Crecida del lago Cocibolca genera daños en infraestructura de negocios de la zona costera en San Jorge, Rivas

Desde el mes de octubre, los dueños de negocios turísticos de la zona costera del municipio de San Jorge en Rivas continúan haciendo frente a la actual crecida del lago Cocibolca, que debido al buen invierno el nivel de sus aguas crecieron.

El fuerte oleaje y las constantes lluvias durante el invierno provocaron el cierre de varios negocios costeros, debido a que el tránsito permanece aún inhabilitado, dejando grandes pérdidas económicas por la poca afluencia de visitantes.

Los propietarios de los negocios turísticos sobreviven y hacen frente a la crisis económica con la visita únicamente de turistas nacionales.

lago cocibolca

“Aquí hemos sido afectados todos los bares y restaurantes de la zona, instalamos sacos de arena al ver que el lago continuaba creciendo, pero no sirvió de mucho porque abarcó toda la entrada y en algunos bares por la fuerte presión del oleaje provocó la caída de paredes. Muchos aquí abrimos porque necesitamos pagar, aunque sea la energía, ya llevamos más de tres meses en esta situación y más de dos bares de esta zona cerraron temporalmente”, reiteró Luis Adolfo López, conocido popularmente como “Tito”.

Negocios están muy cerca del lago Cocibolca

«Aquí el problema radica en que la gente instala los negocios muy a la orilla del lago y no solamente bares y restaurantes hasta casas han tenido que abandonar por unos días porque se inundaron» mencionó un pescador de la zona.

Expertos en temas ambientales aseguran que el lago Cocibolca solamente está recobrando su lugar y que cada año, con un invierno seguro y bastante productivo, pasa algo similar.

«El cambio climático y sequías, han hecho que este se mantenga en un nivel más bajo y que las personas por la situación económica en Nicaragua y el crecimiento poblacional busquen lugares cerca del lago, que en su momento no son afectados, pero cuando se generan los huracanes y tormentas o cuando llueve constantemente el lago vuelva a su nivel. Los dueños de estos restaurantes y centros turísticos no debieron construir en esta zona», afirma la bióloga Cindy Orozco Vílchez.

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