Nindirí celebra a los «abuelos de Jesús» con tradicional baile de los «Chinegros»

Cabe destacar que el 26 de julio, la Iglesia Católica celebra la festividad de Santa Ana y San Joaquín, patronos de los abuelos.

Los feligreses de Nindirí, Masaya, celebraron este martes a todos los abuelos en la tradicional celebración a Santa Ana y San Joaquín, abuelos de Jesús, con chicheros, bailes de negros y con mucho fervor.

Los promesantes de todas las edades salieron a las calles en procesión, haciendo gala del baile de negros, donde vestidos de sacos oscuros, pantalones blancos y gorros de flores bailaron a los santos para pagar promesas.

La imagen de los santos recorrió la ciudad en un carroza con un hermoso adorno de flores que sobresalía entre la multitud.

También sobresalió la procesión de hombres atacándose con largas piezas de madera, pero lejos de parecer peleas callejeras, que es una tradición en estas celebraciones.

Los duelos solamente se daban bajo un ritmo de música específico y eran interrumpidos por un personaje conocido como “yegüita” si los ánimos se ponían candentes. Parecían más un baile predeterminado que un pleito masivo a garrotazos.

Los chinegros van con el rostro pintado de negro y con coloridos trajes.

Según historiadores, los chinegros resultan de una danza donde se pone de manifiesto la burla y ridiculización de los uniformes de los soldados españoles y sus actuaciones con el pueblo.

El uso de cintas anchas entrelazadas por el pecho, imita el uniforme de los antiguos soldados españoles, otros se ponen un pañuelo grande terciado como las cananas.

Los rostros los llevaban pintados de negro. En sus manos portan unas reglas llamadas “rajas”, de 36 pulgadas de largo por 3 pulgadas de ancho, de madera de “chaperno”, que es un palo fuerte, que al producir un coyundazo es difícil de reventarse y astillarse.

Cabe destacar que el 26 de julio, la Iglesia Católica celebra la festividad de Santa Ana y San Joaquín, patronos de los abuelos.

Durante este fin de semana la Iglesia está celebrando una “Jornada por los afectados de la pandemia” y los abuelos han sido el grupo más golpeado durante estos meses en el que el mundo ha sido azotado por el Covid-19.

Ambos santos, llamados patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en Dios; y los encargados de educar en el camino de la fe a su hija María, alimentando en ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión.

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