El retiro de la delegación del gobierno venezolano de las negociaciones en Ciudad de México era uno de los posibles escenarios para el que las partes involucradas debían estar preparadas, asegura un grupo de analistas.
El jefe delegado del presidente venezolano Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, anunció la noche del sábado que suspendían su participación en las conversaciones de México debido al “secuestro” por parte de Estados Unidos de Alex Saab, empresario nacido en Colombia a quien Caracas identifica como su enviado especial con rango diplomático para asuntos humanitarios.
Las autoridades de Cabo Verde extraditaron ese día a Saab a Miami, Florida, donde encarará un juicio por presunto lavado de capitales por al menos $350 millones de dólares a favor del gobierno venezolano entre 2011 y 2015.
Una fuente cercana al proceso de diálogo en México comentó a la VOA que el retiro del oficialismo venezolano de la mesa de diálogo era algo previsto entre los posibles escenarios, y que se espera que no haya mayores avances en las negociaciones “antes de las elecciones” del próximo noviembre, donde Maduro aspira a aislar aún más a la oposición, que acude al proceso con divisiones y fricciones.
La mayoría de los partidos que se oponen a Maduro y apoyan a Juan Guaidó, considerado presidente interino de Venezuela por al menos 50 países, presentó candidaturas para las gobernaciones, alcaldías y concejalías. Aliados del líder opositor, como los diputados Carlos Berrizbeitia y Delsa Solórzano, anunciaron que no participarían en las elecciones por considerarlas “un nuevo fraude”.
“Estos días estaban planeados como la última ronda antes de la campaña de las elecciones” en Venezuela, que formalmente inicia el 28 de octubre y culmina el 18 de noviembre, comentó la fuente a la Voz de América poco después de que el oficialismo anunciara que suspendía su participación en el diálogo.
«Esta jugada la tenían planificada»
El especialista venezolano en relaciones internacionales Lauren Caballero considera que la extradición de Saab a Estados Unidos fue la excusa perfecta para el retiro de la delegación oficialista del diálogo en Ciudad de México.
“Ese proceso de negociaciones se estaba llevando a cabo relativamente bien. Esta jugada la tenían planificada desde hace rato, al haber incluido a Saab como parte de la delegación. Tenía como principal objetivo detener o chantajear a los actores del diálogo. No les funcionó y el resultado fue el que vimos”, indicó.
El gobierno venezolano designó a Saab como “miembro pleno” de su delegación para las negociaciones de México entre la primera y la segunda ronda de conversaciones, a mediados de septiembre. Detenido en Cabo Verde, el resto de los integrantes de la misión acudió a la ciudad norteamericana a finales del mes pasado portando carteles con la imagen de Saab, exigiendo su liberación.
Para Caballero, ese gesto era parte de un conjunto de “medidas desesperadas” del gobierno de Maduro para impedir la extradición de Saab a Estados Unidos.
A la luz de la Convención de Viena, que delinea el perfil diplomático, el analista venezolano valora como “absurdos” los argumentos de que el empresario colombiano era un enviado especial de Caracas para asuntos humanitarios.
Su arresto, apunta, ocurrió en un momento en que la cancillería venezolana no había hecho ningún nombramiento de Saab como su delegado diplomático. “La inmunidad diplomática no tiene carácter retroactivo. No aplica esa figura”, explicó.
Congelamiento previsto
Luis Vicente León, analista político y presidente de la firma Datanálisis, valoró como “muy negativo” que se dinamiten las vías políticas de negociación, si bien coincidió en que era uno de los escenarios esperados antes de las votaciones.
“La suspensión no representa sorpresa alguna. Ratifica el mensaje previo del gobierno: obtuvieron lo máximo que podían (reconocimiento y fractura de la oposición) sin sacrificar algo peligroso para su permanencia. Ahora, es mejor para ellos congelar hasta después de las regionales”, escribió en Twitter.
A su juicio, la paralización de las negociaciones guarda más relación con la situación interna de Venezuela y del propio chavismo que con Alex Saab.
“Se congela la negociación, porque las demandas pendientes del gobierno (recursos frescos, flexibilización de sanciones y acceso a activos externos) exigiría entregar condiciones electorales y de reinstitucionalización cuyo costo/beneficio no le es favorable y no está dispuesto a tomar”, añadió.
Dijo creer que la decisión de Maduro de levantarse de la mesa va encaminada, asimismo, al “reforzamiento de su relación con sus aliados internacionales” y a enviar un “mensaje de protección a sus élites políticas internas”.
“Si consideramos que las regionales no se presentan evidentes ni fáciles para que la oposición logre su objetivo de incrementar espacios políticos y fortalecer liderazgos, a Maduro le conviene esperar esos resultados antes de volver a sentarse en serio y mejorar su poder de negociación”, precisó.
Caballero, por su parte, opina que las eventuales declaraciones de Saab durante su enjuiciamiento en Estados Unidos podrían significar “un gran problema” para el gobierno venezolano, en cuanto a los detalles de las operaciones económicas que se realizan al margen de las sanciones extranjeras.
Maduro acusó este domingo a Estados Unidos de dar “una puñalada mortal” al diálogo al “secuestrar” a Saab, a quien la fiscalía norteamericana acusa de haber liderado una red de lavado de capitales por hasta $350 millones de dólares.
Nota de Voz de América.