* El Minsa sigue sin informar la situación del covid-19 en Nicaragua, y para expertos independientes la pandemia ya está en la fase de “transmisión comunitaria”.
Alma Vidaurre /IP Nicaragua
Ante la falta de información y el silencio de cuatro días por parte del Ministerio de Salud sobre la situación del coronavirus en el país, la población tiene que seguir con un comportamiento adecuado para evitar la propagación del virus en esta fase de la pandemia, afirmó el epidemiólogo, Rafael Amador.
“En última instancia, esta epidemia no la controla un ministerio, ni el personal de la salud, la controlan los ciudadanos con su comportamiento de higiene, de limpieza y protección individual y colectiva”, dijo Amador a IP Nicaragua.
El martes pasado fue el único día de esta semana que el secretario general del Minsa, Carlos Sáenz, informó sobre la realidad de la pandemia en Nicaragua, confirmando el décimo sexto caso positivo en el país.
El epidemiólogo Amador confirmó la teoría de que el país entró a la fase de transmisión comunitaria y lo vemos reflejado en la situación que está viviendo el personal médico del país.
“Hay una buena proporción de médicos, enfermeras, que están hospitalizados. Significa que han estado trabajando sin medios de protección adecuada. Eso te da un reflejo de que es un sector de la población que está bien expuesto y se tuvo que haber contaminado por exposición con pacientes, pero a su vez los médicos están contaminando a otros pacientes y es una manifestación más de que no se sabe quién anda contaminando a quién, que en esencia es la definición de la cuarta etapa”, afirmó Amador.
Según el epidemiólogo, Nicaragua apenas está “comenzando” con un brote mayor que pudiera incrementar la curva de casos en los próximos días, y eso llevará mucho tiempo controlarla.
“Vamos a empezar a ver el incremento de la ola y la curva se va a comenzar a disparar de manera exponencial. En las próximas cuatro semanas vamos a estar viendo más y más casos que van a estar buscando atención médica y quizá de aquí a dos meses, si se refuerzan las medidas de protección y aislamiento de las personas más vulnerables, quizá logremos comenzar a ver una disminución de aquí a unas ocho semanas”, dijo Amador.
MURILLO TAMBIÉN GUARDA SILENCIO
Este viernes, la vicepresidenta del país y coordinadora de comunicación del Gobierno, Rosario Murillo, tampoco se refirió a la situación epidemiológica de Nicaragua frente la pandemia que amenaza con colapsar el débil sistema de salud.
En su monólogo de más de media hora, Murillo solamente resaltó las políticas de su gobierno al impulsar el cuarto ciclo de visitas “casa a casa”, aduciendo que a través de este “modelo de presencia directa”, han visitado más de 65,000 hogares a nivel nacional.
Tanto el Minsa, como Murillo, cerraron la semana guardando silencio sobre las innumerables denuncias de personas que han fallecido por covid-19, o los casos sospechosos que empiezan a salir a luz.
La ausencia de políticas informativas por parte de la autoridad sanitaria del país podría provocar incertidumbre entre la población, señala el epidemiólogo.
“Entre más información objetiva y clara tenga la población, va poder actuar de una manera más responsable, con menos incertidumbre y más efectividad (…) Como autoridad, el rector de la salud, debería de manejar la información correcta y adecuada, que permitiera en primer instancia a las autoridades sanitarias haber tomado las acciones que hubiesen impedido este proceso de contaminación comunitaria que existe ya”, puntualizó el experto en salud.
SITUACIÓN DE PRESOS
Este viernes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas (Oacnudh) insistieron al Estado de Nicaragua que es urgente adoptar medidas para proteger la salud de los privados de libertad.
“Ante la pandemia covid-19, que está afectando al mundo entero, Oacnudh exhorta al Gobierno de Nicaragua a adoptar medidas para reducir el hacinamiento en las cárceles, incluyendo la liberación de las personas detenidas en el contexto de las protestas”, dijo la Oficina de Alto Comisionado a través de un tuit en su cuenta oficial.
La CIDH señaló que es necesario adoptar medidas que ayuden a “proteger integridad y salud” de las personas privadas de libertad.
“La CIDH y Redesca reciben con preocupación denuncias sobre contagios y muertes por covid-19 en un contexto caracterizado por ausencia de información oficial confiable y medidas estatales que promuevan el distanciamiento social”, criticó el organismo de derechos humanos.
La CIDH se refirió, por ejemplo, al caso de la autoconvocada María Esperanza Sánchez “que padece enfermedades crónicas preexistentes y presenta síntomas de covid-19, sin atención médica apropiada”.