Al menos a 65 religiosas de diferentes congregaciones han sido expulsadas de Nicaragua, y a seis se les ha negado el ingreso al país, entre el 2022 y lo que va de 2023, como resultado del asedio y persecución que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene contra la Iglesia católica.
En total, al menos 71 las religiosas son las que han sido víctimas de la política represiva de los Ortega-Murillo, según datos documentados por la abogada e investigadora, Martha Patricia Molina, quien monitorea la violencia que sufre el clero católico desde el estallido de la crisis sociopolítica en 2018.
Entre los años 2022 y 2023 han sido expulsadas 65 religiosas (monjas) y se les ha prohibido la entrada a 6 de diferentes congregaciones religiosas, para un total de 71.
Han sido afectadas 10 congregaciones religiosas en todo el país, entre ellas: Dominicas de la Anunciata, pic.twitter.com/WSgRQ99FNj— Martha Patricia M (@mpatricia_m) July 29, 2023
«La cifra de 71 (religiosas expulsadas y negado el ingreso al país) es simbólica. En realidad el número es mayor, porque el 98 por ciento de las extranjeras han sido expulsadas del país, y las congeregaciones han tenido que mandar a llamar a las nacionales que se encuentran en misión en otros continentes para cubrir el espacio, pero tampoco a las nacionales les están permitiendo la entrada», explicó Molina.
El 3 de julio pasado, se registró la expulsión de cuatro religiosas de las Hermanas Pobres de Jesucristo que prestaban servicios de asistencia social en el departamento de León.
Al día siguiente, el régimen orteguista a través del Ministerio de Gobernación canceló la personería jurídica a la Fundación Fraternidad Pobres de Jesucristo que dirigían y les confiscó sus bienes.
10 congregaciones religiosas han sido afectadas
Molina detalló que al menos 10 congregaciones religiosas en todo el país, han sido las afectadas con estas medidas del régimen, entre ellas, Dominica de la Anunciata, las Misioneras de la Caridad, Monjas Trapenses, Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón, Hermanas Pobres de Jusucristo de Nicaragua, y otras cinco congregaciones, que han solicitado “sigilo por motivos de seguridad”, indicó la investigadora.
«Las monjas han sido expulsadas en su mayoría con violencia psicológica», agregó Molina.
Molina también señaló que «las monjas nicaragüenses que han querido retornar al país para llenar el espacio de las extranjeras que fueron expulsadas se les ha negado la entrada».
Actualmente, las relaciones entre el régimen orteguista y la Iglesia católica atraviesan momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión de religiosos y el encarcelamiento de varios sacerdotes, entre ellos el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de cárcel.