Redacción Billetes / IP Nicaragua
La economía mundial, golpeada fuertemente por el covid-19, retrocederá 4.9 por ciento en 2020. Es el nuevo pronóstico del Fondo Monetario Internacional, dado a conocer este miércoles 24 de junio.
“La pandemia de covid-19 ha tenido un impacto más negativo que lo previsto en la actividad en el primer semestre de 2020 y la recuperación será, según las proyecciones, más gradual de lo que se había pronosticado”, es parte de lo que dice el organismo financiero multilateral.
“El impacto adverso en los hogares de bajo ingreso es particularmente agudo, y pondría en peligro el avance significativo de la lucha contra de la pobreza extrema logrado a nivel mundial desde la década de 1990”, añade.
La economía más golpeada, según el Fondo, será la de España, la que experimentará una contracción de 12.8 por ciento, cinco puntos más que lo proyectado en abril pasado, aunque para el 2021 la entidad monetaria global pronostica que ese país experimentará un crecimiento económico de 6.3 por ciento.
La economía estadounidense, otra de las que no debe perder de vista Nicaragua, se contraerá en ocho por ciento.
La zona euro en general caerá en 10.2 por ciento.
Para América Latina se espera una contracción de 9.4 por ciento, donde Brasil y México experimentarán caídas en su producto interno bruto de 9.1 y 10.5 por ciento, respectivamente.
En China, donde según el FMI está en marcha la recuperación, tras la fuerte contracción registrada en el primer trimestre del año, se proyecta que haya un crecimiento de uno por ciento en 2020, apoyado en parte por políticas de estímulo. El gigante asiático, donde surgió la pandemia, es la única economía con un desempeño positivo en el año, según el informe.
Para Nicaragua, el FMI ha proyectado previamente una caída de su PIB del seis por ciento, una contracción mucho más grave que la oficial, ya que el Banco Central de Nicaragua solo espera que la economía retroceda 4.5 por ciento.
Incertidumbre y advertencias
El informe del FMI se titula “Una crisis como ninguna otra, una recuperación incierta”.
“Como fue el caso de las proyecciones del informe de abril de 2020, existe un grado de incertidumbre inusitadamente elevado en torno a estas proyecciones. Las proyecciones de base se fundamentan en presunciones críticas sobre las secuelas de la pandemia. En las economías con tasas de infección decrecientes, la ralentización de la trayectoria de recuperación contemplada en los pronósticos actualizados refleja un distanciamiento social persistente a medida que nos adentremos en el segundo semestre de 2020; mayores cicatrices (daño al potencial de oferta) debido al hecho de que la actividad sufriría más de lo previsto durante el confinamiento instituido en el primer y segundo semestres de 2020, y un golpe a la productividad a medida que las empresas que sobrevivan incrementen las necesarias prácticas de seguridad e higiene en los lugares de trabajo”, explica el Fondo.
Alerta de que “en las economías con dificultades para controlar las tasas de infección, un confinamiento más prolongado infligiría más daños a la actividad”.
Y advierte que todos los países, incluidos los que aparentemente han dejado atrás los picos de infección, deberían asegurarse de que los sistemas sanitarios cuenten con recursos adecuados.
