2020: Año de migraciones masivas de aves

Orlando Valenzuela

Todo un éxito resultó en Nicaragua el último conteo navideño de aves migratorias, realizado el 17 de diciembre en varias reservas naturales que sirven de refugio y sitios de anidamiento para miles de estas criaturas, que llegan del norte del continente a pasar la época invernal en las montañas y selvas tropicales de nuestro país.

En Jinotega, Matagalpa, Rio San Juan, Managua, Villa El Carmen, Carazo y otros departamentos, se reportaron grupos de observadores de aves que organizados en equipos de 5 miembros se internaron en los bosques con binoculares, cámaras fotográficas, guías de aves y libretas de apuntes para registrar las especies encontradas en cada territorio asignado.

Janeth García, directora de Iniciativa de Turismo Alternativo de Carazo, explicó que a nivel mundial esta es el 121 conteo navideño, mientras que para Carazo es la decimocuarta ocasión que participa en este evento ambientalista.

Explicó, que los conteos navideños surgieron a inicios del siglo XX como una respuesta a la preocupación de observadores de aves y científicos por la disminución exagerada de poblaciones de aves.

Desde entonces, hasta la actualidad, el conteo de aves en navidad o CBC (Christmas Bird Count) por sus siglas en inglés, representa el censo más largo y geográficamente más amplio en el hemisferio occidental.

Los conteos consisten en detectar todas las especies de aves dentro de un círculo de 24,1 km de diámetro en un solo día, durante la temporada navideña que se presenta entre el 14 de diciembre y el 5 de enero. Además, cada círculo está conformado por varias localidades, con las cuales se logra capturar la mayor diversidad posible de hábitats presente en cada círculo.

Foto: Sonia Canales.

“Este tipo de eventos es una oportunidad para hacer investigación mediante la ciencia comunitaria, participativa o ciudadana y una gran oportunidad para los que aman las aves y quieren aportar a su conservación”, Janeth  señaló García.

El conteo de aves se realiza en un periodo no mayor a 24 horas seguidas, la idea es identificar y contar todas las aves mediante registros visuales o auditivos, registrando el número de individuos por cada especie y también incluir información acerca de las condiciones del clima durante la actividad.

Aves viajaron 5,200 kilómetros para regresar nuevamente a reserva silvestre en Carazo

En Carazo hubo 10 puntos de conteo de aves, entre los que se encuentran: Arboretum Benito Salinas, Micelio, UCN Campus Jinotepe, RSP La Makina, RSP Concepción de María, Voluntariado ambiental, Finca San Joaquín y El Bosque, entre otros.

“Este es un evento de mucha importancia científica para Carazo porque nos permite demostrar que contamos con abundantes especies de aves, tanto migratoria como residentes y lo más importante, personas comprometidas, jóvenes y adultos, como observadores de aves, quienes se encargan del registro”, dijo la empresaria turística.

Observadores de aves de Carazo. Foto: cortesía de Juan Carlos Acevedo.

Mientras tanto, en el refugio de vida silvestre Los Guatuzos, ubicado en el departamento de Río San Juan, Oscar Bermúdez, administrador del Centro Ecológico Los Guatuzos, dijo que un grupo de entusiastas observadores de aves, acompañados por el guía de este centro de investigación científica, se sumaron a la jornada mundial navideña y lograron actualizar datos sobre la presencia de aves migratorias y nativas que siguen fieles a su hábitat.

Este refugio silvestre es el hábitat natural para 388 especies de aves, 52 especies de anfibios, 55 de mamíferos, 103 de reptiles, incluyendo feroces lagartos y cuajipales; es uno de los pocos lugares donde se pueden observar las tres especies de monos que existen en Nicaragua: el mono Congo, el mono Araña y el mono cara blanca.

La jornada científica también contó con la participación del club de observadores de aves de Asociación Cambio y Amigos de la Tierra.

Nicaragua reportó 358 especies de aves observadas a la plataforma digital E-Bird

El conteo de aves también se realizó en la Reserva Silvestre Privada Natura, propiedad de Corporación Montelimar y administrada por la Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundenic) ubicada en Villa El Carmen.

Aquí, un grupo de jóvenes y adultos identificaron y contaron las diversas especies de aves que este año llegaron a refugiarse y alimentarse entre los frondosos árboles del bosque tropical seco y la laguna que allí existe.

Foto portada: Cotinga. Cortesía: Julio Canales

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