La otra cara de los músicos nicaragüenses: bajos salarios y sin seguridad social

Redacción / IP Nicaragua

Para muchos, el nombre de Rhina Baltodano en el mundo artístico suele pasar desapercibido. Es más conocida como «La Reina de la Cumbia», tiene más de 20 años de experiencia artística y es una de las grandes voces de la música nicaragüense.

Baltodano fue cantante del grupo musical Fuzion 4, grupo con el que grabó muchos videos y temas musicales. También perteneció al elenco del grupo los Nuevos Panzers y en sus inicios fue la voz femenina de pequeños grupos musicales.

Esta artista nacional, desde hace más de cinco años decidió independizarse y emprender como solista ofreciendo sus conciertos con cumbias y temas bailables.

Ser solista le permite abordar un tema que sus colegas no logran exponer abiertamente y es el de los salarios que reciben los integrantes de los grupos, desde el vocalista hasta los que ejecutan los instrumentos musicales.

músicos nicaragüenses
Rhina Baltodano aparece en esta fotografía acompañada con otro colega del ámbito musical nicaragüense. Cortesía.

“La realidad es que el salario de un vocalista de un grupo musical es muy bajo en Nicaragua por muy famosa que sea la agrupación. Nosotros sabemos que el mejor artista pagado del momento puede recibir por cada concierto un pago mayor a los mil quinientos córdobas y el resto hasta mil trescientos córdobas, la mayor ganancia la obtienen los propietarios de los grupos musicales”, reveló Baltodano.

Músicos nicaragüenses deben devengar mejores salarios

“La Reina de la Cumbia” considera que los artistas musicales deberían devengar un mejor salario al tener un trabajo desgastante.

La mayor parte de sus presentaciones se realizan por la noche y son mínimas las horas que duermen.

También abogó para que sus colegas tengan derecho a un seguro social, porque con el paso del tiempo sus energías se apagan y quedan en el abandono y sin un ingreso para mantener su hogar.

“Me atrevería a decir que en Nicaragua ningún propietario de grupo musical tiene afiliados a sus trabajadores al Seguro Social, pero me dio alegría conocer que uno de los dueños de esas agrupaciones del momento, está compartiendo un poco sus ganancias con sus vocalistas, bailarinas, músicos así como técnicos cuando sus conciertos llenan sus expectativas”, confesó la artista

Baltodano detalló que si el grupo musical no tiene contrato de forma seguida, durante la semana los integrantes no obtienen ingresos, porque solo devengan dinero por cada presentación artística, ante lo cual muchos de los integrantes del grupo tienen que buscar otra alternativa de ingreso.

Artistas enfrentan costo de la vida

Manuel Pavón es un reconocido vocalista de la ciudad de Granada. Formó parte de la Banda M16 y el Grupo Nicoya.

Al igual que Rhina Baltodano, considera que los integrantes de grupos musicales deberían tener mejores salarios ante el alto costo de la vida.

“Todo artista de nuestro país quisiera tener seguro social y devengar mejores salarios porque los productos de la canasta básica van en aumento y los dueños de grupos musicales mantienen los salarios congelados, como alternativa tenemos que buscar otros ingresos, para no depender solo de la industria del entretenimiento”, remarcó Pavón.

músicos nicaragüenses
Manuel Pavón considera que los artistas deberían tener mejores salarios.

El vocalista señala que en Nicaragua es difícil pensar que un artista va a depender solo de la música, por ello aconseja a los nuevos talentos no abandonar sus estudios y tener este arte como una alternativa extra de ingreso, porque al final los mayores beneficiados son los dueños de las agrupaciones musicales.

“En ocasiones, cuando el grupo hace un contrato por puerta y no asiste el público esperado, te pagan menos de lo acordado, pero cuando las entradas son masivas tu salario siempre es el mismo. Los dueños de las agrupaciones debieran de tener más empatía con sus colaboradores”, mencionó Pavón, quien se dedica a cantar con diferentes grupos cuando lo contratan.

Sufrimientos del artista después del escenario

Baltodano asegura que el artista siempre tiene que mostrar su mejor rostro ante el público, aunque en su interior esté pasando una mala situación, porque las personas llegan a buscar un momento de entretenimiento.

«Recuerdo que a los pocos días de la muerte de mi papá tenía que ir a cantar por las obligaciones con el grupo con el que trabajaba en ese momento. Yo veía a la gente desde el escenario, bailando, gritando y tomando cerveza, pero por dentro mi alma sufría, pero debía seguir porque así es la vida del artista, siempre tenemos que mostrar una sonrisa”, recuerda Baltodano.

Pavón asegura que muchos nicaragüenses tienen la percepción que un artista musical tiene una manera fácil de ganarse la vida, pero asegura que desconocen los sacrificios que encierra ese mundo, en el que se tiene que trasnochar e incluso, después de los conciertos los dejan en las estaciones de servicio, donde tienen que esperar que pasen los primeros buses de la mañana para poder ir a descansar a sus hogares.

“Una vez que el artista pasa los 50 años los dueños del grupo te desechan y hasta allí llegó tu carrera y no te pagan ni siquiera tu liquidación, nuestro anhelo es que tengamos mejores oportunidades en el mundo del espectáculo” concluyó el músico.

*Nota colaborativa

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