El informe anual sobre libertad en el mundo que realiza el Freedom House reveló que en Nicaragua la «actual campaña de represión e intimidación por parte de las fuerzas estatales y pro-gobiernistas genera un ambiente generalizado de miedo y terror que coarta la libertad de expresión».
Nicaragua recibió una calificación de 16/100 en el informe anual, ubicándose a la par de países como Rusia, Perú, Ecuador, El Salvador, Guatemala y la Franja de Gaza donde la puntuación por la situación de sus derechos y libertades ha empeorado, señala el informe.
En el caso de Nicaragua, «las fuerzas estatales y progobiernistas monitorean rutinariamente las actividades de las personas que se oponen al régimen».
«Las familias de las víctimas de la violencia del régimen y las personas que vuelven del exterior también son objeto de monitoreo y vigilancia. Se sabe que las autoridades utilizan el sistema de identidad internacional del suscriptor móvil (IMSI), lo que permite a los operadores interceptar las comunicaciones móviles de usuarios que de manera involuntaria se conectan al sistema», señala el informe.
En el país centroamericano, la libertad de reunión empezó a deteriorarse desde 2018, cuando asesinaron al menos a 355 personas durante la brutal represión de las protestas contra el régimen.
Freedom House destaca que en Nicaragua se restringieron los derechos de reunión y las autoridades impiden a los católicos que lleven a cabo procesiones públicas. En términos de libertades civiles el país recibió una puntuación de 12/60, mientras que alcazó una puntuación de 2/16 en libertad de expresión y culto.
No hay Estado de Derecho en Nicaragua
Freedom House confirma que en el país no existe Estado de Derecho, debido a que el régimen que preside Ortega y Murillo incide en la «nominación de magistrados y jueces». «Nicaragua carece de una judicatura independiente», señala.
«La mayoría de los jueces tienen vínculos con el FSLN. En la carrera por las elecciones de 2021, el poder judicial desempeñó un papel crucial al ordenar la captura de miembros de la oposición y anular el estatus jurídico de los partidos opositores», destaca el informe.
Además, los jueces son usados para presidir «juicios falsos contra opositores del gobierno y los sindicados han sido condenados en procesos cerrados por minar la integridad judicial”.
En términos de procesos electorales libres, Nicaragua obtiene una calificación de 0/12 y el funcionamiento del Gobierno recibe una calificación de 2/12.
