El Washington Post, el periódico de mayor circulación dentro del área metropolitana de Washington D. C., publicó un editorial en el que compara el encierro de monseñor Rolando Álvarez con el que sufrió el cardenal József Mindszenty, quien fue fuertemente perseguido por el estado comunista húngaro por denunciar los atropellos cometidos por estos contra civiles y religiosos a principios de la Guerra Fría.
«La historia registra muchos casos en los que los líderes religiosos, incluidos los de la Iglesia Católica Romana, han resistido los abusos de la autoridad temporal y han sido perseguidos por ello»,señala el editorial publicado por The Washington Post.
El diario destaca que la persecución contra el obispo católico nicaragüense comenzó desde que dejó al descubierto su oposición a «proyectos mineros ecológicamente destructivos» y las violaciones de los derechos humanos del gobierno en general.
«Desde que la Hungría comunista torturó y encarceló al cardenal József Mindszenty a principios de la Guerra Fría, nunca una dictadura había derribado a un solo clérigo con algo parecido a la ferocidad con la que Ortega está atacando al obispo Álvarez», destalla la publicación.
The Washington Post denuncia represión contra la iglesia en Nicaragua
Monseñor Rolando Álvarez está detenido en el Sistema Penitenciario Nacional, conocido como «La Modelo», un penal ubicado a unos 36 kilómetros al norte de Managua.
El pasado 9 de febrero, un total de 222 presos políticos que habían estado en prisión o arresto domiciliario en Nicaragua llegaron a Estados Unidos, tras aceptar el exilio como condición para su liberación.
«Un opositor al régimen» de Daniel Ortega y Rosario Murillo rechazó la propuesta, se afirma en el editorial en alusión a Rolando Álvarez.
«El gobierno lo declaró rápidamente culpable de traición y lo condenó a 26 años. También fue despojado de su ciudadanía nicaragüense (…) La persecución del obispo Álvarez es parte de una campaña sistemática de represión contra la iglesia nicaragüense, cuyos líderes han tratado muchas veces de proteger a los activistas prodemocracia y mediar entre ellos y el régimen de Ortega», agrega el editorial.
Exilio de líderes religiosos
El diario estadounidense hace referencia a que unos «50 líderes religiosos han huido del país desde las protestas en todo el país y la represión del gobierno en represalia en 2018».
Además resaltó que en 2022, dos congregaciones de monjas, incluida la orden de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad, fueron expulsadas.
«La represión de la iglesia es parte de los esfuerzos del régimen para aplastar a las organizaciones seculares de la sociedad civil, incluidas 40 cerradas desde diciembre, según un informe de las Naciones Unidas del 3 de marzo», señala.
No obstante, The Washington Post resalta que un «resultado positivo» del encarcelamiento del obispo Álvarez fue la postura asumida recientemente por el Papa Francisco, quien estaba renuente a «hablar con franqueza sobre el régimen de Ortega».
«Quizás debido a una abundancia de cautela diplomática, el Papa se había limitado previamente a expresiones vagas de preocupación incluso después de que otro obispo principal y el embajador del Vaticano fueran destituidos el año pasado. Después de que Ortega se refirió al Vaticano como una mafia y encarceló al obispo Álvarez, el Santo Padre criticó a Managua como una dictadura comunista en 1917 o hitleriana en 1935”.
El régimen inmediatamente suspendió las relaciones diplomáticas con el Vaticano y el 18 de marzo cerró su embajada en Managua.
«Aunque es una mejora sobre el apaciguamiento, la postura de confrontación del Papa no es necesariamente más probable que produzca un cambio en Managua, donde el régimen sigue disfrutando del respaldo de su propia policía y ejército, así como de Cuba, Venezuela y Rusia», puntualizan.