Trabajo doméstico en Nicaragua: Agotador, delicado y poco remunerado

Dos mujeres que trabajan en este sector, aunque en condiciones diferentes y a la vez semejantes, detallan su día a día. Ninguna cuenta con seguro social o un contrato formal.

Redacción/ IP Nicaragua

La alarma de Silvia suena muy temprano por la mañana. Silvia despierta muy gentilmente a sus dos hijas de 12 y 9 años. Antes de que el reloj marque las 5:30 de la mañana las niñas deben estar listas para asistir a la escuela, mientras su mamá sale a esa misma hora a su centro de trabajo donde debe reportarse media hora más tarde.

Silvia Varela Urrutia, de 31 años, es una madre soltera que vive en el barrio San Judas de Managua y trabaja como doméstica en el sector de Plaza España. Cuida a una pareja de adultos mayores de entre 70 y 80 años, además está obligada a mantener la casa limpia y debe cocinar, lavar y hacer las compras cuando es necesario.

“Tengo que estar temprano para darles de desayunar a los señores y cuidarlos cuando sus hijos se van a trabajar, prácticamente para que no estén solos. Les cocino, les sirvo la comida, pero ellos comen solos, se bañan, caminan muy bien, más que todo es supervisarlos y ayudarles en lo que necesitan, darles sus medicamentos y acompañarlos a las citas del hospital”, afirmó Silvia.

Aunque se escucha y pareciera algo muy sencillo de hacer, Silvia reconoce que es una trabajo muy delicado y cansado, pues debe laborar 9 horas diarias. “Además de cocinar el desayuno y el almuerzo, dejo lista la cena”, señala.

Según Silvia su salida es a las 3:00 de la tarde cuando regresa a casa una de las hijas de la pareja.

“Si llega temprano una de las hijas me voy, pero a veces llega un poco más tarde, pero es algo que se habló desde que me contrataron”, justificó Varela.

No obstante, el artículo 51 del Código de Trabajo, o Ley número 185, indica que “la jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno no debe ser mayor de ocho horas diarias ni exceder de un total de 48 horas a la semana”.

Trabaja más de 50 horas a la semana

Silvia trabaja más de 50 horas a la semana. Los sábados su salida es a medio día, pero en ocasiones su jornada termina a las 3:00 de la tarde.

“Limpio toda la casa, les lavo la ropa a los señores, mantengo limpio sus cuartos, les hago merienda, voy al mercado o al super cuando me mandan. Y cuidar a adultos mayores es delicado, porque son como bebés, tocan cosas que se pueden hacer daño, el señor a veces intenta salirse, hay que estar pendiente, etcétera”, expresó Silvia.

Su salario mensual es de 5 mil córdobas, es decir el equivalente aproximadamente a 142 dólares. Su pago no alcanza ni siquiera el salario mínimo aprobado por el Ministerio del Trabajo para esta actividad económica.

El salario mínimo promedio en Nicaragua a partir del 1 de marzo de este año se fijó en 6,189-23 córdobas, según el ajuste salarial que acordaron entre el gobierno, una representación de los empleadores, y los sindicatos sandinistas para el sector de servicios comunitarios, sociales y personales salario mínimo.

Las tres partes que conforman la denominada Mesa Tripartita, acordaron ese ajuste salarial para los próximos 12 meses, es decir del 1 de marzo 2021 al 28 de febrero de 2022.

Doméstica con dormida adentro

Juana del Carmen Alarcón, de 52 años, ha trabajado toda su vida como doméstica, también brindando servicios de lavado y planchado a domicilio. Desde hace seis años es asistente del hogar de forma permanente, o bien, lo que se le conoce como trabajadora doméstica “con dormida adentro”.

“Trabajo cuidando una casa completa, a una familia entera. De lunes a viernes estoy en la casa de mis patrones y descanso los fines de semana, me voy los sábados a mi casa y me regresó al trabajo los domingos por la tarde o el lunes por la mañana”, dijo Juana del Carmen a IP Nicaragua.

Es también madre soltera de tres jóvenes, todos ya mayores de edad, dos de ellos casados.

“En mi caso puedo decir que ahora tengo una ventaja, yo agarro mi salario completo, porque con dormida adentro no siento que gasto mucho y uso poco los servicios (básicos) de mi casa. Mis dos hijas están casadas, ya tienen hijos; el menor de 20(años) trabaja y estudia, eso me ha permitido en los últimos años mejorar mi casa, lo que no pude hacer en antes, porque con el salario de doméstica no podía”, afirmó Juana del Carmen.

