualmente” apareció en una ciudad china y que   eventualmente se esparció por países vecinos y después a todo el mundo, no es una noticia desconocida; es un tema que ya mucha gente domina, pero también es un tema al que mucha gente le teme.

Por eso, la llegada del covid-19 provocó un estremecimiento de todas las estructuras de la sociedad europea,  que fue la primera  que enfrentó  este virus importado, que transformó de la noche a la mañana el  modo de vivir de millones de personas, gente que pasó de vivir libre, en la relativa tranquilidad de sus casas, saliendo al trabajo, al cine, restaurantes y parques, de pronto se vieron obligados a permanecer enclaustrado en las cuatro paredes de sus hogares, sin siquiera poder salir ni a la esquina, porque las leyes que se implementaron fueron muy estrictas y rígidas, hasta el punto de que muchas personas murieron producto del aislamiento,  porque no pudieron salir a buscar ayuda, por el régimen de excesivo control.

En muchos países se implementaron medidas drásticas que afectaron libertades básicas de la población, como la libertad de movilización, de expresión.

En China fueron censuradas las redes sociales y palabras claves como virus, coronavirus, fueron bloqueadas de estos sitios, incluyendo de los medios de comunicación autorizados.

En la mayoría de países afectados, el virus también trastocó todos los sistemas gubernamentales, incluyendo el educativo, paralizó miles de empresas que tuvieron que cerrar por las medidas de distanciamiento para protección de la población. Millones quedaron en el desempleo.

Transporte paralizado

La pandemia también provocó la paralización total del transporte aéreo, terrestre y marítimo, quedando miles de viajeros varados en aeropuertos, estaciones de trenes y puertos, sin oportunidad de movilizarse por el cierre de fronteras y otras restricciones impuestas en cada país.

La llegada del covid-19 provocó un estremecimiento a nivel mundial. Foto: Orlando Valenzuela / IP Nicaragua.

Con todo esto, la falta de turistas provocó una situación económica más difícil, porque se vinieron abajo todos los negocios de turismo: restaurantes, hoteles, museos, bares, cines, teatros, moteles y demás sitios de recreación.

Muchas de las películas son increíblemente fantasiosas, pero estamos en un tiempo en que ya la realidad superó a la fantasía. Si mirábamos como muy futurista  o absurda y alarmante una película de los años 70´ o de  los 80´, en las que aparecían miles de personas histéricas  corriendo por las calles, cayendo muertas por virus o por un ataque químico, ahora eso fue superado por la realidad, como sucedió  en Ecuador, y en algunas ciudades de Europa,  donde la gente sacaba los cadáveres de sus familiares a las puertas de sus casas o a las aceras  para que pasaran camiones levantándolas como  si fueran objetos o bolsas de basura.

En otros casos se creía absurdo que a un tren suban personas con trajes herméticos antivirus, cubriéndose desde los pies hasta la cabeza, incluso usando mascarillas, tapabocas, cascos, guantes, como si fueran a una sala de cirugía, pero no son médicos; son simplemente trabajadores comunes que van protegidos contra el contagio del coronavirus.

Todas estas apocalípticas imágenes que mirábamos en el cine hace 40, 30 o 20 años, incluso hace 10 años, ya fueron superadas por una realidad tan cruda y angustiante, que hace pensar que estamos viviendo una película de ciencia-ficción que nos mantiene morbosamente sentados en la butaca, pero deseando ansiosamente que la cinta termine y enciendan las luces.

En la actualidad se sigue luchando contra el coronavirus, mientras los productores siguen inventando nuevos virus y nuevas situaciones aterradoras, porque el cine como arte también es un negocio y hay que entretener al público, aunque sea con estos temas que por desgracia son de actualidad.

Resulta increíble recordar que hace muchos años, cuando en el cine las cintas se miraban solo en blanco y negro, hubo películas que causaron mucho pavor con los pocos o casi nulos efectos especiales de la época, donde se mostraban situaciones que la gente más crédula que ahora, tomaba hasta cierto punto como cierto lo que entonces era fantasía.

A continuación, 15 películas sobre pandemias que se pueden encontrar en Neflix, HBO, o en otras plataformas que ofrecen este tipo de servicios. También se incluyen unas de alienígenas y zombis, para meterle más suspenso y drama.

 Pandemia:

Foto: Internet.

Una docuserie para conocer a los héroes al frente de la batalla contra la gripe y los esfuerzos que hacen para detener el próximo brote mundial.

 Virus:

Este es un thriller de 2013. El caos se apodera de un barrio cuando la mortandad de una enfermedad transmitida por el aire, obliga a decretar una cuarentena.

 Guerra mundial Z:

Un empleado de la ONU pelea contra el tiempo y el destino mientras viaja por el mundo intentando frenar una pandemia mortal de zombis.

 Viral:

Dos hermanas, adolescentes y astutas, luchan por sobrevivir cuando una plaga de gusanos invade su pueblo y amenaza con atacarlas.

 Extinción:

La pesadilla de un hombre de familia se vuelve realidad luego de que una fuerza extraterrestre empieza a exterminar a los habitantes de la tierra.

