Redacción / IP Nicaragua
“Uno verdaderamente se siente trastocado, hasta cierto punto ofendido porque obstaculizan la libertad de expresión, esa facultad que tiene uno como periodista de informar a la población, de contar lo que está pasando”, así dijo sentirse el periodista Carlos Pineda, del diario hondureño El Heraldo, luego que el régimen de Daniel Ortega, a través de las autoridades migratorias le impidió ingresar a territorio nicaragüense.
El pasado 26 de octubre un equipo periodístico del diario El Heraldo, conformado por Pineda, un fotógrafo y un conductor, pretendía ingresar a territorio nicaragüense para dar cobertura a las elecciones generales del 7 de noviembre, votaciones que se realizan bajo un clima de incertidumbre por la represión ejercida por el régimen.
El tema electoral, según pineda agarró más fuerza para ellos, tras el encarcelamiento de varios opositores, entre ellos siete aspirantes a la presidencia, periodistas, defensores de derechos humanos y más recientemente miembros del sector empresarial privado del país, dijo Pineda en entrevista con IP Nicaragua.
“Nuestra idea era enfocarnos en dos temas; uno, la libertad a la libertad de expresión en función de que en Nicaragua no existe ningún periódico en papel, tras el cierre del diario La Prensa y el periódico Hoy; y dos, el tema electoral, enfocado en los encarcelamientos políticos”, dijo el periodista hondureño.
El año pasado, en el contexto de la pandemia de la Covid-19, el equipo periodístico del diario hondureño también tenía planes de viajar a Nicaragua para conocer a fondo la situación de la pandemia y el hermetismo de las autoridades de Salud, pero el viaje se pospuso para 2021 para dar cobertura a las elecciones generales.
Migración ignoró solicitud de entrada
El equipo de ese rotativo estaba conformado por Pineda (periodista), un fotógrafo y un conductor. Cada uno de ellos cumplió con el protocolo y procedimientos para entrar a Nicaragua, pero al llegar al puesto migratorio de el Guasaule no los dejaron pasar.
«Sálganse y váyanse de Nicaragua porque su presencia no es permitida», les refirió un agente de migración nicaragüense que tampoco justificó la expulsión de suelo nicaragüense.
“Mi requisito como hondureño para entrar a Nicaragua es la tarjeta de vacunación que certifica que me he aplicado mis dos dosis y llenar unos requisitos en línea que migración de Nicaragua te pide. Por ejemplo, con quién voy, cómo voy, a qué voy, en qué hotel me voy a quedar, el motivo del viaje, si tengo conexión o amistades en Nicaragua, que justificara todo”, detalló Pineda.
El periodista explicó que estos requisitos se llenan días previos al viaje y Migración tiene siete días, antes del viaje para contestar, pero en esta ocasión él no recibió respuesta alguna.
“Yo lo hice en tiempo y forma. Al octavo día no me había respondido. Consulté con unos conocidos en Managua y me dijeron que era normal, que migración nunca respondía el formulario o que no le validaba la entrada a uno”, relató Pineda.
Sus conocidos nicaragüenses le dijeron que debía apelar la decisión de las autoridades de migración. “Es decir, ir y decirles que yo llené los requisitos en tiempo y forma y que no me respondieron y que se mediera la oportunidad de entrar a Nicaragua, y eso hice”, dijo Pineda.
Aun sin un prechequeo migratorio, Pineda hizo el intento de entrar a Nicaragua. Se realizó la prueba PCR y expuso su situación a las autoridades, quienes en primera instancia le contestaron que “no había problemas”.
“Cuando llegamos a la última etapa, hicimos un subregistro personal, porque llenamos unos afiches, un trámite rutinario. Cuando ya nos están evaluando, estaba terminando de llenar sus datos el último de nosotros (el fotógrafo), se acerca el capitán Osman Saez (segundo al mando de la estación migratoria y único funcionario que se quiso identificar) y preguntó quién del equipo era el periodista de El Heraldo”, manifestó Pineda.
A esa interrogante nadie contesto. “No nos esperábamos esa pregunta así de directa”, reconoció el periodista.
Antes de la expulsión fueron interrogados
Ante el silencio del equipo periodístico, un agente de migración le pidió al periodista que entrara a una cabina, luego de haberse reunido por varios minutos con otro grupo de funcionarios.
“Me empezó a interrogar, que cuántos años tenía, que dónde vivía, que qué venía hacer a Nicaragua; básicamente como a repreguntarme lo que ya había llenado en el formulario”, expresó Pineda.
Ya estando en el interrogatorio, Pineda reveló que el capitán Saez intentó quitarle el celular para revisarlo y verificar que no estuviese grabando.
“De hecho me lo agarró, yo estaba grabando y me dijo que no podía estar grabando. Me preguntó por el contenido de mi teléfono, entonces le quité el celular”, dijo el periodista que ante la amenaza ya había borrado toda la información de sus equipos que pudiera comprometer incluso a sus amigos nicaragüenses.
“A mí ya me habían advertido que ellos te revisaban el teléfono y me dijeron que eliminara las conversaciones con personas de Nicaragua por el tema de las represalias”, agregó el periodista de El Heraldo.
Les impiden volver a Nicaragua
Unos 15 minutos después del interrogatorio, recuerda que se acercó el “jefe de migración” y les dijo la misma frase: “Sálganse y váyanse que su presencia no es permitida”.
“Era persona alta, blanco y nos dijo ustedes a partir de este momento quedan expulsados de Nicaragua. Le preguntamos por qué motivos y dijo simplemente: su presencia aquí no es bienvenida”.
Cuando estaban saliendo de la estación migratoria se percataron que estaban dejando olvidados sus documentos personales y regresaron a pedirlos.
“En eso vimos que un oficial que nos estaban llenado una ficha o una especie de expediente en el cual constatan que en nuestro certificado de registro personal se nos impide volver a entrar a Nicaragua. Prácticamente nos dio a entender que estábamos vetados para posibles entradas a Nicaragua”, denunció Pineda.
El equipo de El Heraldo fue custodiado como si se tratara de delincuentes hasta el carro en el que se movilizaban por otro agente para validar la expulsión que inmediatamente empezó a grabar la salida del equipo de suelo nicaragüense.
Pineda reveló sentirse “sinceramente bastante frustrados. Yo ya había hablado con otros periodistas y me habían comentado cómo estaba la situación, pese a eso uno tiene la certeza de lograr el objetivo y poder entrar. Para ser franco yo me hacia dentro de Nicaragua, sin ningún problema”.
Después de esta experiencia el periodista concluye con esta reflexión: “para ustedes (los periodistas independientes) que están ahí, debe ser mucho más difícil poder informar a la población”.