* Así de llena estaba ayer la sucursal Selim Shible, del INSS, en Managua.
Orlando Valenzuela / IP Nicaragua
A pesar del aumento en más de un 900 por ciento de los contagiados con covid-19 en Nicaragua, las autoridades del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) no hacen nada para evitar la concentración de miles de personas de la tercera edad, que cada mes llegan a retirar sus pensiones de jubilación.
Es una escena que se repite en diferentes oficinas de la entidad. Cientos de ancianos, acompañados por algún familiar, hacen largas filas, que empiezan en un pasillo y dan la vueltas, produciéndose un amontonamiento que no permite el distanciamiento social recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para evitar el contagio del mortal virus. En el mundo ya van más de 300,000 decesos y en Nicaragua, las autoridades subieron a 17 los fallecimientos por la enfermedad. Según esas cifras, en una semana, las muertes por covid-19 se incrementaron en más de 100 por ciento en el país.
Aunque existen señalizaciones en el piso que lleva al salón principal de espera, que indican dónde ubicarse, la enorme cantidad de jubilados retirando sus lánguidas pensiones a la misma vez, es lo que provoca este aglomeramiento. Resolver este punto, evitaría retrasos y el peligro de contagio del mortal virus, que hasta el 19 de mayo ha infestado a 254 nicaragüenses, según el Ministerio de Salud.
Para el Observatorio Ciudadano, compuesto por médicos independientes, las cifras oficiales en Nicaragua no son muy confiables, y podrían superar ampliamente esas cantidades.