 Cargo:

Un padre que trata de sobrevivir a una pandemia, atraviesa las zonas más salvajes de Australia en busca de alguien que cuide de su pequeña.

Coronavirus en pocas palabras:

Foto: Internet.

En 2020, el mundo cambió. Esta serie examina la pandemia de coronavirus, los esfuerzos para combatirlo y las maneras de controlar sus efectos sobre la salud mental.

 El silencio:

Un adolescente y su familia se cruzan con un culto misterioso mientras huyen de unas criaturas horripilantes que cazan a los humanos a través del sonido.

 Aniquilación:

La bióloga Lena se interna en una región misteriosa aislada por el gobierno estadounidense después de que su esposo desapareciera durante una misión secreta.

 Day of the dead. Bloodline:

Mientras los zombis controlan el mundo, los sobrevivientes en un bunker están desesperados por encontrar una cura.

 93 días:

Un viajero aterriza en lagos con síntomas del virus del Ébola y un heroico equipo médico lucha por conocer el brote. Basada en una historia real.

 Hacia el lago:

Cuando una plaga amenaza con destruir la civilización, aquellos que resisten arriesgan sus vidas, sus afectos y su propia humanidad en una lucha feroz por sobrevivir.

 Eli:

De la mano de sus padres desesperados, un niño de once años con una extraña enfermedad llega a una clínica remota para someterse a un tratamiento experimental.

 The rain:

Foto: Internet.

Seis años después de que un virus transmitido por la lluvia asola Escandinavia, dos hermanos se unen a un grupo de sobrevivientes que buscan seguridad y respuestas.

 Vivo:

Mientras un virus espeluznante arrasa con la ciudad, un hombre permanece encerrado solo en su departamento, desconectado y desesperado por encontrar una salida.

Entretenimiento y dinero

El comunicador social Rafael Lara comparte una extensa lista de temas relacionados a pandemias, epidemias y  catástrofes mundiales en las que aparecen zombies, extraterrestres y  virus de toda clase.

“Todas las series de películas de muertos vivientes son sobre pandemia o virus salidos de laboratorio, igual que los videojuegos hechos películas tipo Resident Evil”, comentó Lara.

Explicó que como toda película, están hechas para entretenimiento y ganar dinero, explotando al máximo los miedos.

“Estas no se hicieron en tiempos de pandemia. Hay que reconocer que hay las que se centran en la enfermedad y su capacidad de expansión, que regularmente son más realistas, como Contagio (pandemia de gripe A (H1N1) y Epidemia (por el Ébola) y las de zombies, que explotan el terror, no tanto por la enfermedad, sino por el peligro que representan los contagiados, que son caníbales. Incluso están los virus extraterrestres. Una cinta muy valorada es Andrómeda Strain, de 1971, que durante la carrera espacial de EE. UU. no se pensaba mucho en los virus que podrían traer del espacio», apuntó. Añadió que esta película aborda cómo microorganismos agresivos, parásitos altamente contagiosos, se alojan en los humanos y los mata. Otra muy sensacionalista, según Lara, es The Thing (La Cosa) de 1981, en la que un virus extraterrestre puede pasarse de un humano a otro y prácticamente lo clona.

Otras películas que Lara valora muy bien son: The Hot Zone, una interesante miniserie de 2019 estrenada en el canal de National Geographic, que trata de un brote de ébola y los esfuerzos por contenerlo en una zona rural de Washington D.C.  Es el tema de cómo manejar la pandemia sin provocar una alarma que podría ser peor que la enfermedad y que a su vez podría exponer más a la población, aunque también se mira cómo los intereses empresariales mezquinos, minimizan la situación.

También está el film Ceguera, la adaptación de la novela de 1995 titulada «Ensayo sobre la ceguera», de José Saramago, que si bien aborda el tema de una enfermedad que causa ceguera, trata más sobre la sociedad colapsada y su sobrevivencia.

Agrega como antecedente de Soy Leyenda, a El último hombre sobre la tierra, estrenada en 1964 con Vincent Price; Omega Man, de 1971, con Charlton Heston, que fueron la antesala de cintas sobre enfermedades pandémicas y los zombies, previas a la clásica de George A Romero; «Night of the Living Dead», de 1978.

Otras producciones cinematográficas sobre el mismo tema son Outbrake (Epidemia) 1995, con Dustin Hoffman, Contagion (Contagio) de 2011, Soy Legenda 2007, 12 Monkey (12 Monos) 1995, 28 días después, que tuvo su secuela y 28 semanas después, de 2002 y 207. Se incluye también Juan de los Muertos, 2011, producción cubana de zombies.

The Thing for Another World es un «remake» de la película de 1951, aunque un poco más ingeniosa desde el ángulo del suspenso, en que no sabes quién es quién. De la versión de 1981 sacaron una secuela en 2011.

“Considero que estas películas son interesantes porque muestran una serie de medidas que los gobiernos toman ante situaciones de emergencia, pero también los descuidos de cómo puede extenderse una enfermedad agresiva. Al final, a veces la realidad supera a la ficción”, concluyó Lara.

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