Construir con adobe, alternativa barata que beneficia al medio ambiente

* Especialistas recomiendan tomar en cuenta la calidad del producto y que la edificación no esté expuesta a humedad.

Orlando Valenzuela

Por 357 años, León, la primera capital de Nicaragua, estuvo enterrada bajo las cenizas y polvo frente al majestuoso volcán Momotombo, el mismo que provocó el abandono de sus pobladores en 1,610, después de más de un año de su violenta erupción de 1609.

De aquella ciudad colonial, cuyas ruinas fueron descubiertas en 1967, quedó en evidencia un elemento común de su arquitectura: la mayoría de sus casas fueron construidas de ladrillos de barro y adobe.

De los adobes con los que se hicieron las gruesas paredes de las casas particulares y edificios públicos, hoy solo quedan vestigios de la época de esplendor que vivió esta centenaria ciudad, que por siglos se creyó hundida en las aguas del lago Xolotlán.

Las construcciones con adobe datan de más de 10 mil años, prueba de ello son las antiguas civilizaciones del lejano oriente, que construyeron grandes ciudades y murallas donde este material era el principal para edificar las viviendas.

En América Latina, países como México, Guatemala, El Salvador, Perú y otras naciones de la región andina, tienen una larga historia del uso del adobe en la construcción.

Por ese vínculo cultural ancestral, no es extraño que en muchas ciudades del centro y norte de Nicaragua, el adobe sea el principal material de construcción de la vivienda, no solo de la población más humilde, sino tambien de clases media y alta, que lo usaron para levantar casas señoriales de anchas paredes, amplios patios y corredores internos.

Todavía en la Managua pre-terremoto, muchas casas eran de taquezal y adobe, las que en su mayoría sucumbieron ante el sismo que destruyó la ciudad la madrugada del sábado 23 de diciembre de 1972.

Casas de adobe en empalme Somoto-Ocotal. Foto Orlando Valenzuela.

En las ciudades de Granada y León existen muchas casas antiguas construidas con adobe.

En la actualidad, en ciudades norteñas como Somoto, Totogalpa, Palacagüina, Ocotal, Mosonte, Ciudad Antigua, San Fernando, Telpaneca, Jinotega, Estelí y otras, el adobe sigue siendo el rey de la construcción de viviendas en el área rural, donde es usado para edificar casas de uso familiar, haciendas, mansiones y obras arquitectónicas de gran belleza para hoteles campestres, iglesias, oficinas y espacios de retiro, entre otros.

Ejemplo de esto son las ciudades de León y Granada, donde aún existen bellas casas coloniales de más de dos siglos levantadas con adobe.

Sin embargo, en el casco urbano de las grandes ciudades, el adobe va perdiendo terreno ante el bloque de cemento y otros materiales livianos.

La profesora y arquitecta Martha Julia Acevedo, tiene una opinión positiva sobre el uso del adobe en la construcción, ya que a lo largo de su experiencia profesional, ha conocido diferentes sistemas tradicionales e industriales donde se utilizan bloques de cemento o mortero, método de construcción con madera, con acero, procesos constructivos con poroplast y sistemas que se construyen a base de materiales comprimidos como el Plycem y todos tienen sus ventajas y desventajas.

La arquitecta Acevedo afirmó que alrededor de la construcción con adobe hay demasiados mitos; que  las construcciones se caen, que el terremoto, que el mal de Chiagas.

Agregó que estos mitos hasta cierto punto se atribuyen al oportunismo de la industria, porque para el terremoto de 1972 Managua  ya había tenido un terremoto en 1931, donde el 90 o quizás el 70 por ciento de las mejores casas eran de adobe y quizás habían algunas de madera, a las que se  las llevó el fuego, otras cayeron, pero otras quedaron en pie y de eso quedaron muchas evidencias.

