Conferencia Episcopal llama a anteponer la vida a lo económico

En un pronunciamiento exhorta a los gobernantes y a todos los sectores del país a buscar consensos para encontrar alternativas y soluciones conjuntas que eviten una mayor catástrofe humana.

NAYIRA VALENZUELA

La Conferencia Episcopal de Nicaragua,  a través de un mensaje firmado   por su  secretario general, el obispo de la Diócesis de Estelí, Monseñor Juan Abelardo Mata Guevara, hizo un llamado a la población a preservar la vida, fortalecer la esperanza, seguir los caminos del amor y llevar una vida en oración ante la incertidumbre, el luto y la vulnerabilidad que viven los nicaragüenses por la pandemia del Covid-19.

El mensaje destaca que todos, sin excepción, “prioricemos el cuidado de la vida por encima de la economía, la vida por encima de los intereses ideológicos y políticos, esto implica la urgencia de fortalecer la solidaridad ciudadana”.

Familia en las calles de Managua: Foto: cortesía Maynor Valenzuela / IP Nicaragua.

También exhorta a los gobernantes y a todos los sectores del país a abrirse a las alianzas y consensos para buscar y encontrar alternativas y soluciones conjuntas para evitar una mayor catástrofe humana.

Añade que “todo nuestro pueblo fiel está consciente de la fragilidad y vulnerabilidad en el que se encuentra el sistema de salud pública, la rapidez con la que avanza el contagio, la verdad sobre el número de contagiados y muertos a causa del virus. Con nuestro pueblo estamos sufriendo su incertidumbre, dolor y muerte. El dolor y la impotencia conducen a la desesperación, familias que lloran a sus muertos sin una despedida, el temor y la inseguridad que sufre la población ante el silencio del estado y la desinformación sobre el avance de la epidemia, el miedo o la imposibilidad de visitar los hospitales sufriendo las enfermedades en el silencio del hogar, la manipulación de la conciencia, coacción y oportunismo político en el manejo de la pandemia».

Sin hacer referencias directas a las amenazas, acoso y asedio que sufren los familiares de opositores al gobierno y víctimas de la pandemia, el documento expresa, citando al papa Francisco, “no escuches la voz de quien esparce odio y divisiones. No escuches esas voces. Los seres humanos, por muy diferentes que sean unos de otros, han sido creados para vivir juntos. Ama a las personas. Jesús nos entregó una luz que brilla en las tinieblas: defiéndela, protégela. Esa luz es la riqueza más grande confiada a tu vida. Y sobre todo, ¡sueña! No tengas miedo de soñar. ¡Sueña! Sueña con un mundo que todavía no se ve, pero que ciertamente vendrá. Vive, ama, sueña, cree. Y, con la gracia de Dios, no desesperes nunca”.

En otro aspecto, el pronunciamiento dice que estamos llamados a tener una actitud de conversión sobre nuestra manera de pensar, vivir y actuar de acuerdo a la buena noticia de Jesucristo, es decir, “amarnos los unos a los otros”, expresando este amor en obras, acciones de justicia social y laboral, con mayores inversiones para reforzar los sistemas de salud en la construcción de una economía en la que prevalezca sobre todo el bien común de la humanidad.

“Ciertamente que se incrementa la pobreza, el desempleo empeora la economía de las familias, debemos asumir ese reto como sociedad, deben suceder los cambios necesarios y no son suficientes las soluciones técnicas, económicas, científicas, etcétera. No sirven para resolver el problema los discursos políticos vacíos de responsabilidad y contenido, es necesario recuperar el rumbo de la vida humana, devolverle su dignidad, su inviolabilidad, desde su concepción hasta su extinción natural; es necesario seguir el camino del amor”, advierte el documento firmado por el obispo Mata.

FATIGA, ANSIEDAD E IRA

Añade que “ante el estrés que causa fatiga, ansiedad e irritabilidad, incluso ira, reduce el tiempo de descanso y agota las fuerzas; «la carne es débil», fortalezcamos el espíritu perseverando en la oración, la iglesia también reitera su oración por  todos los enfermos, fallecidos y familias afectadas por el virus”.

El comunicado recuerda que el contagio del Covid-19 en Nicaragua coincide con los tiempos litúrgicos: Cuaresma y Pascua, “tiempos privilegiados de gracia y bendición, que por el bien común de nuestros fieles y de todo el país hemos celebrado en templos vacíos, misas sin presencia de fieles, pero damos gracias a Dios, fortaleciendo la fe de muchas familias católicas como Iglesias domésticas celebrando en la intimidad del hogar la pasión del Señor y su gloriosa resurrección”.

Finalmente, el pronunciamiento eleva sus plegarias a la virgen María Auxiliadora en su día, esa “mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, coronada con doce estrellas sobre su cabeza”, quien aplastará la cabeza de la serpiente, y nos cubrirá de luz “como un manto, extendiendo los cielos como una cortina”.

Foto portada: El Nuevo Diario.