Nayira Valenzuela
Desde que en Nicaragua se confirmara el primer caso positivo de Covid- 19, la Iglesia Católica comenzó a ejecutar medidas de protección tanto para la feligresía como para el clero y a partir del 26 de marzo, se canceló en su totalidad todas las actividades litúrgicas, pasando a modalidad en línea.
Cuando el cardenal Leopoldo Brenes realizó por primera vez la misa de Domingo de Ramos de manera virtual y sin presencia física de feligreses, en Nicaragua parecía una medida drástica, pero fue una de las acciones que el papa Francisco mandó a reproducir, como cuando el 8 de marzo el sumo pontífice ofició por primera vez un sermón dominical por ‘streaming’.
Como una forma de acercar la iglesia a la feligresía en tiempos de Covid-19, el arzobispo de Managua, a través de un comunicado, exigió extremar la limpieza en los templos, limitar los contactos entre feligreses y a “las parroquias y comunidades con presencia en redes sociales, facilitar su difusión”.
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Han pasado 52 días desde que se hizo público el primer Caso de Covid-19 en Nicaragua y el mensaje de mantener cerca la iglesia a la feligresía hoy se refuerza.
A través de una trasmisión en vivo, el padre Boanerges Carballo Madrigal, vicario Episcopal de Pastoral y párroco de la iglesia Santo Domingo de Guzmán, en Las Sierritas y el padre Leonel Alfaro, coordinador de la Comisión de Comunicación de la Arquidiócesis de Managua y vicario parroquial de la iglesia Jesús de la Divina Misericordia, mencionaron las estrategias virtuales de la iglesia en tiempos de Covid-19.
“Vemos la necesidad de conjugar la parte técnica del uso de las redes sociales, que son los escenarios que nos encontramos donde están los fieles, donde está la gente que nos escucha, que nos ve, con la oración, que no podemos descuidar», expresó el vicario Alfaro.
También menciono que “este es un tiempo de gracia para nosotros como sacerdotes, para no satanizar el uso de estas plataformas para poder incursionar en los espacios, porque sabemos que los templos están prácticamente vacíos, pero nosotros como curas vamos a la gente a través de estos espacios”, añadió.
JUNTOS OREMOS
Una de las estrategias que está reforzando la iglesia Católica es retomar la campaña “juntos oremos”, donde se ora en base a las necesidades de la feligresía en comunión con las intenciones del papa Francisco, de la iglesia universal y local, pidiendo por los médicos y por la confianza que debe tener el fiel. También reforzar la comunicación entre obispos y sacerdotes de todas las parroquias a través de videoconferencias vía Zoom, indicó el religioso.
El padre Carballo también llamó a aprender a ver la mano de Dios «en medio de esta situación que nos apremia a todos, nos tiene en incertidumbre y nos causa zozobra, aunque parezca incomprensible su presencia».