“Yo personalmente vivía en una casa de taquezal y quedó en pie.  En mi barrio, en el sector del palacio del ayuntamiento, cerca de donde hoy queda el Teatro Nacional Rubén Darío, había tres esquinas que eran de adobe y eran casas que habían sobrevivido al terremoto de 1931 y al del 72. ¿Por qué esas casas existían? Esas casas existían porque estaban muy bien construidas, entonces puede haber un terremoto y ellas sobreviven, pueden tener daño, pero puede ser reparado y eran casas que no habían costado lo mismo que costó un edificio del palacio del ayuntamiento, que era otro sistema y que también se cayó», recordó la arquitecta.

De allí que para hacer una buena construcción se debe contar con buenos materiales y eso tiene que ver con la calidad de la materia prima con que se trabaja, la tierra, a la que hay que hacerle estudio para saber cuál es la composición que tiene. Ubicándonos en Centroamérica, por las características de los terremotos, también hay que tomar en cuenta el clima caliente, porque según el tipo de suelo, puede quebrarse a la hora de un sismo y lo otro es que puede desbaratarse cuando le cae agua, sostuvo Acevedo.

Entre las ventajas del adobe están que brinda aislamiento térmico y una acústica insuperable.

La arquitecta Acevedo considera como una de las cosas más importantes en la construcción, la calidad con que se construyen las casas, “en primer lugar, el diseño y en segundo lugar, la calidad de la construcción. Estamos claros que si nosotros construimos sin asistencia técnica, sin garantías de la calidad de los materiales, nuestro sistema va a fallar”, advirtió.

La arquitecta detalló que la ventaja más grande del adobe frente a otros materiales es la economía para la construcción, la otra es la tecnología que se aplica para la calidad de la vivienda, además del aislamiento térmico y acústico insuperable, sobre todo en este clima que es bastante cálido y contribuye al espíritu de tranquilidad si nos enfocamos a la corriente que hay a favor del medio ambiente.

Entre las ventajas también está la accesibilidad y transporte de los materiales que se utilizan, señaló Acevedo.

 Desventajas

En relación a las desventajas, la arquitecta considera que la primera es la vulnerabilidad a la humedad.

“Si nosotros no cuidamos la calidad del techo, nos va a fallar el edificio, porque su enemigo principal es el agua”, subrayó.

Como experiencias positivas del uso de adobe en construcción de viviendas, la arquitecta Acevedo mencionó una escuela en Condega que entrena a jóvenes mujeres campesinas de la ciudad y el campo, para que puedan construir sus propias casas, las que están integradas en la Asociación de Mujeres Constructoras de Condega (AMCC), así como en El Salvador, con Fundasal, que tiene más de 25 años construyendo con adobe reforzado.

La especialista consideró que en Nicaragua se ha abandonado este tipo de tradición cultural en la construcción por la oferta de otros sistemas que garantizan más seguridad y más rapidez al construir y tambien porque cada día hay menos gente que tiene una finca y hay más acceso a tener un terreno en las ciudades más grandes.

“En la medida que tenemos terrenos más pequeños, hay menos probabilidades de poder construir con adobe”, señaló.

Aunque el sistema de construcción con adobe puede resultar más barato que otros, la arquitecta Acevedo advirtió que construir una vivienda de 60 metros cuadrados puede llevarse hasta seis meses de trabajo, ya que por cada cuatro hiladas hay que dejar pasar 24 días, pero si es por autoconstrucción, puede tomarse hasta un año, sobre todo porque el adobe debe dejarse fabricado en verano y construir en el otro verano.

Andrés Arturo Mendoza Espinoza, constructor y maestro de obras de Ciudad Antigua, Nueva Segovia, ha dirigido y construido casi 100 casas, de ellas 30 de adobe en todo el municipio y más allá, varias estilo casa-hacienda, con hasta 3 mil adobes.

Sus 40 años de experiencia le permiten hablar con autoridad sobre este oficio.

Mendoza calcula que para construir una casa de tres habitaciones de 5×4 varas cuadradas cada una, se necesitan 1,200 adobes y el tiempo requerido va en dependencia del terreno; si es plano o accidentado, la disponibilidad de los materiales, las dimensiones, la altura, el estilo del techo y la cantidad de ayudantes, entre otros.

