SIP condena destierro del periodista Marcos Medina y su familia

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La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó este martes, otro ataque del régimen de Nicaragua contra el periodismo, tras conocer el destierro del periodista Marcos Medina y su familia, a quienes se les impidió el ingreso al país.

Medina, director del medio digital Fuentes Confiables, se encontraba de visita en Florida, Estados Unidos, por un asunto médico familiar. El 24 de julio, cuando se disponía a regresar a su país junto a su esposa e hija, la aerolínea les notificó que la Dirección de Migración y Extranjería de Nicaragua les había negado el ingreso al país, afirmó la organización dedicada a defender y promover la libertad de prensa y expresión en las Américas.

El presidente de la SIP, Michael Greenspon, director global de Licencias e Innovación de Impresión de The New York Times, condenó la nueva agresión del régimen contra Medina y su familia. «Seguimos denunciando la crueldad de la dictadura de los Ortega-Murillo, que viola a su antojo los derechos humanos de sus ciudadanos».

El presidente la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la entidad, Carlos Jornet, agregó que «si bien Medina logró continuar ejerciendo el oficio de forma activa y discreta dentro de Nicaragua, es evidente que el gobierno, al mejor estilo de la dictadura cubana, aprovechó su viaje el exterior para desterrarlo».

Jornet, director periodístico del diario argentino La Voz del Interior, dijo que «lamentablemente, el caso de Medina se suma al de otros 208 periodistas que desde 2018 han sido forzados al exilio o a acoger asilo en otros países».

Medina sufrió asedio previo a su destierro

Fuentes Confiables, en cuyo portal se define como «una nueva alternativa de información en tiempos de censura», afirmó que Medina venía siendo acosado en redes sociales por parte de simpatizantes sandinistas y padecía asedio policial en su vivienda, entre otros actos de hostigamiento.

Medina trabajó entre 2015 y 2018 en el diario La Prensa y, antes, en Radio Corporación y Canal 12.

En febrero, el régimen expulsó a 222 presos políticos y los despojó de su nacionalidad, así como a otras 94 personas, entre ellas 10 periodistas, que permanecían en el país. El informe sobre Nicaragua, presentado en la reunión de la SIP de abril pasado, subraya: «El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo intensificó sus ataques contra la libertad de prensa y de expresión en este período».