Ex presos políticos nicaragüenses en EE.UU. listos para empezar a trabajar

El pasado 9 de febrero 222 presos políticos nicaragüenses fueron liberados. Ahora se aclimatan a su nueva vida en Estados Unidos, donde residen legalmente bajo un programa de parole humanitario ofrecido por el Departamento de Estado.

WASHINGTON —Decenas de ex presos políticos nicaragüenses que fueron trasladados a Estados Unidos y despojados de su nacionalidad avanzan en sus trámites legales para poder trabajar, con la esperanza de reunirse con sus familias que dejaron en Nicaragua.

A través de la colaboración de EEUU, el pasado 9 de febrero el gobierno de Nicaragua liberó a 222 presos políticos, quienes fueron trasladados a Washington.

“Gracias a Dios ya tenemos resuelto lo que son los documentos. Tenemos permiso laboral, tenemos el (número de) seguridad social y ahora estamos abriendo las cuentas bancarias para el respectivo pago para cuando estemos trabajando”, dijo a Voz de América el ex prisionero político Carlos Bonilla.

Bonilla vive en Washington D.C. junto a otros tres ex presos políticos. Una estadounidense solidaria les proporciona alojamiento y alimentación de manera voluntaria.

“Los planes que tengo por el momento son recoger plata y buscar cómo traer a mi hija y a mis hermanas para hacer una nueva vida aquí”, dijo Bonilla, a quien le gustaría quedarse en la capital estadounidense. “No he conocido otros lugares, pero me siento cómodo donde estoy”, agregó.

El exprisionero Cristian Meneses, que vive con Bonilla, explica que también quiere empezar a trabajar lo más pronto posible y dice que en un futuro le gustaría regresar a Nicaragua.

«No fueron nuestros planes salir de nuestro país, tampoco son nuestros planes quedarnos acá», indicó.

La ex prisionera política nicaragüense e integrante del movimiento campesino Karla Escobar señala que hay sentimientos encontrados entre los compatriotas excarcelados trasladados a EEUU, porque extrañan a sus familias.

Escobar vive en Texas, pero espera poder trasladarse a la capital estadounidense para trabajar mientras estudia un diplomado en fisioterapia.

Dice que durante su encarcelamiento, que duró tres años, fue sometida a reiteradas torturas psicológicas, por lo que ahora recibe apoyo psíquico.

“Algunos ya tenemos ayuda psicológica. Somos 222, no pueden abarcarnos a todos juntos, pero sí paulatinamente”, dijo.

Escobar dijo que los ex presos políticos han recibido bonos de $100 para comprar alimentos.

Operación Guardabarranco

La mayoría de los ex presos políticos ya tienen permiso de trabajo. «Con eso ya pueden trabajar legalmente en los Estados Unidos y pueden iniciar todo un proceso para iniciar asilo político”, explicó a la VOA Carlos Quesada, director ejecutivo del Instituto Internacional de la Raza, Igualdad y DDHH, con sede en Washington. D.C.

La organización trabajó con el Departamento de Estado en el traslado y apoyo a los nicaragüenses liberados, un proceso que Quesada describe como “emocionante” y que fue bautizado como “Operación Guardabarranco”.

“El Guardabarranco es el pájaro nacional en Nicaragua. Somos una organización de derechos humanos, pero se nos pidió buscar un hotel, darles viáticos, conseguirles teléfonos, abrigos y comprar los ticketes para reubicarlos en otras partes de Estados Unidos”, señaló Quesada, quien también destaca que de los 222 presos liberados, 220 se quedaron en EEUU y dos decidieron instalarse en Costa Rica.

El secretario de Estado, Anthony Blinken, calificó la excarcelación como “un paso constructivo” en el camino “de abordar abusos de derechos humanos en Nicaragua”.

Las autoridades nicaragüenses despojaron de su nacionalidad a los liberados y afirmaron que fueron sentenciados por «actos que menoscaban la independencia, la soberanía y autodeterminación del pueblo por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica».

Con información de la Voz de América 

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