Par el maestro de obras lo ideal es que se compre el adobe ya hecho y bien seco, preferible con un año de fabricado, con las medidas estándar de 10 pulgadas de ancho, 6 de alto y 15 de largo.

El presupuesto para levantar una casa de tres cuartos al día de hoy, Andrés Arturo lo establece en 60 mil córdobas para material de construcción y 60 mil en mano de obra, para terminarse en un plazo 60 días.

Lista de materiales de construcción:

5 metros cúbicos de piedra; 1,200 adobes, 12 metros cúbicos de tierra, 500 pies cúbico de madera para formaletas, puertas, ventanas y techo; 10 metros cúbicos de arena, un quintal de hierro, 50 bolsas de cemento para piso y repello de paredes, 1,700 tejas, alambre de amarre y clavos para techo y puertas.

En cada cuarto, según su propia experiencia, Mendoza Espinoza asegura que cabe una cama matrimonial, una mesa de noche, un ropero, un abanico, una silla y un esquinero para TV.

 Déficit de un millón de casas

Con la crisis sociopolítica y la pandemia del coronavirus, muchas familias quedaron en el desempleo y otras enfrentan problemas para pagar los alquileres de las casas donde viven o para abonar las cuotas de las que estan pagando, lo que agudiza más el problema de la falta de viviendas del país.

El economista independiente Luis Murillo, aseguró que el déficit habitacional en Nicaragua es de casi un millón de viviendas “y este negocio se lo han repartido el sector público y el sector privado, el privado,  con la proliferación de las  llamadas urbanizaciones, que lo que han hecho  es afectar el medio ambiente y luego  el sector público,  con la parte de la construcción de viviendas de interés social, que han tenido un rédito más político que económico».

Añadió que se está cometiendo un error grave en cuanto a tratar el problema del déficit de vivienda sin resolverlo definitivamente.

“Se está tratando, ni siquiera de resolver, sino que de atenuar a través de construcciones horizontales y esto ha venido afectando las zonas de amortiguamiento de las ciudades de Managua y el resto del país, y no se está pensando en un tipo de construcción vertical. Creo que ese es el futuro de la construcción, dado el problema del déficit de vivienda”, planteo el economista.

Murillo opinó que se le ha dado al sistema bancario la potestad de manejar los fondos, ya sea a través de las urbanizaciones o de fondos de fideicomiso del sector público y mantienen una tasa de interés relativamente elevada.

“Y eso de interés social no es tan social, porque prácticamente la pobreza en Nicaragua tuvo un repunte ahorita del 28 al 33 por ciento; subió 5 puntos porcentuales y la gente ha quedado sin trabajo, su poder adquisitivo ha disminuido, entonces hay un problema bastante grave en cuanto a la construcción de vivienda y el déficit de vivienda», apuntó el economista.

Murillo señaló que el gobierno está aprovechando políticamente la necesidad de la gente de tener su casa donde vivir con un proyecto llamado Bismark Martínez.

“Si el déficit de vivienda es de casi un millón, ese proyecto, que es el último,  estaba planteando más o menos unas 50 mil casas, de las cuales llevan 10 mil, y el préstamo del BCIE  es de 171 millones de dólares, eso no llega ni siquiera  a cubrir el 10 o 12 por ciento del déficit de vivienda y creo que más bien lo han utilizado con dos objetivos: uno, el rédito económico,  porque  a pesar de que las cuotas son  bajas,  el plazo es largo  y en el momento se le da a la persona,  planteándosele que es una gestión del gobierno.  Eso puede generar votos  en un año electoral; rédito político y económico, porque prácticamente el valor nominal que ellos plantean no es tan así, si nosotros le metemos pluma a 20 año con a una cuota de 40-60 dólares, prácticamente allí hay ganancia que se la queda principalmente algún funcionario público”, denunció Murillo.

Foto portada: Casa de adobes construida a principios del siglo pasado/Orlando Valenzuela.

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