* Algunos insectos no solo toman el color de la naturaleza que los rodea, sino hasta las formas de los árboles que los hospedan.
Orlando Valenzuela
En el mundo existen animales que sobreviven en medio de cientos de depredadores, ya sea porque están dotados de elementos de autodefensa como tenazas, en el caso de los cangrejos; aguijones como los alacranes; cuernos puntiagudos como los de rinocerontes y antílopes, espinas, como las del puerco espín; chorro de veneno como el que tiran los pulpos de anillos amarillos, sudor venenoso como el de las ranitas dardo, entre otras.
Pero hay otros animales que no cuentan con esos recursos defensivos y recurren a un proceso que los hace “invisibles” ante sus enemigos, que se llama mimetismo.
El mimetismo es la capacidad que tienen algunos seres vivos como estrategia de protección, de modificar su apariencia para parecerse a otro animal o al ambiente que le rodea.
En este cambio de apariencia pueden modificar su color, olor e incluso el sonido que emiten para camuflarse según el lugar donde se encuentren y uno de los mejores ejemplos es el camaleón.
El mimetismo es una imitación defensiva que consiste en camuflarse entre las cosas que le rodean para evitar ser reconocido por otros animales potencialmente perjudiciales para su vida.
Dentro de la mímica hay algunas subdivisiones; una de ellas es el aposematismo, que es cuando un animal que es inofensivo adopta las características de otros que poseen más defensas, con lo que evitan ser atacados.
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Existen animales que el mimetismo los hace tomar el color del medio ambiente, ya sea de hojas secas color marrón, verde intenso, el color de la pared donde pasan horas inmóviles a la espera de su presa. Hay insectos, incluso, que no solo toman el color, sino que hasta la forma de las hojas de los árboles en que están hospedados.
En Bosawas, Río San Juan, Cerro Musún, Río Coco, Volcán Mombacho, Reserva Miraflor y otros sitios de rica biodiversidad, existen cientos de especies de animales que por siglos han sobrevivido en un ambiente hostil gracias a su capacidad de cambio llamada mimetismo.
En estos lugares se han visto mariposas, lagartijas e insectos voladores “camuflados” en lo más limpio, confiados en su privilegiada capacidad de metamorfosis.
Foto portada: Orlando Valenzuela / IP Nicaragua.