Juana del Carmen gana mensualmente 7 mil córdobas y tiene otros beneficios que le brinda la familia para la cual trabaja. A la vez reconoce que “con dormida adentro te puedo decir que se trabaja más de las ocho horas, la levantada es oscuro, la cocina, la limpieza, estoy a cargo de la casa completa. Con los niños, a veces cuando sus papas no pueden ir a la reunión (del colegio) voy yo, y si pasa una emergencia a cualquier hora, yo también tengo que apoyar”, manifestó.

Sin contrato y seguro social

Aunque la situación de ambas mujeres que trabajan en este sector es muy diferente, tienen algo en común, ninguna está inscrita en el régimen de Seguridad Social, ni cuentan con un contrato escrito, solo verbal. Aunque el Ministerio de Trabajo, reconoce los contratos que se realizan verbalmente en el caso de los servicios domésticos.

Al respecto el artículo 24 de la Ley número 185, Código del Trabajo, establece que “el contrato de trabajo puede celebrarse verbalmente cuando se refiera a trabajo en el campo, al servicio doméstico y a los trabajos temporales u ocasionales que no excedan de diez días”.

No obstante, Juana del Carmen aseguró que “cuando yo me enfermo mis jefes cubren mis gastos médicos, eso sí. En ese aspecto a mí me han apoyado siempre y me dan mis vacaciones, descanso si lo pido”.

En cambio, Silvia dijo que “como no tengo seguro (social) si mis hijas o yo me enfermo me dan días libres, pero paso consultas en el centro de salud (público). A veces cuando he necesito comprar medicamentos los hijos de los señores me han ayudado”.

Salarios no cubren canasta básica

En junio de este año, la canasta básica superó un costo de 15 mil córdobas. Una reciente actualización del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) ubica su precio en 15,305.34 córdobas superior a los 14,957.11 córdobas que costaba en mayo pasado, es decir, que de un mes a otro el precio de la canasta básica aumentó 348.23 córdobas.

La cesta básica se divide en tres secciones que abarcan alimentos, uso del hogar y vestuarios. En la sección de alimentos se encuentran los productos básicos como arroz, frijoles, azúcar, aceite, además de carnes, lácteos, huevos y perecederos, que tiene un costo de 10,346.34 córdobas.

Mientras que la sección de uso del hogar, que representa los productos de higiene personal, gas butano, luz, eléctrica, agua, transporte y alquiler, una familia requiere de 3,185.65 córdobas para ser solventados.

En el caso de vestuario, de acuerdo con la tabla del Inide, tiene un costo de 1,773.35 córdobas.

Trabajo domésticos debe ser recocido y valorado

Para Belky Reyes, dirigente y coordinadora de la Red de Mujeres del Norte Ana Lucila, el trabajo doméstico, de crianza y cuido que realizan las mujeres en los hogares debe ser reconocido y valorado económicamente y socialmente.

“El trabajo doméstico que realizan las mujeres con remuneración está subvalorado, no hay un reconocimiento, no hay equidad, aunque se ha demostrado de que hacen una contribución muy significativa a la economía mundial”, expresó Reyes.

Pero, para Silvia “a cómo está la situación en el país, peor es estar sin nada, más cuando uno tiene hijos a quien darle de comer. Así es el sacrificio, yo trabajo manteniendo limpia otra casa y cuidando a personas, y mis hijas quedan solas y ellas se encargan de la casa, mientras no estoy, a ellas solo les dejo cocinado”.

Juan Manuel Sánchez, especialista en empleabilidad, lamentó que muchas veces el trabajo doméstico es una tarea invisible.

“En el caso de Nicaragua donde el mercado laboral es eminentemente informal con un poco más del 80 por ciento, obviamente que para Nicaragua el trabajo doméstico, su entorno, el mercado donde se desarrolla es altamente informal y por tanto puede significar trabajo que sea precario con bajo salario, con una ausencia de acceso a la protección social, de acceso a prestaciones que eso disminuye la calidad de un trabajo decente para estas personas”, advirtió Sánchez.

Por lo que consideró “importante que se pueda mejorar la necesidad de conocimiento y también de aplicación de los derechos”.

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