** Flujos de dinero que envían nicas migrantes registraron caída de 1.6% en ferebro con respecto a enero de 2021, revela el BCN.
Redacción / IP Nicaragua
Los inmigrantes nicas siguen sorteando su suerte en el exterior en medio de la pandemia de la covid-19 que mantiene reducidos sus ingresos, y prueba de ello, es el más reciente informe del Banco Central de Nicaragua (BCN) que refleja una disminución de US$2.5 millones en las remesas enviadas al país en febrero pasado con respecto a enero.
En febrero de este año, las remesas totalizaron US$153.6 millones, según un informe presentado por el BCN, lo que revela una contracción de 1.6% con respecto a los US$156.1 millones captados en enero, señala la entidad rectora económica de Nicaragua.
Las remesas son transferencias de efectivo enviadas por las personas migrantes, usualmente para familiares en su país de origen. Según el más reciente informe del BCN, con los datos mensuales, los nicas que están en Estados Unidos son los que más remesas envían a Nicaragua.
De acuerdo con el informe, US$92.7 millones del total recibido en febrero, es decir el 60.4% fueron remesas provenientes de Estados Unidos, donde los nicas inmigrantes se enfrentan a dos realidades desde que inició la pandemia, afirma Josefa Cuadra, originaria de Matagalpa.
“Desde que inició la pandemia hay dos realidades para el inmigrante, el que tiene sus documentos y puede recibir una ayuda económica del gobierno, en este caso de Estados Unidos, y el que tiene que recurrir a la ayuda pública o de organismos privados para sobrevivir aquí”, asegura Cuadra.
Covid-19 no permite normalizar envíos
Después de Estados Unidos, las principales fuentes de origen de las remesas en febrero pasado fueron España (15.8%), Costa Rica (13.7%), Panamá (3.6%) y Canadá (1.2%), señala el BCN.
La nicaragüense que migró hace dos años, relata que en el contexto de la pandemia muchos han perdido su empleo, de ahí que el envío de dinero a sus familiares que están en el país no se ha podido normalizar.
“Es difícil, porque la gran mayoría no tiene un ingreso fijo y por eso muchos se arriesgaban a tomar el trabajo que dejaban los que están legales para hacer el trabajo esencial. Digo esto, porque hay que entender un poco la realidad en que se desarrolla. Por esas razones, hubo meses que no se podía mandar, es más es hoy y no se ha podido regularizar los envíos que mandaban antes del 10 de marzo del 2020”, afirma la Cuadra.
En el acumulado a febrero, las remesas (US$309.7 millones) registran un aumento de US$26.7 millones (9.4%) con respecto a igual periodo de 2020 (US$283.0 millones), siendo las remesas procedentes de Estados Unidos (US$186.8 millones) y España (US$49.4 millones) las que soportan dicho dinamismo, con aumentos de US$32.2 millones y US$10.0 millones, respectivamente.
Situación es difícil
De acuerdo con los datos mensuales publicados, en febrero el total de remesas recibidas en febrero registran un aumento de 6.8% con respecto a igual mes de 2020 cuando se recibieron US$143.8 millones.
Según la experiencia de Cuadra, después de un año, en Estados Unidos el empleo “no está normal” y eso pone en aprietos a su familia en Nicaragua.
“Después de un año el empleo aquí en Estados Unidos no está normal, donde vayas te piden documentos para ver tu situación legal, eso hace que los mejores puestos o salarios los tengan quienes están legales, y a los demás esperar lo que salga a 10 dólares la hora, que es lo más bajo y las horas que te puedan dar. Si quiere uno mandar mil dólares al mes para tu familia, tienes que trabajar por lo menos 160 horas al mes. Ahora el otro problema es que sólo te dan como máximo 30 y eso no te da para enviar tus remesas”, manifestó Cuadra.
En el contexto de la pandemia, Estados Unidos promovió un “cheque estímulo” de U$2 mil, pero sólo fue para los que “pagan sus impuestos y están legales”. El resto de personas, particularmente los inmigrantes “sobrevivimos por la gracia de Dios”, puntualiza Cuadra.