Defensoras en Mesoamérica víctimas de la violencia: 1,375 agresiones entre julio y septiembre

Soraya Álvarez Portillo era integrante de la colectiva trans Muñecas de Arcoíris, en Honduras, y se convirtió en una víctima de la violencia que impera en el país centroamericano.

El pasado 22 de septiembre agentes policiales identificaron a un hombre que tras el asesinato de la activista estaba a punto de arrojar el cuerpo al río Choluteca. La Policía Nacional logró capturar al hombre a la altura de la primera avenida de Comayagüela.

Álvarez Portillo tenía 32 años y era una «activista experimentada que había recibido capacitación política como defensora desde muy joven», destaca la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras).

Cabe señalar que en 2016, la activista trans hondurela sufrió una agresión por parte de policías, por lo que obtuvo medidas de protección por parte del Mecanismo Nacional de Protección de personas defensoras de derechos humanos, que posteriormente las retiraron, quedando en un estado de más riesgo e indefensión.

Asesinatos y agresiones

El caso de Soraya Álvarez Portillo es uno de los tres asesinatos que la IM-Defensoras registró entre julio y septiembre de este año.

Según la IM-Defensoras, el caso de Juana María Martínez, defensora del pueblo indígena Pech, en el municipio de Dulce Nombre de Culmí en Olancho,Honduras y el Zulema Guadalupe Ramírez, defensora de los derechos laborales integrante de la Red de Trabajadoras Sexuales, en México, son los otros dos asesinatos en este periodo.

De acuerdo con la IM-Defensoras en este periodo ocurrieron 1,375 agresiones contra al menos 300 defensoras y 21 organizaciones.

Al menos 826 agresiones tuvieron «carácter colectivo», señala la organización mesoamericana.

Otras 485 fueron perpetradas contra defensoras a nivel personal y 64 contra organizaciones o grupos de defensoras.

Hostigamiento, violencia física y amenazas

Los datos trimestrales contenidos en el Registro Mesoamericano de Agresiones contra Defensoras, la organización constató que el hostigamiento (11%) es la forma de agresión más frecuente a nivel de la región.

No obstante, las defensoras también son objeto de diversas formas de violencia (física, psicológica y verbal) (11%), y de amenazas (9%).

Por otro lado, la IM-Defensoras identifica que a nivel regional los ataques provienen de personas desconocidas (33%), seguido de autoridades públicas (25%). 

Febrero, marzo y septiembre fueron los meses más violentos para las defensoras en lo que va de este año.

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