Corte de café avanza en medio de pandemia, migración y afectaciones climáticas

Nicaragua es el único país de la región que no impuso confinamientos contra la Covid-19, los caficultores y cortadores ha tomado sus propias iniciativas de protección, con el uso de mascarillas y guardando la distancia.

Cientos de cortadores de café en diferentes zonas de Nicaragua, en especial en el norte, recogen con cuidado los granos de café protegidos con mascarillas y tratando de guardar la distancia para evitar contagios de covid-19.

El ciclo 2021-2022 oficialmente inició el pasado 1 de octubre y, aproximadamente, 300 mil caficultores tratan de darle salida al corte de café en medio de las afectaciones climáticas, pandemia y migración de mano de obra.

Cabe destacar que Nicaragua, es el único país de la región que no impuso confinamientos contra la Covid-19, los caficultores y cortadores ha tomado sus propias iniciativas de protección, con el uso de mascarillas y guardando la distancia.

Según la Plataforma Nicaragüense de Café Sostenible (Nicafés), el país logró mantener una producción de más de 3,4 millones de quintales oro en el ciclo cafetalero 2020-2021, similar al ciclo anterior, que dejaron 437 millones de dólares.

Además, el ministro de Hacienda y Crédito Público (MHCP), Iván Acosta, estimó el año pasado, previo al arranque del ciclo cafetalero, que la producción de café este año podría ser mayor y generar hasta 700 millones de difícil de alcanzar por los altos costos de operación y la migración, entre otros factores.

Según agencias de noticias, actualmente los caficultores, empiezan su jornada con las canastas amarradas a la cintura a las cuatro de la mañana entre los verdosos plantíos de la hacienda La Hammonia de Selva Negra, del norteño departamento de Matagalpa, un importante enclave cafetalero.

Para mantener las metas de producción, los cortadores tienen que recoger a diario ocho latas de granos, a cambio de menos de 6 dólares, tras una extensa jornada, mientras sus hijos estudian en una escuela que funciona en los alrededores de la finca.

Cuentan además con una clínica médica y un comedor gratuito que es administrado por mujeres, donde no faltan el típico plato de arroz, frijoles, tortillas de maíz y de tanto en tanto comidas especiales como el «indio viejo», una masa de maíz, verduras, hiervas y carne desmenuzada.

Este cicló inició con afectaciones climáticas, diversas organizaciones de café señalaron que octubre que, en esa fecha estaba lloviendo con mucha fuerza.

Aura Lila Sevilla Kuan, presidenta de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua (ANCN), había dicho al diario La Prensa, que “había estado lloviendo con frecuencia, lo que provocaba una maduración bastante rápida”.

De igual forma, había descrito que el inicio del ciclo cafetalero se había caracterizado por una disminución de mano de obra, pero eso no detuvo la cosecha.

Cabe destacar que según la Organización Internacional del Café (ICO), la producción de café registró una caída de un 8,1% en 2020, debido principalmente a la pandemia.

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